Tras las masivas recogidas de firmas las asociaciones de ganaderos y partidos políticos han reaccionado sobreprotegiendo a la tauromaquia. Aunque el éxito obtenido en Catalunya con la prohibición de las corridas de toros ha sido empañado por la decisión de ese mismo Parlament de regular los correbous -para los que hasta ahora sólo existía un […]
Tras las masivas recogidas de firmas las asociaciones de ganaderos y partidos políticos han reaccionado sobreprotegiendo a la tauromaquia.
Aunque el éxito obtenido en Catalunya con la prohibición de las corridas de toros ha sido empañado por la decisión de ese mismo Parlament de regular los correbous -para los que hasta ahora sólo existía un ‘código de buenas prácticas’-, los animalistas han mostrado una capacidad de organización inusitada. Tanto es así, que el ejemplo ha cundido en otras Comunidades, como Euskadi, Navarra, Andalucía o Madrid, donde se han presentado idénticas Iniciativas Legislativas Populares (ILP).
En el caso de Euskadi, la iniciativa la lleva adelante la plataforma Nahiko, que deberá reunir 30.000 firmas. En Navarra, Hemen Ere Bai (Aquí también) debe lograr 7.000 firmas que apoyen la ILP. En Andalucía, la Iniciativa presentada por la plataforma La voz del toro, ya admitida a trámite, deberá ser acompañada de 75.000 firmas.
En Madrid, donde ya se han presentado las 50.000 firmas necesarias, la ILP cuenta de antemano con importantes dificultades para ser debatida en la Cámara. Como es sabido, el Gobierno de Aguirre es tan favorable a los toros que se lo ha tomado como una cuestión identitaria y declarará las corridas de toros Bien de Interés Cultural.
Por otro lado, PSC y PP alimentan la ofensiva contra el movimiento animalista, para lo cual tratan de recabar el apoyo de los 50 senadores necesarios para presentar antes del día 6 de noviembre de 2010 un recurso de inconstitucionalidad a la recién modificada Ley de Protección Animal en Catalunya, que elimina la excepción que permitía las corridas de toros en esta Comunidad.
Sin embargo, y a pesar de los constantes obstáculos que los principales partidos y grupos políticos ponen, el movimiento animalista está respaldado por una amplia parte de la sociedad, que es absolutamente contraria a esta barbarie, y rechaza que la ‘fiesta’ sea declarada Bien de Interés Cultural o blindada políticamente para evitar su abolición.
La manifestación del 28 de marzo en Madrid, con unas 20.000 personas, evidenció este rechazo, y materializó la unidad de los diferentes grupos animalistas del Estado. Desde entonces, las muestras de repulsa por parte de la sociedad han sido constantes. Se han celebrado manifestaciones en diversos puntos de la geografía española, como Bilbao, Zaragoza, Vitoria, Logroño, Palma de Mallorca, Salamanca o Guadalajara. Estas últimas, ciudades con una historia y tradición taurina muy arraigadas, que veían por primera vez en sus calles pancartas contra la tauromaquia.
De Interior a Cultura
Lamentablemente, el movimiento animalista no sólo lucha contra la protección de la ‘fiesta’ en determinadas Comunidades, sino también contra el Gobierno Central, que ha decidido blindar todavía más los toros. Las competencias sobre esta materia han pasado del Ministerio de Interior al de Cultura. Según las encuestas oficiales, sólo el 18% de los españoles está interesado en las corridas de toros. Únicamente el 9,8% de los aficionados acude, al menos, una vez al año a un festejo taurino, según datos del Ministerio de Cultura. No tiene sentido que un espectáculo minoritario sea protegido por el Estado.
Con esta maniobra se esconden diferentes ventajas directas que obtiene el sector taurino al realizar este cambio; como es la reducción del tipo de IVA, del 18% al 8%, que permitirá desahogar la difícil situación económica, que atraviesa este sector, ya que según Interior, las corridas de toros descendieron un 16,68% entre el año 2008 y 2009. No obstante, debe hacerse una lectura positiva de todo esto, y es la debilidad manifiesta que padece el sector taurino y los espectáculos de tortura. Estas actividades no sobreviven sin las ayudas económicas públicas.
La UE destina 72 millones a las empresas ganaderas de criadores de toros de lidia; el Estado reserva parte de los Presupuestos Generales para la subvención de la ‘fiesta nacional’; y el calendario taurino se sostiene gracias a las ayudas municipales. Sin todo ello, no sobrevivirían. Aun así, apenas el 50% de las empresas ganaderas de reses bravas resultan rentables, lo que se traduce en una reducción del número de festejos. Este año se celebrarán un 40% menos que en 2007. Al margen de la cuestión económica, desde el punto de vista ético y moral debe rechazarse el traspaso de competencias de Interior a Cultura, que no es un mero trámite. Resulta indignante e insultante que un espectáculo sangriento, que basa su ‘arte’ en la tortura y la muerte de un animal inocente, vaya a ser considerada una actividad cultural.
Al margen de toda esta maniobra, en nuestro país existen leyes autonómicas de protección animal que salvaguardan los derechos de los animales y castigan el maltrato y la tortura. Se reconoce a los animales como sujetos, en atención a su capacidad de sufrir malos tratos. El Código Penal castiga con penas de hasta un año de cárcel el maltrato a los animales. Y, sin embargo, existen leyes que dejan de lado a los toros y no sólo permiten, sino que regulan, la forma de maltrato hacia éstos. Es el caso del Reglamento Taurino. Resulta paradójico e incomprensible.
TAUROMAQUIA EN CIFRAS
72.000.000 de euros destina a subvenciones la UE a ganaderías de toros de lidia.
50 senadores buscan PSC y PP que apoyen un recurso de inconstitucionalidad contra la nueva legislación catalana.
8% es el IVA que tendrá que pagar ahora el sector taurino, al haber pasado a depender del Ministerio de Cultura.
16,8% descendieron las corridas de toros entre 2008 y 2009.
Laura Duarte, Integrante del Partido Animalista PACMA
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Cultura-echa-un-capotazo-a-los.html