Corrupción: De casos aislados a un problema sistémico

Corrupción On Line

Ahora mismo, conforme la escritura e incluso luego, conforme la lectura, se está produciendo un caso de corrupción que afecta a la arcas públicas, comunales, distritales, jurídicas, parlamentarias, senatoriales. militares, e incluso monárquicas. Ahora mismo existen abogados del estado que han pedido su baja temporal para asesorar a empresas privadas de cómo esquivar los controles impositivos para pagar menos o no pagar a la hacienda pública. Es que acaso nos cuesta mucho recordar la inconmensurable -no se pueden medir los secretos de estado compartidos-, labor de nuestros expresidentes (muy bien pagados por estas asesorías), ex ministros y ex funcionarios aconsejando a las eléctricas, bancos, y cualquier tipo de empresa importante que pueda darles un mediático rol profesional a cambio de que ellos, con sus contactos aún en el poder, funcionariado, etc; y agilicen trámites, y compartan los secretos del estado para intentar obtener mas ganancias a estas empresas privadas.

¿Es que acaso el estado no estipula un contrato de confidencialidad con aquellos que han ocupado puestos de relevancia y que luego rentabilizan su futuro facilitando esa información a empresas privadas?

Desahucios On line

Ahora mismo es posible que estén embargando a algún emprendedor que no le salieron bien las cosas, o a un parado que no termina de conseguir un puesto de trabajo, disponiendo todo el poder ejecutivo del estado para con los simples ciudadanos que no pueden sacar su dinero fuera, porque no llegan a fin de mes, ni recibir la asesoria de los expresidentes de turno o los abogados del estado en baja temporal, o recibir el apoyo de la banca para con los clientes VIP que quieren llevar su dinero fuera. Ahora mismo los Rato, Los Puyol y los Bárcenas están paseando sus palmitos en libertad, mientras cuatro millones de parados viven bajo la amenaza de cortes de luz, embargos, desahucios, y presiones telefónicas, o presiones por correo, porque no llegan a fin de mes y tampoco pagar a la eléctricas. Si esas mismas eléctricas que asesoraron y asesoran, nuestros excelentísimos presidentes, y sabemos de quién hablamos.

Ahora mismo, cualquier político con un claro concepto de la ética y moral social, así como empatía, podría perfectamente denunciar a ese compañero de partido que de un tiempo a esta parte ha cambiado su humilde perfil de luchador político por el de un nuevo rico, dilapidando en casas, coches, y, que con miradas esquivas rehúye explicar por qué ha cambiado tanto su economía personal. Ahora mismo no hay que hacer ningún esfuerzo en recordar cómo invitaron, algunos funcionarios, a que la población denuncie a los esquivos con la hacienda pública, cuando sin embargo deberían ellos aplicarse el cuento. Hablamos de corrupción sistémica y transversal, porque los clásicos partidos de siempre están todos afectados por casos de corrupción. Y decimos «están», –presente del indicativo-, porque tienen todos ellos que hacer auditorías internas de actitudes corruptas entre sus filas, pero, evidentemente dentro de los partidos no existe «Asuntos Internos» y no están sujetos a ningún control real. Solo Hacienda, indica que vela por ese tipo de control, pero si la Hacienda Pública está en manos de un partido que tiene entre sus filas a una gran mayoría de imputados, es como poner al zorro a cuidar las gallinas. Ahora mismo, el ciudadano estupefacto se pregunta, quizás conociendo la respuesta de antemano, de cómo es posible que desde Tarjetas Blacks, pasando por ministros y ex presidentes corruptos, así como banqueros, sigan en la calle. Qué negocios y tratos existen ocultos a la población para que esta gente no esté ya pisando la carcel.Todo ello asquea, produce rencor, dispara serias dudas sobre todo el arco político, financiero y jurídico de este país.

La Marca España de la que tanto mentan, se diluye por las cañerías de las cloacas llenas de corruptos en todos los ámbitos. Es para preguntarse hasta qué punto los organismos de control y seguridad, pueden realizar su trabajo en virtud de la cantidad ingente de casos de corrupción.

