Fue el 25 de abril, ¡nada menos que el 25 de abril! No sé qué tal ha ido en el resto de Sefarad. Ni siquiera estoy informado de lo sucedido en las tierras de Salvador Espriu, Joan Salvat-Papaseeit y Manuel Sacristán. Acabo de salir de un encierro de la comunidad educativa colomense en el IES […]
Fue el 25 de abril, ¡nada menos que el 25 de abril!
No sé qué tal ha ido en el resto de Sefarad. Ni siquiera estoy informado de lo sucedido en las tierras de Salvador Espriu, Joan Salvat-Papaseeit y Manuel Sacristán. Acabo de salir de un encierro de la comunidad educativa colomense en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet, una ciudad trabajadora pegada a Barcelona, muy cercana a Sant Andreu.
Unas 100 personas nos concentramos ayer tarde en la plaza de la Vila, la plaza central de la ciudad. Llovía insistentemente. Pero la lluvia no pudo con nosotros.
Nos manifestamos por algunas calles la ciudad hasta el Instituto elegido por la Asamblea Groga [Amarilla] de la ciudad, cerca del barrio de Singuerlín.
Celebramos dos encuentros, dos asambleas. En la primera, unos compañeros nos explicaron los nudos más denunciables de la ley de la Wertgüenza y de la política educativa de Irene Rigau, la consellera del gobierno catalán. Para ponerse a temblar.
Después una asamblea más organizativa. Lo mejor probablemente: la sentida y documentada intervención de una estudiante de 2º de ESO, de apenas 14 años de edad:. Sensata, razonable, informada, mejor imposible. Pedía más información sobre lo que estaba sucediendo. Las tutorías podían ser un marco adecuado sugirió.
Quedamos en proseguir por el camino abierto, buscando nuevas incorporaciones, y con unidad, con toda la unidad que nos fuera posible y que debía ser mucha, tan necesaria como el aire que respiramos 13 veces por minuto que diría Celaya. Quedamos en finalizar el curso con un encuentro especial, lo más abierto posible. Lo estamos pensando.
Salimos más tarde del instituto y volvimos a manifestarnos por las calle próximas
Cena de todas y todos, unos 80 en aquel momento, y luego encierro. Unas sesenta personas -profesores, estudiantes (¡más de 15!) y madres y padres- hemos pernoctado en el Puig Castellar. No será la última vez. La experiencia ha valido la pena. Juntos podemos.
Seguiremos. Seguimos de hecho.
El 28 de abril, domingo, tenemos otra cita importante. A las 11 en Santa Coloma de Gramenet; a las 11:30 en Paseo de Gracia/ Aragón. La manifestación será sonada. Nos lo quieren quitar todo; no podrán. La dignidad no es una palabra vacía para nosotros.
¿Se apuntan el 28?
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)
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