En estos días de abril 2007 se está llevando a cabo denominada Cumbre Energética en Caracas, con finalidad expresa de auscultar futuro energético de la humanidad y plantear soluciones globales a temas de seguridad energética como escasez real y artificial, incremento de producción, abastecimiento, reemplazo de combustibles, uso mayor de gas natural en matriz energética, […]
En estos días de abril 2007 se está llevando a cabo denominada Cumbre Energética en Caracas, con finalidad expresa de auscultar futuro energético de la humanidad y plantear soluciones globales a temas de seguridad energética como escasez real y artificial, incremento de producción, abastecimiento, reemplazo de combustibles, uso mayor de gas natural en matriz energética, biocombustibles y energías alternativas.
Bolivia ya está presente en la cita con presidente Evo Morales a la cabeza y expertos nacionales en temas energéticos y producción hidrocarburífera. Por tanto, es importante asumir posiciones de fondo para que YPFB y ENDE se sumen a esfuerzo mundial por descubrir nuevos yacimientos, comercializarlos en mejores condiciones que actuales, construcción de termo- e hidroeléctricas, industrialización de hidrocarburos, uso de GLP, GNCV y GTL en forma de diesel ecológico.
Todas estas propuesta son importantes si se asumen como parte del nuevo contexto latinoamericano de unión, integración, complementación, negociación con beneficio mutuo, apoyo en créditos blandos del Banco Sur, transferencia tecnológica, papel estratégico de empresas públicas como YPFB, ENDE, PDVSA, PETROECUADOR, PETROBRAS, ENARSA, PETROSUR, PETROANDINA, PETROCARIBE, etc. Es decir dentro de nuevo marco de integración y revolución bolivariana en curso. Presidente Evo tiene mucho que decir, dado que Bolivia es más grande exportador de gas y licuables adheridos en Sudamérica y se supone más experimentado en lidiar y negociar con transnacionales, siempre ávidas de quedarse con mayor parte de pastel energético y ganancias.
Con petrocontratos recientemente aprobados en parlamento nacional se muestra que transnacionales presionan bajo mesa y exigen más beneficios que alcanzados públicamente. Uno se refiere a reservas de gas que aquellas pretenden inscribirlas en bolsas financieras internacionales a su nombre y que YPFB necesita y pretende hacer mismo para refundarse y obtener con dicha base recursos y créditos para explorar, explotar, comercializar, construir gasoductos, industrializar, separar gases de líquidos, apoyar a otras industrias afines como manufacturas de plásticos, fertilizantes y plantas de hierro esponja y aceros.
Posición de Bolivia debe resumirse en cinco proposiciones esenciales. Primero, exigir que países industrializados del norte ahorren, reemplacen, usen baterías de litio, limiten contaminación de CO2 y especialmente dejen de invadir países ricos en hidrocarburos. Segundo, que transnacionales petroleras inviertan en industrialización, investigación, innovación, medio ambiente y apoyo a poblaciones indígenas. Tercero, que se haga realidad unión energética latinoamericana con construcción de Gasoducto Sur y Noreste, instalación refinerías de petróleo en cada país sudamericano, organización de OPPEG o países productores de energía y gas natural, transferencia tecnológica regional y uso de energías alternativas renovables en poblaciones rurales e indígenas. Cuarto, inversión por parte de Banco Sur en hidroeléctricas en ríos amazónicos, platenses y andinos, y de termoeléctricas con gas natural en Bolivia para abastecer de energía eléctrica creciente potencial industrial de países vecinos de MERCOSUR, CAN y Chile. Y quinto, que entre todos en Latinoamérica, tercer mundo y mundo en general se luche en forma conjunta para prevenir polución industrial, mitigar, eliminar, mejorar, reemplazar y usar tecnologías punta apoyadas en revolución científica y tecnológica siglo XXI.
