SANTIAGO – Chile se convertirá en el primer país del continente americano en prohibir a los negocios minoristas que usen bolsas de plástico, una iniciativa que tiene como objetivo proteger sus más de 8.000 kilómetros de costa. La medida, aprobada recientemente de manera unánime por el Congreso, otorga a las tiendas y supermercados seis meses […]
SANTIAGO – Chile se convertirá en el primer país del continente americano en prohibir a los negocios minoristas que usen bolsas de plástico, una iniciativa que tiene como objetivo proteger sus más de 8.000 kilómetros de costa.
La medida, aprobada recientemente de manera unánime por el Congreso, otorga a las tiendas y supermercados seis meses para ajustarse a las disposiciones.
Los negocios pequeños y medianos, como las tiendas de vecindario, tendrán hasta dos años para apegarse a las nuevas normas. Durante ese tiempo, podrán dar máximo dos bolsas de plástico por cliente.
La medida es la primera victoria legislativa del presidente Sebastián Piñera desde que tomó posesión del cargo en marzo. Piñera aumentó el alcance de la ley propuesta el año pasado por su predecesora, Michelle Bachelet, que buscaba prohibir el uso de bolsas de plástico en más de cien pueblos costeros.
«Estamos convencidos de que el tamaño de nuestras costas nos obliga a ser líderes en mantener limpios nuestros océanos», dijo Marcela Cubillos, la ministra de Medioambiente.
Casi ochenta gobiernos municipales de todo el país ya han adoptado restricciones desde hace algunos años, mientras algunas comunidades costeras y lacustres tienen prohibiciones absolutas.
Los chilenos utilizan más de 3,4 millones de bolsas de plástico al año, según la ministra del Medioambiente, y la mayoría se tira en basureros municipales o llega al océano.
La medida se trata del esfuerzo más reciente de Chile para ser un modelo en asuntos medioambientales. En 2016, el Congreso aprobó una ley para reducir la basura y promover el reciclaje, y Chile ha reajustado su sector eléctrico en años recientes para depender en mayor medida de recursos de energía renovable.
«Es un paso hacia adelante», dijo acerca de la prohibición Flavia Liberona, directora del grupo ambientalista Terram. «Abre la puerta al avance y la discusión de problemas relacionados, como el uso de plástico para empaquetar comida y el reciclaje».