Este pasado viernes 31 de marzo, la Sala de Columnas del Congreso de los Diputados, acogió un acto poco común en estas lindes «Año 2006, Año de la Memoria. Por una Ley de Memoria» organizado desde el grupo Parlamentario Izquierda Unida- Iniciativa per Catalunya Verds. De la mano de nuestros compañeros de «La Gavilla Verde» […]
Este pasado viernes 31 de marzo, la Sala de Columnas del Congreso de los Diputados, acogió un acto poco común en estas lindes «Año 2006, Año de la Memoria. Por una Ley de Memoria» organizado desde el grupo Parlamentario Izquierda Unida- Iniciativa per Catalunya Verds.
De la mano de nuestros compañeros de «La Gavilla Verde» (1) cruzamos el arco parlamentario para dar oídos y nuestro apoyo a unas reivindicaciones históricas justas y lícitas, que a día de hoy siguen sin reconocerse en este país.
La presentación de las jornadas la hizo Gaspar Llamazares, que aprovechó para recordar la figura de Simón Sánchez Montero, ex dirigente del Partido Comunista de España (fallecido el día 30).
Después tomo la palabra Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal anticorrupción. En su intervención recordó y reivindicó la necesidad de anular los procesos judiciales de la dictadura, señalando que a estas alturas sorprende que no se haya depurado todo ese montaje de «farsa judicial franquista», aunque también recordó que esto es fruto de las vacilaciones del PSOE y de la irracionalidad del PP, «No eran tribunales, sino órganos administrativos del terror saludable del que hablaba el general Mola» . Según datos del propio régimen, 192.684 personas murieron en sus cárceles sólo entre 1939 y 1944. Villarejo recordó que toda esta supuesta legalidad que ahora los jueces del Supremo no quieren anular incumplió reiteradamente la carta de derechos humanos de la ONU. Su intervención estuvo acompañada de comentarios y datos a diversas leyes, comentó: «que la Ley 46/77 de Amnistía, a quien más benefició fue al franquismo» y esto «no podía representar un borrón y cuenta nueva como si el pasado del franquismo y de la represión no hubieran existido». Terminó su intervención apremiando a la plena rehabilitación y reconocimiento individual de todas y cada una de las victimas del franquismo, «Salvemos la memoria, que pasa por ser la única dignidad democrática«. «Es tarde, pero es la última y definitiva oportunidad«.
A continuación tomó la palabra Gervasio Puerta, presidente de la Asociación de Ex presos y Represaliados Políticos Antifranquistas. Solicitó la corrección de las graves insuficiencias contenidas en la Ley de Amnistía de 1977 y de todas las disposiciones posteriores, al mismo tiempo que saludaba la decisión del Consejo de Europa de condenar por primera vez al franquismo. Nos recordó el terrorismo más antiguo de la historia de este país: «el de Franco y el de sus sicarios policías, Carlitos, Conesa, etc. ¿O no fue terrorismo los miles de fusilados, los secuestrados, los más de medio millón de presos en las cárceles y campos de concentración? Los hechos lo confirman» . Y urgió a la promulgación de una Ley que reconozca de una vez y para siempre, los Derechos Constitucionales, Morales y Políticos de todos los represaliados antifranquistas, una Ley para las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo.
Gervasio es uno de esos pocos resistentes que todavía queda entre nosotros, luchador por la libertad y la democracia, ejemplo de lucidez y ética, auténtico ejemplo de lo que fueron, son y serán todos nuestros luchadores antifranquistas.
Siguieron las intervenciones de José Antonio Moreno, del Foro por la Memoria; Concha Pérez, de Amical de Mauthasuen; Toni Strubell i Trueta, de la Comisión per la Dignidad de Catalunya y de María Jesús Bono, coordinadora del Programa para la Creación del Memorial Democrático de la Generalitat de Catalunya. Esta última nos recordó que la Generalitat practica ya la defensa y el reconocimiento de la memoria histórica antifranquista, donde el nuevo Estatut, en el artículo 54 como Ley de rango, recoge la defensa de la memoria.
Después vinieron intervenciones de diversas asociaciones que estaban presentes. El tiempo, desgraciadamente, hizo que no se pudiera escuchar a todas con el calado que se demanda: Niños de la guerra, Coordinadora per a la Memoria Històrica i Demaocràtcia de Catalunya (CMH), La Gavilla Verde, Amigos de las Brigadas Internacionales, Asociación de Ex presos Sociales (2), etc.
El acto se cerró con la intervención de Ramón Jáuregui y Joan Herrera (el Sr. Tarda de ERC no asistió). Jáuregui llegó a reconocer las consecuencias de la «mala Transición» admitiendo el pacto de silencio, la demora en la tramitación de la Ley de la Memoria (dijo que estará antes de Junio) y recordó algo que es curioso viniendo de quien viene (3): los más de cien muertos por la policía en la «Transición» que todavía no han tenido ningún reconocimiento oficial (aparte de que siendo VÍCTIMAS, no han cobrado a día de hoy ni un duro).
Joan Herrera nos recordó el trabajo de su grupo parlamentario por el Año de la Memoria: «No abrimos heridas, pues no están cerradas» . Habló de la necesidad de crear instituciones (como en Catalunya) que articulen toda una política de recuperación histórica, hacer un centro Memorial de la Libertad en el «Valle de los caídos» (sacando los restos del dictador y de José Antonio que hoy todavía están allí) y, en general, recuperar la única memoria democrática verdadera que tiene este país.
Volvieron las intervenciones de los invitados, con la falta de tiempo que desgraciadamente se dan en estas ocasiones. Se quedó corto, fue pequeño en el tiempo, pero grande la representación de tantos y tantas veteranas de la lucha contra el franquismo en la Sala de Columnas del Congreso de los Diputados, la auténtica historia oral que hoy se encuentra entre nosotros. Miguel Núñez, ex preso político, ex diputado por el PSUC y luchador antifascista, nos recordó a todos la importancia que tiene hoy «cambiar la correlación de fuerzas» con la lucha, con lo que representa la memoria.
La historia oficial del golpe militar y de la guerra civil la han hecho los franquistas, la transición fue un pacto de silencio, y a día de hoy la impunidad sigue vigente para ellos, mientras que una gran parte de este pueblo asesinado y reprimido sigue sometido al olvido y al examen revisionista de nuestros gobernantes. Reivindicar la memoria es reivindicar la mayor cultura democrática que ha tenido este país, la que nació con la II República, y apostar por un futuro de libertad.
(1) http://www.lagavillaverde.org/
(2) http://www.expresos-sociales.com/
(3) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=29278