·El independentismo avanza, arrasa en escaños y llega al 50% de votos
·El PSC de Illa gana las elecciones
·ERC vence a JxCat y la CUP duplica el apoyo
·En Comú Podem frena la sangría de Unidas Podemos
·La ultraderecha (Vox) entra con mucha fuerza en el Parlament
·Casado y Arrimadas, tocados y casi hundidos
Se acabaron los sondeos, punto y final a las especulaciones, el pueblo de Catalunya ha hablado en las urnas. Una de las participaciones más bajas en unas autonómicas catalanas, tan solo ha votado el 53,5% del censo, frente al 79% del 2017. El PSC ha ganado las elecciones con el 23% de los votos (33 escaños), seguido de ERC (21% y 33); JxCat (20% y 32); Vox (7,6% y 11); CUP (6,7% y 9 escaños); En Comú Podem (6,9% y 8), Ciudadanos (5,5% y 6 diputados) y PP (3,8 y 3). Lo desgajamos en siete titulares.
Catalunya se reivindica como motor progresista del Estado
La suma de los partidos que se reivindican de izquierdas arrasan en Catalunya. Han conseguido un total de 83 diputados progresistas o de izquierdas, frente a 52 conservadores o de derechas. Una rápida comparación con los resultados del resto de comunidades autónomas y con los propios de las generales, así lo indica. Y es que en Catalunya, los partidos que se sitúan en la izquierda suman 83 de 135 diputados que aglutina el Parlament. El reparto es PSC (33), ERC (33), CUP (9), En Comú Podem (8). Frente a este reparto de escaños, el bloque de derechas y ultraderechas conseguiría 52. La aritmética sería así: JxCat (32), Vox (11), Ciudadanos (6), PP (3).
El independentismo avanza, arrasa en escaños y llega al 50% de votos
El problema territorial se profundiza en España y vuelve a manifestarse en los resultados catalanes. Tras las elecciones gallegas y, sobre todo, vascas del pasado verano, Catalunya evidencia la tendencia: el Estado de las autonomías tal y como se concibe en la actualidad no se sostiene y la plurinacionalidad pide la palabra. El independentismo amplía su mayoría absoluta en el Parlament al lograr 74 diputados de 135. En porcentaje de apoyos, además, consigue el reto que se había marcado en su conjunto, llega al 50% de los votos si se suma al PDeCat, que no entra en el Parlament. Nunca hubo tantos diputados independentistas en el Parlament. El Estado tiene la obligación de escuchar a las urnas.
El PSC de Illa gana las elecciones
El «efecto Illa» se ha hecho notar en las urnas. El PSC ha ganado las elecciones catalanas. El anuncio del exministro de Sanidad como candidato de los socialistas catalanes a finales del año pasado supuso un revulsivo que se ha materializado este domingo. El PSC ha obtenido 33 escaños, la fuerza más representado en el Parc de la Ciutadella junto a ERC. Y un 23% de los votos, la fuerza más votada.
El candidato socialista anuncia que intentará la investidura y se presentará al debate en el Parlament para tal efecto. La mayoría independentista hace que sea un objetivo complicado de conseguir. Aún así, la vía de diálogo abierta por el Gobierno de Pedro Sánchez y el independentismo se ve refrendada en los comicios de este domingo. Sánchez, además, se afianza en el liderazgo del PSOE y del Gobierno. Illa era una apuesta también suya. Se abre un nuevo ciclo para afrontar el problema territorial, catalán.
ERC vence a JxCat y la CUP duplica el apoyo
La hegemonía independentista cambia de bando. ERC entierra su maldición en unas elecciones catalanas y se impone al espacio postconvergente, cuya marca principal actual es JxCat (PDeCat y PNC no entran en el Parlament). ERC, cuya candidatura estaba encabezada por Pere Aragonès, ha conseguido un 21% de los votos y 33 escaños. Frente a esta, JxCat, de Carles Puigdemont y Laura Borràs, un 20% y 32 diputados.
Se impone la estrategia de ERC para lograr la hipótesis de la independencia catalana, es decir, sumar adeptos a la causa de la independencia desde una perspectiva social y progresista, apostar por el diálogo con el actual Gobierno de coalición progresista en el Estado y pone en el horizonte los conceptos de la autodeterminación y la amnistía. Frente a esta estrategia, pierde fuelle la confrontación constante con el Estado auspiciada por Puigdemont y la reedición de la vía unilateral.
