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China afronta «sombríos» desafíos por el cambio climático

Fuentes: Agencias

El calentamiento global amenaza la senda de China hacia la prosperidad, reduciendo cultivos, disminuyendo el caudal de los ríos y desatando más sequías e inundaciones, según la última evaluación gubernamental sobre el cambio climático, que prevé grandes cambios en la forma en que el país se alimenta. Las advertencias aparecen en la «Segunda Evaluación Nacional […]

El calentamiento global amenaza la senda de China hacia la prosperidad, reduciendo cultivos, disminuyendo el caudal de los ríos y desatando más sequías e inundaciones, según la última evaluación gubernamental sobre el cambio climático, que prevé grandes cambios en la forma en que el país se alimenta.

Las advertencias aparecen en la «Segunda Evaluación Nacional sobre el Cambio Climático», que resume los últimos conocimientos científicos sobre las consecuencias y los costes del calentamiento global para China – la segunda mayor economía mundial y el mayor emisor de gases de efecto invernadero.

El calentamiento global, que alimenta la industria emisora de gases de efecto invernadero, el transporte y el cambio en el uso de la tierra, supone una amenaza a largo plazo para la prosperidad, la sanidad y la producción de alimentos en China, según el texto. Dado que la economía de China probablemente rivalice en tamaño con la de Estados Unidos en las próximas décadas, eso tendrá amplias consecuencias.

«China afronta un situación ecológica y ambiental extremadamente sombría por el impacto del calentamiento mundial continuado y los cambios del medio ambiente regional», dice el informe de 710 páginas, publicado el año pasado pero puesto en venta recientemente.

Pese a ello, las crecientes emisiones chinas de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles, comenzarán a reducirse sólo a partir de 2030, con grandes descensos sólo a partir de mitad de siglo, dice el informe.

Si no se toman medidas para atajar el calentamiento, la producción cerealística en el país con más población del mundo podría caer del 5 al 20 por ciento para 2050, dependiendo de si un «efecto fertilizador» de la presencia de más dióxido de carbono en el aire compensa las pérdidas, según el texto.

Pero esa posible caída puede contenerse mejorando la elección de cultivos y las prácticas agrícolas, además de a través de una irrigación y uso de fertilizantes mejorados.

China es el mayor consumidor mundial de cereales y ha recurrido cada vez más a proveedores extranjeros de maíz y soja.

El informe fue elaborado por equipos de científicos supervisados por responsables gubernamentales, y se produce tras una primera evaluación en 2007. No establece políticas, pero ofrece una base de pruebas y previsiones para dar forma a las políticas.

EL CRECIENTE COSTE DE CULTIVAR

«En general, los impactos observados del cambio climático en la agricultura han sido tanto positivos como negativos, pero principalmente negativos», dijo Lin Erda, uno de los principales autores del informe, a Reuters.

«Pero a medida que las temperaturas sigan creciendo, las consecuencias negativas serán cada vez más graves», dijo Lin, experto en cambio climático y agricultura en la Academia china de Ciencias Agrícolas.

«Por un periodo de tiempo, la gente podría adaptarse, pero los costes de la adaptación crecerán, incluyendo para la agricultura».

Bajo diferentes escenarios de niveles de gases de efecto invernadero y sus efectos, para finales de este siglo la media de temperaturas atmosféricas de China habrá crecido en entre 2,5 y 4,6 grados centígrados por en cima de la media de 1961-1990.

El agua, sea mucha o poca, sigue siendo clave en la forma en que el calentamiento afectará a la prosperidad de China.

«El cambio climático conducirá a graves desequilibrios en los recursos acuíferos de China cada año y a lo largo de los años. En la mayor parte de las zonas, las precipitaciones se concentrarán cada vez más en el verano y otoño, y las inundaciones y sequías serán cada vez más frecuentes», dice el texto.

«Sin medidas efectivas, para la última parte del siglo XXI, el cambio climático podría constituir ya una amenaza para la seguridad alimentaria del país», dice.

En las regiones costeras, el aumento del nivel de los océanos supondrá un problema para las grandes ciudades y zonas exportadoras que han estado a la vanguardia de la industrialización china.

En los 30 años transcurridos hasta 2009, el nivel del mar en Shangái creció 11,5 centímetros; en los próximos 30 años, probablemente aumentará otros 10 o 15 centímetros.

Los esfuerzos para proteger las áreas vulnerables con diques son inadecuados, según el texto, que señala su vulnerabilidad frente a tifones y maremotos que el calentamiento global podría intensificar.

China, con 1.340 millones de habitantes, emite un tercio del dióxido de carbono mundial, siendo Estados Unidos el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero.