Ecologistas en Acción evalúa como insatisfactorios los acuerdos alcanzados por las diferentes partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica a pesar de los progresos.
La organización ecologista critica que no se hayan corregido algunas de las carencias más importantes en el contenido del Marco Global post 2020 para detener la pérdida de biodiversidad.
Advierten de que ahora más que nunca la sociedad global debe exigir un cambio transformativo en la segunda parte de la COP15, donde se ratificarán los acuerdos definitivos.
Del 14 al 29 de marzo han estado reunidos en Ginebra delegados de los 196 Estados miembros del Convenio de Diversidad Biológica (CBD), además de la comunidad científica y representantes de la sociedad civil. El objetivo de este encuentro era dar forma a los documentos y acuerdos internacionales para lograr alcanzar el objetivo de detener la crisis de pérdida de biodiversidad. Esto se produce tras la declaración de Kunming el pasado octubre, y es la antesala de la segunda parte de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) que tendrá lugar en el tercer cuatrimestre de 2022 en China. Tras el rotundo fracaso de las Metas de Aichi, los resultados de los acuerdos definitivos que se ratifiquen al finalizar la COP15 son determinantes para garantizar la supervivencia de los ecosistemas y el futuro del planeta.
Marco Global Post-2020
El Marco Global Post-2020 es el más importante de los documentos que se están negociando en Ginebra. Su objetivo es “impulsar a los Gobiernos y a la sociedad (…) a adoptar medidas urgentes y transformadoras”. Para ello establece una Visión para 2050, “vivir en armonía con la naturaleza”, y una Misión para 2030 que garantice detener la pérdida de biodiversidad a través de 21 metas de acción específicas.
Ecologistas en Acción advierte de que no se ha tenido la oportunidad de negociar y finalizar los textos sobre muchas cuestiones cruciales, aunque reconoce que ha habido algunos avances. El borrador actual sigue sin abordar las causas reales de pérdida de biodiversidad: el crecimiento económico ilimitado, el consumismo, la producción insostenible, la responsabilidad de las grandes corporaciones y el exceso de confianza en la tecnología como solución a los problemas actuales. La organización ecologista exige que, a pesar de la reticencia de algunos países, se defina la situación actual como una crisis ecológica, en concordancia con lo firmado en la Declaración de Kunming.
Soluciones Basadas en la Naturaleza
La Meta 8 del Marco Global establece cómo la biodiversidad puede “contribuir a la mitigación, la adaptación y la resiliencia” en la lucha contra el cambio climático. Ecologistas en Acción celebra que se haya eliminado la mención a que deben contribuir con al menos 10 gigatoneladas de equivalente de dióxido de carbono (GtCO2e), pero lamenta que vuelva a estar sobre la mesa la posibilidad de incluir mención explícita al término ‘Soluciones Basadas en la Naturaleza’. La solución a la crisis climática debe estar basada en la reducción de emisiones y no en la instrumentalización de la naturaleza.
Planificación territorial
La Meta 3, sigue planteando la declaración del 30 % de las zonas terrestres y marinas como áreas protegidas antes de 2030. Ecologistas en Acción tiene serias dudas de que un enfoque pensado en la planificación territorial sin planes de gestión adecuados y que se concentre en un porcentaje concreto sea efectivo para frenar la pérdida de biodiversidad. La declaración de áreas protegidas fue uno de los escasos logros de las Metas de Aichi y aun así la crisis se ha agravado.
Como nota positiva se ha avanzado en el adecuado reconocimiento de los derechos a la tierra y sus recursos naturales de los pueblos indígenas y comunidades locales en la Meta 3, alineado con la Meta 21, aunque hay espacio para mucha mejora. Un modelo basado en la declaración de áreas protegidas funcionará sólo con gobernanzas equitativas que los tengan en cuenta.
Integrar la biodiversidad en todos los sectores
Uno de los aspectos más importantes es cómo se abordará la integración de la biodiversidad en las políticas gubernamentales, sectores económicos clave o sistemas fiscales. Ecologistas en Acción condena el excesivo peso que se está dando a las grandes corporaciones en la definición de estos aspectos. Denuncia que en el Proyecto de Recomendación para el Enfoque a Largo Plazo para la Integración de la Diversidad Biológica en Todos los Sectores no se ha seguido un proceso democrático y su contenido se ha desarrollado a puerta cerrada.
El Plan de Acción para lograr este objetivo debería ser un eje central del Marco Global. Sin embargo, a día de hoy puede traducirse en medidas perjudiciales para la conservación de la biodiversidad. La Meta 15, por ejemplo, puede dar lugar a que los gobiernos pidan a las empresas que se autorregulen e informen sin supervisión ni control externo. Experiencias previas demuestran que esto conduce a abusos de los derechos humanos y daños medioambientales sin consecuencias legales.
Biodiversidad oceánica
Ecologistas en Acción denuncia que en el Proyecto de Recomendación Conservación y Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica Marina y Costera se “alienta a las Partes e invita a otros Gobiernos a minimizar y mitigar los efectos de la minería de alta mar”. La organización ecologista, así como la comunidad científica, exigen la prohibición absoluta de la explotación minera de los fondos marinos.
Ecofeminismo
Por iniciativa de Costa Rica, y con el apoyo de 11 países, se ha planteado la creación de una nueva Meta específicamente sobre género que “garantice a las mujeres y a las niñas igualdad en el acceso y los beneficios de la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica” y la “participación informada y eficaz en todos los niveles de la toma de decisiones y la formulación de políticas”. Ecologistas en Acción apoya este avance, aunque lamenta que se haya quedado fuera del debate final de los grupos de contacto, quedando en el aire su incorporación al borrador final.
¿Y ahora qué?
La organización ecologista teme que la falta de tiempo para un debate profundo y la escasa voz que se ha dado a los representantes de la sociedad civil hayan dado como resultado un borrador final demasiado abierto, que dependerá en exceso de lo que se negocie in extremis en la segunda parte de la COP15 de Kunming. Ahora más que nunca la ciudadanía y el movimiento ecologista deben unirse para reclamar a sus representantes políticos unidad y contundencia para evitar el colapso de los ecosistemas. Actuando sobre las causas directas de pérdida de biodiversidad, eliminando las subvenciones a empresas y sectores que causan destrucción medioambiental, se está a tiempo de resolver esta crisis ecológica y, efectivamente, “vivir en armonía con la naturaleza”.