Escribo esta nota a las 16 horas del 29 de marzo, uno día que, con seguridad de la buena, pasará a la historia del movimiento obrero y ciudadano ibérico. La manifestación de esta tarde, a las 18 horas, no creo equivocarme, será una de las movilizaciones sociales más masivas en la historia obrera de Catalunya. […]
Escribo esta nota a las 16 horas del 29 de marzo, uno día que, con seguridad de la buena, pasará a la historia del movimiento obrero y ciudadano ibérico. La manifestación de esta tarde, a las 18 horas, no creo equivocarme, será una de las movilizaciones sociales más masivas en la historia obrera de Catalunya. No hay espacio para el error. Hasta altas horas de la noche. Puestos, podríamos tomar incluso el Parlament.
Para despejar variables marginales, señalo con pesar -y algo de rabia- «el sentido de estado» de la bancada socialista y su presencia, hoy, en el Congreso de Diputados (¡qué inmenso error, qué inmenso y estúpido servilismo!), así como las declaraciones del mediodía del más vomitivo (y hay muchos desde luego) de los políticos profesionales españoles, el unionista-cristiano-Hotel Palace, Duran i Lleida. El éxito de una huelga, ha dicho en el tono de chulería perdonavidas que le caracteriza, «se valora por la consecución de sus objetivos. El de esta hulega era cambiar la ley de reforma laboral. No creo que el gobierno cambie nada en la reunión del Consejo de Ministros de mañana». ¿Piensa que nos falta fósforo? Es probable, la élite antidemocrática suele pensar así. ¿Le sobran toneladas y toneladas de mala leche y de prepotencia de clase? La derecha y las grandes corporaciones, que tan bien representa, lo han hecho así.
Unos apuntes más. Diversos tuiteros han detectado farolas encendidas a mediodía en varias poblaciones. ¿Por qué? Por incrementar, sea como sea, el consumo energético del país. Algunos dirigentes «peperos» y olé han decidido maquillar la demanda eléctrica -que ha disminuido sustantivamente en industrias y fábricas- con el encendido del alumbrado público. ¡Viva la austeridad, viva el control del innecesario gasto público! Consecuentes (e imbéciles) hasta el sonrojo.
Un trabajador de la edición gallega de El País informa que han hecho huelga 11 de los 12 trabajadores (más del 90%) de la redacción y que han conseguido que no hubiese cuadernillo de información de Galicia. En el conjunto del periódico, comenta este mismo trabajador, han secundado la protesta alrededor de un 75% de los periodistas. La edición con 32 páginas apenas ha llegado al país de Castelao: los transportistas estaban en huelga y lo mismo las rotativas del grupo Prisa. Definitivamente: la línea editorial del diario monárquico-imperial-global-clasista no tiene nada que ver con las posiciones de sus trabajadores.
Un informe sobre consumo eléctrico, elaborado por ECONOMISTAS FRENTE A LA CRISIS, que vale la pena tener en cuenta: el consumo de electricidad imputable a la actividad productiva ha caído -hasta las 13h del 29M- un 87,7% . En la huelga de 2010 (contra el gobierno PSOE y su contrarreforma laboral) fue del 68,4% y en la huelga de 2002 (contra el decretazo de José Mª Aznar-ENDESA) fue del 85,0%. El turno de noche ha tenido un seguimiento absoluto con caídas hasta las 7h de la mañana superiores al consumo que se produce en un día festivo.
Conclusión de este admirable grupo de economistas: la gran industria ha parado prácticamente en su totalidad. Es imprescindible resaltar, señala el informe, «que este indicador… no trata de contar trabajadores en huelga sino los MW/h consumidos en la actividad productiva durante la Huelga». Como es comprensible, añaden, la huelga no tiene incidencia sobre el consumo de los hogares que no desconectan electrodomésticos, calefacciones e iluminación. Es decir, el dato que dan los medios de «desinformación» -no de información- de descenso de consumo del 21% es erróneo: no se esta distinguiendo entre el segmento de consumo de electricidad de los hogares y el debido a la actividad productiva [1].
Acabo las notas añadiendo otra más directamente relacionada con los piquetes sin compasión empresariales: mi compañera ha hecho huelga jugándose varias cosas en su empresa-fundación (que cuida a enfermos mentales); mi cuñado no ha hecho huelga a pesar de ser un rojazo y estar en contra del decretazo que él llama medieval. Temía, con datos y razones, que lo arrojaran a la cuneta. Mi cuñada, farmacéutica, tampoco ha podido hacer huelga, compartiendo el criterio de su hermano. Se jugaba también el puesto de trabajo. Su compañero, también farmacéutico, está en el paro. Sobraba; la farmacia, generando beneficios, no generaba lo suficiente para la empresaria-farmacéutica. Son muestras significativas de las condiciones en que ejercemos realmente nuestro derecho a la huelga
La huelga en Barcelonesa: la ciudad de despidió emocionada a las Brigadas Internacionales ha estado tomada por la ciudadanía, sin complejos y pacíficamente, a pesar de que a partir de las 12 horas los Mossos d’Esquadra han hecho acto de presencia con los métodos a los que nos tienen acostumbrados. Música de resistencia y esperanza, manifestaciones espontáneas, cierre de Zara, del Popular y de El Corte Inglés, y basura , como es justo y razonable, a la puerta de la Bolsa de Barcelona. ¡Que les den en sus inversiones y en sus cálculos sin alma!
