Los productos alimenticios han dejado de tener fecha de caducidad para tener fecha de consumo preferente, anteponiendo la rentabilidad económica de los mismos para las empresas que los produce por encima de la salud pública.
La lamentable foto de Colón otorgó a Cs el timbre de “Consumir Preferentemente” y locos de contentos siguieron en esa deriva, creyendo que les llevaría a esos objetivos que les vislumbraban la recomendación del consumo preferente. Pero no tuvieron en cuenta que se habían convertido en una marca blanca de la rancia derecha, esto es, en un sucedáneo al fin al cabo.
Ha bastado una serie de reveses electorales acompañados de deslealtades y abandonos para entrar en el nuevo estado que le confiere la fecha de caducidad. Los consumidores electorales conservadores han entendido que para qué consumir un sucedáneo por muy cuidadosa y moderna presentación mercadotecnia tenga que no le confiere nuevas propiedades al producto, si pueden tener a mano para su consumo el original con sus prestaciones conocidas de siempre.
En este caso, la rentabilidad electoral se ha antepuesto a la salud democrática en un proceso a la inversa, esto es, la foto de Colón quito a Cs el consumo preferente para ponerle fecha de caducidad y como buen sucedáneo, durará en el mercado electoral el tiempo que interese a la marca original.
Fue Rivera quien metió por puro protagonismo y prurito personal en esta dinámica a Cs, llevándose incluso cierto prestigio al abandonar el barco después del batacazo del 10N y es Arrimadas quien se está comiendo el marrón, amén de haber cometido errores de bulto. Arrogarse el papel de regenerador de la política y apuntalar al PP en gobiernos en Madrid con la estela de corrupción que lleva y a la vez blanquear la montaraz extrema derecha tiene difícil consumo por muy preferente que se hayan creído ser. Y esto Arrimadas no ha sabido, no ha podido o no ha querido evitarlo ni entenderlo.
La fecha de caducidad es inexorable y tiene difícil, por no decir imposible, vuelta atrás. Será más pronto o tarde en función de la velocidad de abandonos que vaya teniendo. Igea en Castilla León y Marín en Andalucía esperan agazapados y deseosos dar el paso hacia el PP con la fórmula que sea con tal de seguir en la pomada.
Cs, como producto electoral elaborado aspiró a todo y ha terminado como un sucedáneo con fecha de caducidad y los primeros que están entendiendo que ya no es de consumo preferente son sus propios cargos que lo están abandonando en un proceso lento, pero sin pausa, para que llegada la fecha de caducidad no les dejen fuera de juego.