Diosdado Toledano, uno de los líderes obreros catalanes más sólidos y consistentes de la segunda mitad del siglo XX (y, por supuesto, del de éste), un modelo de referencia (y estudio) de ciudadano-obrero culto, infatigable y comprometido, ha apuntado recientemente en notas que han circulado en la red algunas de sus inquietudes sociopolíticas más recientes. […]
Diosdado Toledano, uno de los líderes obreros catalanes más sólidos y consistentes de la segunda mitad del siglo XX (y, por supuesto, del de éste), un modelo de referencia (y estudio) de ciudadano-obrero culto, infatigable y comprometido, ha apuntado recientemente en notas que han circulado en la red algunas de sus inquietudes sociopolíticas más recientes. Ha escrito por ejemplo: «Andaba con la mosca detrás de la oreja sobre la situación concreta en que se encontraba el trámite del llamado «pensionazo». Sabía que el proyecto de Ley había pasado al Senado [en comisión, no en pleno] y me habían informado que durante el mes de septiembre volvería al Congreso de Diputados para el carpetazo final de la contrarreforma. Los medios de comunicación que consulto diariamente El País y Público no informaban sobre el trámite en el senado y pensaba que en septiembre nos veríamos las caras contra la votación final del pensionazo».
Diosdado preguntó el pasado lunes 18 de julio al diputado de IU, Gaspar Llamazares, sobre el día de septiembre en que se trataría el asunto en el Congreso. La respuesta de Llamazares: el proyecto de Ley ya había pasado su trámite por el Senado [1] y se vería en el Pleno del congreso del próximo jueves 21 de julio, en período casi vacacional.
Con estupor y agudo sentido del humor, Diosdado cuenta que inmediatamente pensó que debía haber leído mal, muy mal, durante los últimos días los dos periódicos citados para no haberse dado cuenta de la noticia. Intentó verificarla en Internet. «Curiosamente de este evento informaban diversas agencias informativas y medios de comunicación pero no encontré ningún rastro de la noticia en la web de El País ni de Público«. Eso sí, observa Diosdado que, curiosamente, en su edición de 14 de julio, el matutino diario global-independiente (¡qué risa tía Felisa! ¡qué peñazo amigo Toledano!) destacaba en portada el «pensionazo»… pero en Italia junto a otros recortes anexos. Pero, en cambio, nada del pensionazo español en su paso por el Senado, la segunda real cámara. Puede, comenta Diosdado, que el Senado, tan devaluado el pobre, incluso por el candidato ex vicepresidente, no merezca aparecer en dichos periódicos; puede que quiera protegerse a Zapatero y a Rubalcaba de la impopularidad del pensionazo y cubrir con el silencio tal evento (o incluso ni eso); caben algunas posibilidades más. Tampoco se trata de ser exhaustivo, prosigue Diosdado.
Lo importante es apuntado por él en estos términos: «Lo cierto es que han conseguido despistar a mucha gente y evitar que l@s indignados del 15M puedan preparar una movilización de protesta delante del Congreso de diputados». O quizás me equivoque, concluye el dirigente obrero catalán-internacionalista, y todavía «se está a tiempo de exigir a los diputad@s que rechacen con su voto negativo un proyecto de Ley retrógrada».
Estamos a tiempo, faltan horas en el momento en que escribo. Eso sí, es muy probable que aparte de voces conocidas y respetadas, nadie escuche, nadie quiera cambiar nada sustantivo y rectificar una de las cargas de profundidad más profundas contra los derechos de los y las trabajadoras y el proyecto de Ley se apruebe casi por unanimidad. El divorcio entre la clase política, los señores a los que sirve ese homogéneo grupo, y la voluntad de la ciudadanía no puede ser más claro y evidente. No permitamos, grita y vindica Diosdano Toleano con razón y rabia, «que nuestros hijos vivan peor que nosotros».
Nos va su futuro… y el nuestro en ello.
Nota:
[1] La Comisión de Trabajo del Senado, no el Pleno, ha aprobado el proyecto de ley de reforma de las pensiones incluyendo, entre otros cambios, una enmienda transaccional que permite sumarse cinco años de cotización a las mujeres que hayan interrumpido su carrera profesional para el cuidado de sus hijos. La enmienda ha sido pactada por todos los grupos presentes en la Comisión (PSOE, PP, CiU, Entesa Catalana de Progres, Senadores Nacionalistas y Grupo Mixto). Se computará, según la enmienda, como período cotizado «la interrupción de la cotización derivada de la extinción laboral o de la finalización del cobro de prestaciones producidas entre los nueve meses anteriores al nacimiento, o los tres anteriores a la adopción o acogimiento permanente, y la finalización del sexto año posterior a dicha situación». El derecho sólo se reconocerá a uno de los progenitores; en caso de conflicto, será siempre la madre a quien se le computen. En total se han incorporado 18 enmiendas transaccionales a la reforma. La Comisión ha dado luz verde al proyecto de Ley con 13 votos favorables, 12 en contra y la abstención del PNV, y ha introducido 40 nuevas enmiendas antes de remitirlo de nuevo al Congreso de los Diputados. Durante el debate del proyecto de Ley se rechazaron los vetos al proyecto de Ley presentados por ERC, ICV y el Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (PNV y BNG). Igualmente, de acuerdo con los cambios introducidos las personas discapacitadas podrán jubilarse de forma anticipada con 25 años cotizados y se solicita al Gobierno a presentar en el plazo de un año y previa discusión con los interlocutores sociales otro proyecto de Ley que «mejore la consideración de los períodos cotizados de los trabajadores a tiempo parcial y en los contratos fijos discontinuos». Habrá que ver en que queda esto último.
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