Gente, mucha gente, trabajadoras y trabajadores de toda edad y posición. Los iaioflautas, activistas de CCO y UGT, del 15M, de CoBAS, de la CGT, de otros sindicatos alternativos, y jóvenes, muchos jóvenes, que han sido capaces de enfrentarse con coraje -he estado pegado a algunos de ellos- a los Mossos d’Esquadra y sus «contundentes actuaciones» neofranquistas. Tienen a uno de los políticos más odiosos de la clase política convergente en el puesto de mando, Felip, el Puig, y la insoportable levedad de su idiotez neofacista.
¿Qué inferir de lo vivido hasta ahora? Resumo para no cansar: la importancia, la decisiva importancia de la unidad. Juntos podemos. No es retórica. Podemos. Somos más, mucho más de los que ellos quieren, cuentan y desean. Hay tantos puntos de unión, hay tantos programas reales, con sentido, justificados, que podemos intentar. Hay tantas formas de solidaridad que podemos practicar. Hay tantas formas de avanzar respetando disidencias y posiciones no coincidencias, que todo, todo, es posible y queda mucho por hacer. Se trata, tan sólo es eso en esencia, de ver y sentir al compañero-a como compañera-o. Lo que es. La clase obrera, las clases trabajadoras no tenemos por qué visitar ningún paraíso ni incuso añoramos su existencia. Sólo queremos, como dijera aquel maestro -rojo donde los hubiera- de estudiantes, obreros y ciudadanos que fundó la revista mientras tanto, «que tras esta noche oscura de la crisis de una civilización despuntara una humanidad más justa en una Tierra habitable, en vez de un inmenso rebaño de atontados ruidosos en un estercolero químico, farmacéutico y radiactivo». ¿No es eso lo que queremos?
¿Se acuerdan de aquellas viejas consignas que teníamos guardadas, un poco arrinconadas, en algún cajón? «El pueblo unido jamás será vencido». Pues hoy sonaban de nuevo y tenían nuevo y significativo sentido. Así que, aunque yo cante muy mal, les echo un cante (de Luis Pastor si memoria ha acuñado bien esta moneda enrojecida). ¿Preparados? Con tú quiero y con mi puedo vamos juntos compañera, vamos junto compañero…
Vamos juntos, hasta enterrarlos (metafóricamente, sólo como metáfora) en el mar. Ya no se trata de modificar esta contrarreforma medieval ni de echarla debajo de golpe, ni estar en contra de los recortes sociales o de la política económica suicida del gobierno (del de «Madrid» y del de Barcelona). No, no se trata sólo de eso. Se trata de otra cosa, anunciamos algo nuevo: ¡abajo la era del capital, abajo el capitalismo, abajo la edad de la explotación, la codicia y la opresión! Empecemos a construir un mundo nuevo que, como quería el poeta, podemos ya empezar a imaginar. Entre todos, entre todas.
PS. Son las once de la noche. Éramos miles y miles, centenares de miles, no puedo precisar más, las personas que hemos ocupado esta tarde el centro y las calles próximas de la ciudad. La protesta ciudadana contra la política antiobrera de los gobierno central y autonómico ha sido masiva, como pocas veces se ha vivido en la «ciudad de los prodigios». Sin embargo, no puede negarse que la gran movilización de trabajadoras y trabajadores se ha visto alterada por otras manifestaciones y por enérgicas intervenciones policiales. Más allá de agentes infiltrados, probables provocaciones, resistencias no pacíficas a agresiones que no pueden generar sólo respuestas pacíficas, no estoy en condiciones de decir nada de interés sobre lo sucedido aparte de señalar -por si acaso fuera necesario- que no parece que ningún policía haya resultado herido y sí, en cambio, han sido heridos o golpeados algunos manifestantes, con detenciones en algunos (Quemar los 225 contenedores que parecen se han quemado esta tarde en la ciudad, desde el punto de la vista de la violencia, más allá de las llamas y el efecto de las imágenes televisivas, no es comparable a la violencia que la patronal catalana y española ejercen día tras día sobre millones de ciudadanos trabajadores).
El alcalde convergente de la ciudad ha realizado una -estudiada- intervención a las 10 de la noche de unos 15 minutos, sobrepasando probablemente sus funciones de responsable municipal, donde esencialmente ha anunciado un endurecimiento de la política represiva y una mayor dotación para la guardia urbana, pidiendo a un tiempo medidas idénticas para los otros cuerpos policiales. ¡El dinero público puede usarse sin problema para esos fines policiales!
Francesc Homs, el portavoz del Gobierno, ha intervenido unas horas antes, a las 7 de la tarde, y ha tenido el cinismo -que le suele caracterizar- de decir que su gobierno comprendía muy bien el malestar de la ciudadanía, sus protestas, sus reivindicaciones. ¡Como el cemento armado! ¡Ellos que han apoyado la contrarreforma, han recortado servicios sociales básicos y han eliminado el impuesto de sucesiones para los ricos! Sus palabras indican, eso sí, que son conscientes del malestar generado, de la rabia acumulada y de la masiva respuesta ciudadana a la política antiobrera que ellos están apoyando y ejerciendo desde el primer día de su mandato. Tienen un rostro inconmensurable, repleto de hormigón, pero son muy conscientes -no son nada estúpidos- del alcance y el éxito de la movilización obrera de este gran día de lucha que ha sido el 29 de marzo. Otro día para la historia de la dignidad y resistencia obreras.
Nota:
[1] La metodología usada para el cálculo puede consultarse pinchando aquí: http://www.economistasfrentealacrisis.com
Salvador López Arnal es nieto de José Arnal Cerezuelo, un «delincuente» reo de rebelión militar, cenetista aragonés asesinado en Barcelona en mayo de 1939 por un pelotón de la Benemérita que hoy se hubiera sentido muy feliz paseando por las calles de una ciudad que también fue suya.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.