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Entrevista realizada a Yanara Guayasamín, directora de cine

De cómo surge la utopía

Fuentes: Rebelión

Antes de comenzar esta entrevista quiero agradecer a la Asociación Culturale «Nuevos Orizontes Latinos» que ha organizado el VI Encuentro con el Cine Latinoanericano, que empezó el 26 de septiembre y que se acabó el 30 del mismo mes, por habernos brindado la oportunidad de entrevistarnos con Yanara Guayasamín, directora ecuadoriana de cine, hija de […]

Antes de comenzar esta entrevista quiero agradecer a la Asociación Culturale «Nuevos Orizontes Latinos» que ha organizado el VI Encuentro con el Cine Latinoanericano, que empezó el 26 de septiembre y que se acabó el 30 del mismo mes, por habernos brindado la oportunidad de entrevistarnos con Yanara Guayasamín, directora ecuadoriana de cine, hija de Oswaldo Guayasamín, destacado pintor y escultor, que falleció en 1999, amigo del Comandante Fidel Castro y de Cuba.

En el marco del festival, vimos la película muy linda de Yanara, que titula «Cuba el valor de una utopía». Quisiera que Yanara nos hablara de ese film y nos explicara por qué escogiste este título.

Y: la película pretende ser un viaje en lo que fue el germen de la Revolución Cubana , a través de esa generación que la creó. Estos personajes, que tienen profesión y extracción social diferentes, me dieron la posibilidad de hablar de la primera generación revolucionaria. Este es el tema central de la película, su filosofía, de como surge la utopía. El título creo que tiene que ver más bien con el significado de la palabra utopía, pues en español tiene dos significados esenciales. El uno es el valor en términos de costo. Creo que esta gente que está retratada en la película son personas consecuentes, y el serlo ha tenido un costo, en este sentido, valor. Pero también por valor se entiende coraje, pues para tener valor hace falta mucho coraje, mucha entereza, fuerza para mantenerse para sostenerse a pesar de lo que se derrumba alrededor de esos, a pesar de todo.

Antes de que se proyectara «Cuba el valor de una utopía», durante tu presentación de la película, dijiste que esa será parte de una trilogía. ¿Puedes hablarnos de este proyecto?

Y. Ya creo tener como un 30% del material relativo a la segunda parte de la trilogía, y seguramente habrá material también para la tercera. Hay un montón de material que no ha sido usado, son muchísimas horas de material, lo hay también memorable. Por ejemplo del tiempo pasado con Fidel, tengo el retrato que mi padre le hizo. Es todo material que no pierde vigencia porque tiene relación con el que pasó y el futuro y a medida que vaya desatando la segunda y la tercera parte, esas estarán todavía más entrelanzadas, me gusta mucho jugar con los tiempos, el presente y el pasado y futuro.

Desde el punto de vista cronológico, ¿cómo piensas plantear la segunda y luego también la tercera parte de esta trilogía?

Y: Digamos que ya en «Cuba, el valor de una utopia», tú le ves que hay como dos partes: la una es de cómo surge la Revolución , hasta su triunfo y allí hay un hilo conductor que yo le llamo histórico, o sea que nos conduce, de los sucesos que van ocurriendo dentro de una cronología lineal, de la historia de Cuba. Luego hay un salto, a través de ciertos momentos fundamentales de la Revolución , hasta el presente. Este salto al presente es solo un asunto de necesidad muy fuerte, pues no se puede hablar de sacar una película, hablar de una época tan remota y nunca venir a ver qué pasó en el presente, por eso tuve que llegar al hoy. Pero en realidad no debía estar, en realidad cuando esté la trilogía habrá una primera parte, una segunda parte y una tercera parte.

Ahora que tendrás que trabajar para la segunda y tercera parte de la película, ¿cuál es tu posición sentimental y racional ante la Revolución Cubana , o sea cómo tú ves la Revolución , hoy en día?

Y: te diré que a este punto de mi vida, de mi carrera, tengo cierto estilo, y este estilo creo que está marcado por ciertos intereses y el interés que yo tengo es del paisaje humano. A mi lo que me gusta son la gente. La gente son, como creo que también la Revolución , son perfectibles, son buenas, son malas, allí hay de todo un poco. Y yo creo que es lo que va a estar en la segunda parte de la trilogía, o sea personajes, van a estar gente, la forma como van plasmando su Revolución.

¿Durante todos estos años, a lo largo de los cuales tuviste la posibilidad de conocer la Isla , hubo también un camino tuyo interior, personal, digamos una manera tuya quizás diferente, a medida que pasaba el tiempo, de percibir y entender el proceso revolucionario cubano?

Y: es difícil responderte. Hace dos meses trabajaba intensamente para el lanzamiento de la película, todos los días, 12 horas al día. Me siento como una madre que acaba de parir. Estoy absolutamente agotada. Entonces contarte como le veo como le siento te voy a dar una impresión que tiene que ver más con mi proceso interior, algo que tiene que ver con el proceso normal, natural que pasa con todas la películas que uno hace, pero que no tiene que ver necesariamente con Cuba. Aunque sí, te diré, no te voy a negar, que lo que siento es como si los cubanos quisieran una dirección más clara, más positiva para algunas cosas que están pasando ya hace rato. Claro que eso depende también del bloqueo, todo el mundo allí quiere que se salga de eso ya, pero también creo que tiene que ver con procesos internos. Yo no soy realmente una especialista política, pero creo que eso tiene que ver con ciertas estructuras que han pasado por obsoletas y que hay que renovarlas.

¿Cuáles son tus proyectos para el futuro?

Y: mi próximo objetivo será dirigirme mucho más en el campo de lo educativo. Todavía estoy en un proceso de concepción, estoy pensando en la posibilidad de hacer una escuela de cine popular en el Ecuador donde se mezcle dos opuestos, o sea jóvenes que comienzan, que no tengan necesariamente los recursos porque el cine es algo muy elitista, las escuelas de cine en el mundo son muy caras, y los profesionales. Lo que quiero es crear una escuela de cine para especializaciones profesionales, por ejemplo un director que de pronto siente la necesidad de comenzar a hacer su propia cámara, una especialización en cámara, o al revés, el guionista que quiere cursar para hacerse director. Me imagino esta escuela como una especie de «banco de tuerque», o sea que por ejemplo un profesional que viene a tomar un curso tiene como pago que dar un curso a los más jóvenes que están comenzando, y que la escuela esté en un pueblo. En este sentido me inspira San Antonio de los Baños (un pueblo cerca de La Habana , donde está la Escuela Internacional de Cine). Me parece interesante la idea de tener una escuela en un pueblo medio alejado y donde hay una cierta convivencia entre una Escuela Internacional y ese pueblo.

Me parece un proyecto muy grande y seguro no fácil a realizar, que tiene «el valor de una utopía».

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa de la autora, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.