Bastión Social fue una organización neonazi francesa fundada a comienzos del año 2017. En España este mismo año ha surgido su ‘franquicia’ Bastión Frontal, de actualidad por haber protagonizado agresiones racistas contra un colectivo de jóvenes migrantes en San Blas.
Bastión Social fue una organización neonazi francesa fundada a comienzos del año 2017 por antiguos miembros de la asociación estudiantil Groupe Union Défense. Otra gran parte de sus integrantes provenía de Action Française, una organización monárquica de extrema derecha basada en las ideas de Charles Maurras.
Se creó a imagen y semejanza de otras dos organizaciones de extrema derecha europeas con más recorrido, como eran CasaPound y el Hogar Social Madrid. Desde el primer momento tomaron a estas dos como ejemplo y se inspiraron en ellas para dar sus primeros pasos —en esta línea, se definieron como un movimiento de carácter nacional-revolucionario, defensor de la preferencia nacional—. Sus principales consignas eran “autonomía, identidad, justicia social” y “los nuestros antes que los tuyos”. Al mismo tiempo, sus tres ejes de acción eran contra la inmigración, la Unión Europea y la preferencia extranjera.
El principal objetivo de este nuevo proyecto no era otro que tratar de aunar a la extrema derecha extraparlamentaria francesa, tal y como habían intentado hacer anteriormente CasaPound en Italia y el Hogar Social Madrid en España.
La primera gran acción por la que se dio a conocer fue la okupación de un edificio público abandonado en el centro de Lyon. La idea era convertirlo en un centro de acogida reservado única y exclusivamente para los franceses nativos blancos. La experiencia duró poco tiempo, tan solo unos meses después la policía desalojó el espacio. Sin embargo, Bastión Social quiso reponerse de este duro revés y alquiló un local al que denominó “Le Pavillon Noi”, el cual se convirtió en su principal punto de reunión.
En noviembre de ese mismo año, el sindicato estudiantil de extrema derecha Groupe Union Dèfense anunció públicamente que cesaba su actividad de manera temporal y se integraba en Bastión Social.
Poco a poco fueron intentando extenderse por el resto del territorio francés. En diciembre de 2017, abrieron una nueva sucursal en Estrasburgo con la inauguración de un local al que llamaron “L’Arcadia”, en referencia al barco del capitán Harlock, un personaje de ciencia ficción del anime japonés. Durante la noche de su apertura se produjeron varias agresiones fascistas en la ciudad. Dos personas fueron arrestadas y en un juicio rápido, uno de ellos fue condenado a 8 meses de prisión.
En febrero de 2018, Bastión Social inauguró dos sedes más. Una de ellas en Chambèri, una población que se encuentra a los pies de los Alpes entre Lyon y Turín, a la que denominaron “L’Edelweiss”. Este hecho significó la integración, dentro de Bastión Social, de la organización neonazi local Edelweiss País de Saboya, muy vinculado al grupo ultra suizo francófono Resistencia Helvética. La otra sucursal la abrieron en Aix en Provence, al norte de Marsella, la cual denominaron “La Bastide”.
Seguidamente, en marzo de ese mismo año, abrieron un nuevo local en Marsella, situado en la rue Fort Notre Dame y al que denominaron “Le Navarin”. Esto provocó una gran manifestación antirracista en la ciudad. Meses después, inauguraron un nuevo espacio en Clermont-Ferrand, ubicado en rue de la Treille y al que llamaron “L’Oppidum”.
El principal fundador del movimiento fue Steven Bissel, quien durante año y medio fue líder y portavoz de Bastión Social. Sin embargo, a mediados de 2018, dejó la presidencia por razones personales y legales. Este fue sustituido por Valentin Linder, presidente de la sección de Estrasburgo y responsable de la apertura del bar asociativo “L’ Arcadia” en esa misma ciudad.
Su actividad básicamente se basaba en acciones caritativas y de beneficencia, como recogidas de alimentos, juguetes y ropa, destinadas a franceses blancos en situación de vulnerabilidad, actividades culturales y charlas en sus diferentes sedes. Como es habitual en este tipo de agrupaciones, utilizaban la ayuda humanitaria como vehículo de propaganda.
Marine Le Pen, referente político
En cuanto a su posición con respecto a la ultraderecha francesa parlamentaria, Bastión Social tenía un vínculo muy claro con el Frente Nacional. Es por ello que en ningún momento pensaron en presentarse a las elecciones y prefirieron apoyar la candidatura de Marine Le Pen.
Tan solo dos años después de su creación, en abril de 2019, el gobierno francés liderado por Emmanuel Macron ilegalizó a Bastión Social y al resto de grupúsculos neonazis que lo componían: Les Petits Reblochons, Association Lugdunum, Cercle Frédéric Mistral, Cercle Honoré d’Estienne d’Orves, Association Arvernis y Solidarité Argentoratum. Poco tiempo antes, este mismo gobierno había prohibido otras dos organizaciones de extrema derecha, Blood and Honour Hexagone y Combat 18, por promover la discriminación y hacer llamamientos a la acción violenta.