Es decir gobiernos deben apoyar desarrollo industrial energética y ecológicamente sostenible ( DIEES ) a escala global, con apoyo de automatización, cibernética, CAD, CAM, mecatrónica, robótica, telecomunicaciones, redes apoyo en información, etc. Sin embargo, objetivos energéticos de revolución bolivariana y con ella Bolivia no deberían esperar a que mundo convulsionado resuelva estas medidas. Acuerdos entre países bolivarianos y latinoamericanos en conjunto, deberían encarar temas de planificación y gerencia energéticas en la región. Ejemplo, construcción de gasoductos continentales, regionales, nacionales y provinciales. Unir la región con gasoductos y energía.
Bolivia necesita de Banco Sur para construir gasoductos del Chaco a Amazonía, Andes, Chiquitanía, Pantanal, Ixiamas, Valles, Moxos, etc, con la finalidad de extender uso de gas natural en empresas industriales, mineras, metalúrgicas, fabriles, artesanados, comunidades campesinas, domicilios, transporte liviano y pesado. Es necesario reemplazar diesel por GNC, GNL, GLP, etc. Esto significa construcción masiva de infraestructura energética.
Planes prometidos por MAS y Evo en 2005, ahora en 2007 deberían poder realizarse con apoyo de Banco Sur. Por ejemplo, construcción plantas GTL de diesel ecológico con base gas natural, petroquímicas etanol, metanol, olefinas, PVC, plásticos, manufacturas de plásticos, fertilizantes, etc. YPFB debería alcanzar a refundarse adecuadamente con apoyo de PETROSUR y experiencias energéticas de PDVSA y ENARSA, por ejemplo.
Banco Sur está en condiciones de dar avales para que reservas de gas cifradas en más de 50 TPC se amplíen y crezcan con nuevas exploraciones, pero también permitan acceder en banca financiera mundial a créditos blandos por al menos diez mil millones de dólares. Con este capital Gobierno nacional podría por primera vez planificar en grande todo lo que ya está haciendo en pequeño, como complejos y módulos industriales y agro-industriales, créditos a PyMES, construcción gasoductos y petroquímicas, asociación con empresas chinas, rusas, indias, japonesas, iraníes, coreanas, etc, pero con 51% para Estado boliviano.
Cumbre Energética de Caracas debería apoyar que países como Bolivia, bolivarianos y latinoamericanos en conjunto, presenten su idea global del futuro energético, que es para prevenir mayores desastres para la humanidad. Pronto se acabará energía fósil y se debería evitar que EE.UU., Japón y Europa, invadan países para conseguirlo a la fuerza, o presionen con transnacionales y eludan compromisos contractuales para descontaminar el planeta que ellos mismos han polucionado durante siglos XX y lo que va del XXI. También para evitar que alimentos populares como maíz, caña, soya y otros, se conviertan de pronto totalmente en biocombustibles para satisfacer derroche vehicular del norte insensible.
A cambio se debería ofrecer vía bolivariana y pacífica de la cuestión energética, asentada en revoluciones del conocimiento, energética, tecnológica, científica, innovación, investigación y planificación global en beneficio de todos.
Esta alternativa energética – que es también parte de ALBA – es mucho mejor que gastar en armas, mantener 20 mil bombas atómicas en EE.UU., listas para ser usadas si no se abastece este país con hidrocarburos que necesita. Bolivia debería ofrecer al mundo, posibilidad cierta de construir a corto plazo baterías de litio de reservas del Gran salar de Uyuni, ya que estas baterías de gran autonomía vehicular reemplazan gasolinas y dieseles.
Estas ideas y soluciones tecnopolíticas son de validez universal y están en marco revolucionario de tecnointeligencia y construcción de nueva civilización social. Son en definitiva instrumentos bolivarianos para alcanzar paz y progreso sostenido en el mundo.
http://www.redbolivia.com/noticias/Columnistas/Ricardo%20A.%20Cardona/48426.html