Recolección de caña de azúcar en provincia de Matanzas, en Cuba, en abril de 2011. AFP/Archivos / ADALBERTO ROQUE Cuba estudia cambiar el calendario de su cosecha azucarera, que se extiende históricamente de noviembre a abril, para adaptarse al cambio climático que la ha castigado en los últimos años. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ordenó […]
Recolección de caña de azúcar en provincia de Matanzas, en Cuba, en abril de 2011. AFP/Archivos / ADALBERTO ROQUE
Cuba estudia cambiar el calendario de su cosecha azucarera, que se extiende históricamente de noviembre a abril, para adaptarse al cambio climático que la ha castigado en los últimos años.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ordenó esta semana realizar un estudio sobre esta situación, y tomar las medidas de adaptación que correspondan, informó este sábado el diario oficial Granma.
El mandatario solicitó este trabajo a la empresa estatal Azcuba, encargada de la producción azucarera y sus derivados, llevar adelante un estudio con el ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
«Se debe estudiar el comportamiento del clima en los últimos tiempos y su incidencia en la planificación de la zafra azucarera, pues las estaciones están cambiando y tenemos que ser capaces de adaptarnos a ello», dijo Díaz-Canel, según la publicación en el Granma.
El presidente cubano y el resto del gabinete analizaron los resultados de la zafra de 2017-18, en la cual se produjo «algo más de un millón de toneladas de azúcar», una cifra menor a lo previsto, dato que no se informó.
El nuevo presidente de Azcuba, Julio García Pérez, señaló como causas fundamentales del resultado de la cosecha las «afectaciones climatológicas antes del inicio de la contienda; el comportamiento de la lluvia en el periodo de zafra, muy superior a la media histórica, lo cual afectó la calidad de la caña, y la operación en la industria».
Pero también enumeró otras causas ajenas a los factores climáticos, como «la baja productividad de los equipos de cosecha y transporte; así como deficiencias organizativas y de dirección en general».
Cuba, que fue uno de los grandes exportadores mundiales de azúcar y productor líder por siglos, vio declinar esta industria por los bajos precios del producto, la falta de inversión y la reducción de tierras y fábricas.
De una producción superior a los siete millones de toneladas en la década de 1970, la industria apenas ha logrado acercarse a los dos millones en los últimos años, sin poder aprovechar la recuperación del precio en el mercado mundial.
Según Azcuba, la isla cuenta con 56 ingenios, 10 refinerías, 12 destilerías, así como otras instalaciones destinadas a subproductos y derivados.
Actualmente, 588.667 hectáreas están destinadas al cultivo de caña de azúcar en Cuba. La agroindustria estatal cuenta con un parque de 1.363 cosechadoras, 7.833 tractores y 4.623 camiones.