Ante esta medida, tras unos meses de reflexión, desde Bastión Social decidieron crear una gran cantidad de pequeñas estructuras militantes totalmente descentralizadas, rompiendo así con el patrón clásico del movimiento por el cual siempre se han organizado jerárquicamente a escala nacional. El fin de esta estrategia era diluir las responsabilidades y los riesgos de condena por reconstituir un disuelto por las autoridades. Si bien es cierto, a raíz de su disolución surgieron otras organizaciones neonazis en Francia como Audace Lyon y Vent d’Est, estrechamente vinculadas a Bastión Social.
Nace Bastión Frontal
Al otro lado de los Pirineos, en el Estado español, este mismo año ha surgido la organización neonazi Bastión Frontal. El momento de su creación no es casualidad, han tratado de aprovechar el contexto de crisis socioeconómica provocada por la pandemia del Covid-19 y los diferentes bulos y campañas de criminalización lanzadas contra los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad, para difundir sus ideas racistas, machistas y homófobas.
Se dieron a conocer públicamente, a través de sus redes sociales, con un vídeo en el que aparecían una quincena de militantes, en un edificio abandonado y realizando un graffiti en memoria de Tommie Lindh, joven nacionalista sueco de 19 años, que presuntamente fue asesinado a puñaladas por un hombre sudanés al intentar defender a una chica sueca de 14 años que estaba siendo violada.
El núcleo de la formación está formado por gente joven, para muchos de ellos se trata de su primera experiencia en el mundo de la militancia. Como todas las organizaciones que comienzan a dar sus primeros pasos, sus activistas están en estos momentos convencidos, motivados y comprometidos con la causa. En este aspecto, se han beneficiado del caldo de cultivo que ha dejado el Hogar Social Madrid, quien tras numerosas discrepancias internas se encuentra en pleno ocaso. Bastión Frontal se erige como la principal opción de la ultraderecha en las calles de la capital y en otras partes del territorio español. Además, tienen un vínculo muy estrecho con otros grupos neonazis como Ultras Sur, Frente Atlético o Getafe Nacional Revolucionario.
Hasta el momento sus acciones han sido: recogidas de alimentos para personas o familias españolas (Retiro, Pozuelo de Alarcón y Hortaleza), agitación a favor de una sanidad pública y nacional, torneos de fútbol sala (Coslada y San Blas), pancartas en contra de los Centros de Primera Acogida de Menores, recogidas de alimentos y juguetes para perros en beneficio de la asociación Galgo España, una marcha al campo, pancartas en contra del rey Juan Carlos I, una concentración frente a la embajada de EEUU para exigir la libertad del asesino Kyle Rittenhouse, una movilización en contra del cierre de Bosch, visita al Valle de los Caídos para apoyar la campaña #ElValleNoSeToca y una concentración en solidaridad con el pueblo armenio. Además, han participado en varias manifestaciones en contra del actual gobierno del Estado español.
A pesar de ello, su acción más sonada y por la que han saltado a la palestra fue la que peor les salió. El pasado lunes 12 de octubre, un grupo de militantes de Bastión Social se dirigió al barrio de Las Rosas en el distrito de San Blas-Canillejas, para intentar agredir a un grupo de menores migrantes que residen allí en unos pisos tutelados de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, allí se encontraron con la valiente respuesta de varios menores migrantes que les plantaron cara. Tras ello, iniciaron una enorme campaña de criminalización contra ellos y adoptaron un discurso victimista. Incluso, llegaron a acusarles de haber cometido una agresión sexual días antes, lo cual se demostró más tarde que era totalmente falso. Lamentablemente hubo varios medios de comunicación que les dieron voz, dándoles difusión y provocando más agresiones racistas. Al día siguiente de los hechos, tuvo lugar una manifestación en San Blas, encabezada por Bastión Frontal, a la que acudieron un centenar de fascistas. Durante la misma se gritaron lemas como “Madrid será la tumba de los MENA” o “En San Blas, ni un puto MENA”. La movilización terminó en el portal del piso tutelado donde residen varios menores migrantes. Como era de esperar, no hubo ningún detenido.
Hay que destacar que en todas sus actividades dan una gran importancia a las redes sociales con el principal objetivo de conseguir nuevos adeptos. Actualmente podemos encontrarles en las redes sociales de Twitter, Facebook e Instagram, además tienen un canal de Telegram y de Youtube. Es muy habitual que graben el transcurso de sus acciones para después poderlas difundir de una manera más sencilla, rápida y visual.
Como ya han hecho otros muchos colectivos de extrema derecha, están tratando de extenderse por el resto del Estado español. Tanto es así que el pasado 2 de octubre anunciaron la apertura de una nueva delegación en Sevilla.
Al contrario de sus antecesores, hasta el momento no han realizado ninguna okupación y sí que han criticado públicamente, aunque de manera tímida, alguna de las posturas adoptadas por Vox, el principal partido de extrema derecha en España.
Su estrategia y su manera de actuar no son nuevas, siguen el mismo modus operandi que todas las organizaciones neonazis extraparlamentarias surgidas a lo largo de estas dos últimas décadas. Apuestan por la ayuda social, defendiendo la prioridad nacional, como vehículo necesario para poder difundir sus ideas y tratar de enfrentar al penúltimo contra el último. Es de vital importancia que conozcamos de primera mano cuáles son sus líneas de actuación para organizarnos de la mejor manera posible contra ellos.
Sergio Suárez Rebate, Agora Alcorcón