La asociación Globalízate cree que el fracaso de la cumbre de Copenhague se ha ido gestando durante los últimos 17 años, probablemente los únicos en los que ha habido posibilidades de evitar un cambio climático peligroso y no ha sido por accidente. Esto es el resultado de una campaña sistemática de sabotaje por parte de […]
La asociación Globalízate cree que el fracaso de la cumbre de Copenhague se ha ido gestando durante los últimos 17 años, probablemente los únicos en los que ha habido posibilidades de evitar un cambio climático peligroso y no ha sido por accidente. Esto es el resultado de una campaña sistemática de sabotaje por parte de ciertos estados, promovido y conducido por las empresas energéticas y la inestimable colaboración de think tanks negacionistas.
El sistema mismo de negociaciones, obscuro y sin métodos innovadores de resolución de disputas ha derivado en peleas tan inútiles como improductivas. El colmo ha sido que, además de no llegar a un acuerdo vinculante y ambicioso, la reunión ha contribuido al cambio climático tras emitirse más de 46.000 toneladas de CO2. La caótica semana vivida en Copenhague ha culminado con un fracaso total tanto organizativo como de resultados. A lo que se suma, los niveles de represión nunca visto en un país considerado hasta ahora civilizado.
Las esperanzas generadas por el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama se han desvanecido como el hielo de los glaciares, el papel de la Unión Europea, que pretendía liderar las negociaciones, ha sido tan contaminante como una central térmica de carbón y los países emergentes han mantenido sus intereses de crecimiento, como la temperatura del planeta, por encima de la naturaleza o de la civilización humana.
Por otro lado, la mayoría de la sociedad en los países occidentales no tiene intención de limitar o reducir su tren de vida. Mientras la población considere que es más importante el crecimiento económico que cuidar del planeta, los políticos no llegarán a ningún tipo de acuerdo vinculante. Hasta que no cambie la sociedad occidental no habrá ninguna posibilidad de combatir el calentamiento global. Esto podrá ocurrir de dos maneras. Una que llevará tiempo, la concienciación social y a la asunción de responsabilidades colectivas, aunque no disponemos ya de mucho tiempo y otra abrupta, como consecuencia de la constatación de cambios irreversibles en nuestro medio ambiente. Entonces ya será demasiado tarde.
Mientras tanto, adios África, adios Sur de Asia, adios glaciares y hielo marino, arrecifes de coral y selva tropical: Fue bonito conoceros, aunque a nadie le importasteis. Los gobiernos que se movieron tan rápidamente para salvar a los bancos han discutido y obstruido mientras la biosfera arde.