Cabe destacar, en este sentido, que la CUP que duplica apoyo y vuelve a ser imprescindible para una gobernabilidad independentista. Ha obtenido 9 diputados y un 6,7% del apoyo popular. La CUP avanza, ERC, también. No así, JxCat, que pierde presencia y apoyo popular.
En Comú Podem frena la sangría de Unidas Podemos
Los resultados de En Comú Podem se pueden leer desde distintos planos. En Comú Podem mantiene los ocho escaños de la última legislatura en el Parlament. Si en 2017 consiguió 7,5% de los votos, en esta ocasión 6,9%. La estrategia de los comunes de buscar un gobierno de coalición de izquierdas junto a PSC y ERC tendrá muchas dificultades para salir adelante. La lectura estatal, para el espacio de Unidas Podemos, es positiva. Tras la debacle en Galicia y, en menor medida, en Euskadi y la tendencia a la baja en las encuestas estatales, el espacio de izquierdas se mantiene y rompe una tendencia. En Comú Podem y su candidata, Jéssica Albiach, con el respaldo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, logra revertir la tendencia a la baja del resto del Estado. Pablo Iglesias y Unidas Podemos pueden respirar tranquilos y siguen vivos en su estrategia estatal: el Gobierno de coalición progresista ha de sostenerse junto al resto de izquierdas y partidos soberanistas del Estado.
La ultraderecha (Vox) entra con mucha fuerza en el Parlament
La ultraderecha entra con fuerza en el Parlament de Catalunya y se consolida como alternativa política en el Estado. Si Vox consiguió en noviembre de 2019 ser la tercera fuerza en el Congreso, continúa con la tendencia iniciada en diciembre de 2018 en Andalucía y entra al Parlament con 11 diputados, con el 7,6% de los sufragios. El neofascismo español sigue convirtiéndose en una pieza que hay reconocer en el sistema de partido español y consigue una tribuna privilegiada desde Catalunya. El mensaje racista, xenófobo y ultra se consolida y el antifascismo tiene un reto por delante: frenar esta tendencia al alza de los ultras.
Casado y Arrimadas, tocados y casi hundidos
El auge de Vox agrava la situación en el PP, un partido que no se encuentra a sí mismo desde que Pablo Casado llegó a la presidencia en julio de 2018. El PP, que se encuentra inmerso en pleno juicio de los papeles de Bárcenas, pierde frente a su competidor directo en el espectro de las derechas: Vox. Consigue tan solo un 3,8% del apoyo popular, 3 diputados en el Parlament, su peor resultado histórico, y no logra grupo parlamentario propio. Casado lleva al PP a una situación de extrema gravedad. Vox le come la tostada.
Debacle, por otra parte, en Ciudadanos. El partido que se llama a sí mismo liberal, pero que ha usado técnicas y lenguajes propios de la extrema derecha, se ha visto arrollado por Vox. El partido de Inés Arrimadas, primera fuerza en el Parlament desde 2017, se ha desmoronado. Tan solo ha conseguido 6 representantes parlamentarios y 5,5% de los votos. El espacio de centro que pretendía lograr Arrimadas se lleva un jarro de agua fría y sus malos resultados en Catalunya se notarán en su capacidad de influencia política en el resto del Estado. La tendencia de Albert Rivera para el partido naranja, que dejó a Ciudadanos solo con 10 diputados en el Congreso, se extrapola a Catalunya, la región que vio nacer a esta fuerza política. La cabeza de Arrimadas también en bandeja de plata.
Por otro lado, el desmoronamiento de PP y, sobre todo, de Ciudadanos hace que las derechas y ultraderechas nacionalistas españolas en el Parlament pierdan presencia en el Parlament. La suma de los de Arrimadas y Casado en el Parlament en la pasada legislatura era de 40 escaños. En esta ocasión, conjuntamente con su aliado en distintos parlamentos autonómicos, Vox, el trío de Colón, llegan a 20. Solo la mitad.
Fuente: https://www.cuartopoder.es/analisis/2021/02/15/catalunya-reivindica-progresista-6-titulares-mas/