Hold in out for a heroe

Quizás algún político, algún día de estos, se mira en el espejo y se pregunta hasta dónde vamos a llegar con tanta injusticia generalizada, quizás tira de la alfombra sin pedir nada a cambio. Quizás algún juez decide facilitar el ejercicio de una justicia más transversal y menos focalizada en el pobre infeliz que roba una gallina para comer. Quizás algún medio de comunicación público, se le revuelven las tripas y deja de lado tanta estrategia, amiguismos y especulación y hace una denuncia, sin necesidad de refugiarse en organizaciones internacionales que por fortuna llevan adelante esas investigaciones. Toda sociedad necesita de héroes, de personas que resulten ejemplares. Hoy, ver a los corruptos acercarse a los juzgados, y sonréir, indicando que confían en la justicia, es una imagen grotesca de cómo están las cosas en este país.¿Quién financia con dinero proveniente del estado a los políticos corruptos? Es inconcebible que se utilicen fondos asignados a los partidos por los votos obtenidos para defender a los corruptos de sus propias filas. Quizás no tengamos que ver un programa de humor, para saber qué pasa en este país.

-Se buscan héroes, con o sin corbata. Presentarse -¡por favor!- para ejercer el poder en la oficina estatal más cercana a tu domicilio.

Se necesitan héroes cotidianos que ejerzan su responsabilidad pública, políticos valientes que se arremanguen de verdad y no tiren de tópicos, estamos cansados de lugares comunes, de frases desgastadas, de anteponer la palabra Democracia a cualquier pretexto banal. -Creo en la justicia. Dicen los corruptos, cuando en realidad cuentan con abogados financiados con los propios fondos que reciben los partidos por los votos obtenidos, con lo cual se utilizan fondos públicos para defender la corrupción propia. Produce vergüenza y sonrojo. Jueces asignados a dedo y distribuidos en consonancia con los votos obtenidos. Justicia títere. Sindicatos descafeinados que se esconden de la lucha social. Medios generalistas que elevan a la categoría de estrellas a los corruptos y los contratan para formar parte de ese gran espectáculo que ahora se llama vida política. Menos show y más praxis. Menos estrategia y más hechos.

Alternativas

Los partidos políticos tienen que prestarse naturalmente al control ciudadano, no de sus afiliados. El manejo de los fondos asignados desde partidas públicas, e incluso desde apoyos privados, tiene que ser controlado. Es, en síntesis dinero público destinado a la financiación de los partidos, no para las defensas de los corruptos de sus propias filas.

Ya sea a través de colectivos conformados por economistas, politólogos y ciudadanos comunes.

No se suele hacer mención, ya sea por lobbies o por una escandalosa discrecionalidad, a las empresas que alimentan la corrupción, que tientan o inducen a los funcionarios a una mordida ¿Es que hay algún acuerdo secreto de no denunciarlos porque a su vez, son empresas que hacen publicidad y dejarían naturalmente de financiar a los medios generalistas? ¿Pero, en dicho caso porqué tampoco se informa de ello en los medios públicos de información?

Los bancos pueden hacer uso de la fuerza pública para los desahucios, sin embargo los ciudadanos no pueden hacer uso de la fuerza pública para denunciar casos de acoso, presión, o manifiesta incapacidad para gestionar su dinero por parte de un banco, funcionario o empresario. Un ejemplo claro, es la venta a fondos buitres de vivienda social, financiada con fondos públicos y luego malvendida a fondos privados. ¿Qué se esconde tras estas ventas, donde un familiar de quien toma la decisión, integra a su vez parte de la empresa compradora? Clama al cielo esta situación, sin embargo ningún fiscal (también elegidos arbitrariamente) toma cartas en el asunto.

¿Dónde está el defensor del pueblo? ¿Dónde están quienes defienden los intereses del pueblo soberano? ¿O, es que el pueblo no es el soberano?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.