Colectivos sociales de Euskalherria y Aragón se han manifestado este domingo por las calles de Tutera para impedir la prórroga del contrato de arrendamiento que el Ministerio de Defensa y la Junta de Bardenas mantienen y que hace posible la actividad del polígono de tiro militar en Bardenas desde hace veinte años. Lo que empezó […]
Colectivos sociales de Euskalherria y Aragón se han manifestado este domingo por las calles de Tutera para impedir la prórroga del contrato de arrendamiento que el Ministerio de Defensa y la Junta de Bardenas mantienen y que hace posible la actividad del polígono de tiro militar en Bardenas desde hace veinte años.
Lo que empezó siendo una de las luchas históricas con más apoyo dentro del sentimiento popular en aquellas tierras vuelve a retomar impulso para conseguir el cierre de estas instalaciones militares definitivamente.
El último contrato de arrendamiento entre el Ministerio de Defensa y la Junta de Bardenas, se firmó bajo tres premisas, la duración de 20 años divididos en dos periodos de 10 años, prorrogables automáticamente a otros diez, el aumento del canon recibido por la Junta en la segunda mitad del contrato de siete millones de euros al año a catorce y la cesión por parte del Ejército de la propiedad dominical del territorio de Bardenas a la Comunidad de Bardenas.
«Este contrato hermético e impuesto, nunca ha sido consultado a las gentes de los pueblos afectados, y esconde el robo en la práctica, de las tierras bardeneras a aquellas que tienen el derecho legítimo de uso y disfrute, las vecinas y vecinos, pero también impone a aquellos que no lo son, los riesgos del uso militar de este paraje natural y sus alrededores», señala una portavoz de la plataforma convocante.
«Ante esta situación, desde Bardenas Libres 2018 planteamos la realización de consultas populares que pondrán en evidencia el rechazo social que genera este polígono militar.»
Este año 2018 es una fecha clave, ya que es ahora cuando se prorroga el contrato de arrendamiento, doblándose el canon que va a recibir la Comunidad de Bardenas, aumentando así la dependencia económica hacia estas instalaciones por parte de los 19 ayuntamientos, dos valles y Monasterio de la Oliva.
«Es el momento de mostrar nuestro más absoluto rechazo a la barbarie que se ensaya aquí y de volver a aglutinar fuerzas para exigir el desmantelamiento de estas instalaciones militares».
La plataforma ciudadana pone en cuestión la legitimidad de la Junta de Bardenas para firmar contratos con Defensa porque «no es un ente democrático ni representativo de la sociedad afectada, no es transparente en su funcionamiento, y facilita el caciquismo ante la explotación de los recursos económicos de Bardenas, alejada de lo que debería ser la buena gestión pública.»
Bardenas Libres 2018 tiene intención de seguir denunciando lo que sucede y «tejer redes con otros colectivos y luchas vinculadas a la nuestra, como las de las personas refugiadas y migrantes, porque las guerras que sufren se preparan aquí, miremos aquí y no hacia otro lado.»