Recomiendo:
0

Novedad editorial

Ciencia en el ágora

Fuentes: Rebelión

Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal, Ciencia en el ágora. El Viejo Topo, Mataró (Barcelona), 2012.  Con prólogo de Joan Benach y Carles Muntaner, epílogo de Manuel Martínez Llaneza y nota final de Francisco Castejón ÍNDICE PRÓLOGO: «CIENCIA PARA EL PUEBLO». JOAN BENACH Y CARLES MUNTANER PRESENTACIÓN: «CIENCIA, REBELDÍA Y CIUDADANÍA». 1. RESIDUOS RADIACTIVOS EN ALMACENES TEMPORALES CENTRALIZADOS 2. MERCURIO, RAYOS ULTRAVIOLETAS Y BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO 3. SOBRE LA HOMEOPATÍA Y LAS MEDICINAS SUPUESTAMENTE «ALTERNATIVAS». 4. EL SIDA Y LOS ARGUMENTOS «NEGACIONISTAS». 5. VACUNAS, VACUNACIÓN Y SALUD […]


Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal, Ciencia en el ágora. El Viejo Topo, Mataró (Barcelona), 2012. 

Con prólogo de Joan Benach y Carles Muntaner, epílogo de Manuel Martínez Llaneza y nota final de Francisco Castejón

ÍNDICE

PRÓLOGO: «CIENCIA PARA EL PUEBLO». JOAN BENACH Y CARLES MUNTANER

PRESENTACIÓN: «CIENCIA, REBELDÍA Y CIUDADANÍA».

1. RESIDUOS RADIACTIVOS EN ALMACENES TEMPORALES CENTRALIZADOS

2. MERCURIO, RAYOS ULTRAVIOLETAS Y BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO

3. SOBRE LA HOMEOPATÍA Y LAS MEDICINAS SUPUESTAMENTE «ALTERNATIVAS».

4. EL SIDA Y LOS ARGUMENTOS «NEGACIONISTAS».

5. VACUNAS, VACUNACIÓN Y SALUD PÚBLICA

6. FUKUSHIMA: UN CHERNÓBIL A CÁMARA LENTA.

«EPÍLOGO»: MANUEL MARTÍNEZ LLANEZA.

NOTA FINAL: «ACCIDENTES NUCLEARES, TERREMOTOS Y OTRAS AMENAZAS». FRANCISCO CASTEJÓN

CODA FINAL: UN POEMA DE BERTOLT BRECHT

GLOSARIO, BIBLIOGRAFÍA, ÍNDICE ANALÍTICO Y NOMINAL

*

«Podemos esperar que el accidente de la central de Fukushima permita que los japoneses se reconcilien con los sentimientos de las víctimas de Hiroshima y Nagasaki, reconozcan el peligro nuclear -del que tenemos ante los ojos otro ejemplo trágico- y pongan fin a la ilusión de la eficacia de la disuasión preconizada por las potencias poseedoras de la bomba atómica». En estos términos se expresaba el Premio Nobel de Literatura nipón Kenzaburo Oé en una entrevista con Le Monde poco después de la hecatombe nuclear nipona

El nuclear es uno de los peligros que nos acechan. Informar sobre lo sucedido, dar cuenta detallada de los alrededores de esta peligrosa industria, es uno de los objetivos de este ensayo dialogado que tiene como finalidad esencial acercar documentadamente seis temas tecnocientíficos a la ciudadanía. Como la política o la economía, tampoco la ciencia y la tecnología deben ser un ámbito por el que tan sólo puedan transitar expertos y grandes corporaciones interesadas. Los ciudadanos no especialistas podemos y debemos introducirnos en territorios que son básicos en nuestras vidas.

El almacén temporal centralizado de residuos radiactivos, las bombillas de larga duración y el mercurio, la supuesta validez de la homeopatía y las medicinas «naturales», los argumentos de colectivos que niegan la existencia del SIDA, la vacunación y sus críticos y la hecatombe nuclear japonesa son los seis temas que se desarrollan a lo largo de las páginas de este volumen que puede ayudar a intervenir en una ágora tan necesitada de actitudes críticas, documentadas y no serviles.

«La ciencia es demasiado importante, poderosa e indispensable para la sociedad como para dejarla a merced de los científicos, y desde luego para dejarla en manos de políticos profesionales, empresas y militares» señalan Joan Benach y Carles Muntaner en el prólogo del libro. De eso se trata.

*

Sobre los autores:

Eduard Rodríguez Farré es doctor en medicina, farmacólogo y radiobiólogo, profesor de fisiología y farmacología en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (CSIC), y miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERSP) del IDCIII. Autor de numerosas publicaciones internacionales sobre toxicidad de contaminantes ambientales, energía nuclear y salud en revistas científicas de primer nivel, es también miembro del Comité Científico de la Unión Europea sobre nuevos riesgos para la salud.

Salvador López Arnal, profesor-tutor de Matemáticas en la UNED y de ciclos formativos de informática en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), es autor de La destrucción de una esperanza (Akal, 2010) y Entre clásicos (La Oveja Roja, 2011).

En 2008, ambos autores publicaron en esta misma editorial Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente.

Tres son las citas que abren el volumen.L

a primera es de Hobsbawn:

«Ningún otro período de la historia ha sido más impregnado por las ciencias naturales, ni más dependiente de ellas, que el siglo XX. No obstante, ningún otro período, desde la retractación de Galileo, se ha sentido menos a gusto con ellas. Esta es la paradoja que los historiadores del siglo deben lidiar» (Erik Hobsbawn, Historia del siglo XX).

La segunda de Manuel Sacristán (1983):

«La ciencia en el sentido contemporáneo es un conocimiento socializado con proyección técnica más o menos inmediata. De esta última circunstancia se deriva su peligrosidad intrínseca como conocimiento sumamente eficaz: la excelencia de la física como conocimiento, por ejemplo, es la base del armamento nuclear y químico. La reacción romántica a esa circunstancia que consiste en intentar deshacer el camino andado y, en la práctica política, bloquear la investigación, me parece, por de pronto, inviable además de indeseable. La historia documenta bastante bien que todos los intentos de bloquear la investigación en las épocas por nosotros conocidas han fracasado rotundamente… Por otra parte, esa política tampoco es deseable, porque lo característico de la tecnología contemporánea (como de todo conocimiento en realidad) no es una supuesta bondad o maldad, sino su constitutiva ambigüedad práctica. La misma ingeniería genética, por ejemplo, en la que se pedía una moratoria pensando en los riesgos de su manejo de ciertos virus y en la pesadilla, aun lejana, de intervenciones políticas en el equipo genético humano, es una de las principales esperanzas en la lucha contra el cáncer. Desde el punto de vista político-moral, la ciencia es ambigua por así decirlo, si no queremos usar la palabra «neutral» lamentablemente satanizada en los ambientes de izquierda».

La tercera del Premio Novel antinuclear nipón:

«No quiero transmitir estas palabras a los hombres -los políticos, los burócratas, los empresarios- que intentan imponer a las generaciones futuras la difícil tarea de deshacerse de los residuos radiactivos que se han generado y siguen generándose por culpa de una política energética que pone la capacidad de producción y la fortaleza económica por delante de todo lo demás. Más bien quiero transmitir estas palabras a las mujeres -las jóvenes madres- que rápidamente se han dado cuenta de los peligros que se les plantean a sus hijos y tratan de encarar el problema de frente.» (Kenzaburo Oé (2011))

El libro incorpora la siguiente dedicatoria: «Para Oriol Martí y Jorge Riechmann, científicos concernidos a los que gusta intervenir (documentadamente) en el ágora».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.