Es el «car2go», un proyecto piloto de la automotriz Daimler. En Ulm, al suroeste del país, 200 Smart de alquiler esperan conductor. Sólo hay que subir, pagar 19 céntimos de euro por minuto y aparcar donde se quiera. A nadie se le escapa que los problemas de movilidad son uno de los grandes quebraderos […]
Es el «car2go», un proyecto piloto de la automotriz Daimler. En Ulm, al suroeste del país, 200 Smart de alquiler esperan conductor. Sólo hay que subir, pagar 19 céntimos de euro por minuto y aparcar donde se quiera.
A nadie se le escapa que los problemas de movilidad son uno de los grandes quebraderos de cabeza en las grandes urbes de todo el mundo. Ya sea con el vehículo propio o bien en transporte público, atravesar el centro de casi cualquier ciudad en hora punta es poco menos que una odisea.
El futuro, pues, pasa por fomentar iniciativas que ayuden a acabar con los problemas de tráfico. Algunas son bien conocidas: el uso de la bicicleta, el propio transporte público o compartir vehículo con personas que realicen el mismo trayecto.
Esta última es una costumbre que cada día gana adeptos y que, cuestiones de movilidad al margen, además de ser respetuosa con el medio ambiente nos ofrece la posibilidad de ampliar nuestro círculo de amistades. Pero, para propuestas innovadoras, la que acaban de estrenar en la ciudad alemana de Ulm, en el estado federado de Baden-Wurtemberg, al suroeste del país.
Se llama «car2go» -«car to go», del inglés, literalmente «coche para llevar»-, y tiene como promotor al fabricante de automóviles Daimler.
«Llegar, subir y conducir»
El proyecto está basado en un concepto primordial: la flexibilidad. Para ello, una flota de 200 Smart azules y blancos se halla desplegada por el casco urbano de Ulm, una población de alrededor de 200.000 habitantes. Los usuarios del «car2go» tan sólo necesitan un pequeño chip que adjuntar a su carné de conducir e inmediatamente subir al primer Smart de la flotilla que encuentren disponible.
Si el vehículo está libre, el chip facilita la apertura de la puerta. Una vez dentro, es necesario introducir una número de identificación personal y ya podemos arrancar.
Las ventajas del servicio «car2go» son numerosas. De entrada, no es necesario reservar el vehículo. Basta con hallar uno disponible. Además, tampoco hay que especificar cuánto tiempo lo vamos a utilizar. Da igual si por un minuto como si queremos disponer de él por todo el día. Por si fuera poco, el kilometraje es ilimitado y, en caso de ir justos de combustible, tampoco tenemos que pagar. Una tarjeta en el interior del vehículo nos soluciona la papeleta.
Por último, el servicio contempla la posibilidad de abandonar el coche en cualquier punto del casco urbano de Ulm. Por ejemplo, en una de las 130 plazas de aparcamiento gratuitas de que dispone el «car2go».
Coche por 19 céntimos el minuto
También las tarifas son flexibles. A partir de 19 céntimos de euro el minuto, gasolina y seguro incluidos. También podemos alquilar nuestro Smart por horas -9,90 euros- o incluso días -49 euros-. Otra ventaja del sistema la ofrece la posibilidad de reservar por adelantado. A través del celular o Internet, por ejemplo.
Eso sí, si transcurridos quince minutos desde la hora fijada como inicio del alquiler el usuario no acude al lugar donde debía recoger el vehículo, deberá abonar una multa de cuatro euros.
El éxito de la iniciativa, que comenzó a finales de 2008 en periodo de pruebas con los trabajadores de Daimler como usuarios, ha sido rotundo. Desde el 27 de marzo, cuando el servicio se inauguró oficialmente, más de 7.000 de los 200.000 habitantes de Ulm se han dado ya de alta en el «car2go». Sólo en abril, los 200 Smart que forman la flota recorrieron la friolera de 200.000 kilómetros. Y un dato más: el 95% de los vehículos son utilizados cada día. Algunos, incluso hasta en 15 ocasiones.
De Ulm a Texas
En Ulm ya piensan en aumentar la flota de vehículos. En Daimler, en exportar la iniciativa. Concretamente, a la ciudad estadounidense de Austin, en Texas. Una auténtica prueba de fuego para el «car2go». Con alrededor de 750.000 habitantes, Austin multiplica casi por cuatro la población de la ciudad alemana. Una buena ocasión para comprobar las bondades del sistema en cuanto a mejora de la movilidad se refiere.
Por el camino, en Ulm deberán mejorarse también algunos aspectos del concepto. Por ejemplo, responder a la exigencia de los usuarios de disponer de un mayor número de plazas de aparcamiento. Aseguran que los 130 existentes se quedan algo cortos.
Tampoco parecen estar muy contentos los responsables del transporte público de la ciudad. Muchos usuarios han decidido cortar por lo sano y no adquirir más abonos mensuales para ir en autobús. El Smart es pequeño, pero la tentación de subir a él por 19 céntimos de euro el minuto es muy grande.
Autor: Emili Vinagre
Editor: Enrique López Magallón
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