El Grupo ETC publicó su nuevo informe de 55 páginas ¿De quién es la naturaleza? acerca de la concentración del poder de las corporaciones sobre los alimentos, la actividad agrícola, la salud y la estrategia en marcha para volver mercancía todos los recursos naturales que quedan sobre el planeta. A partir de hoy, descargable del […]
El Grupo ETC publicó su nuevo informe de 55 páginas ¿De quién es la naturaleza? acerca de la concentración del poder de las corporaciones sobre los alimentos, la actividad agrícola, la salud y la estrategia en marcha para volver mercancía todos los recursos naturales que quedan sobre el planeta.
A partir de hoy, descargable del sitio de ETC: www.etcgroup.org/es
En un mundo en que las investigaciones de mercado son cada vez más costosas y secretas, el Grupo ETC da nombres, revela el reparto de los mercados y brinda información sobre las 10 principales industrias del mundo en todos los ramos que atraviesan la cadena alimentaria controlada por las corporaciones.
El informe revela que:
Ø Hace tres décadas había miles de compañías de semillas e instituciones públicas de fitomejoramiento, y ahora solamente 10 corporaciones controlan más de dos terceras partes de las ventas de semillas.
Ø De docenas de industrias de plaguicidas hace tres décadas, ahora solamente 10 controlan casi el 90% de las ventas de agroquímicos en el planeta.
Ø De casi mil industrias que iniciaban en biotecnología hace 15 años, ahora sólo 10 obtienen tres cuartas partes de las ganancias en ese ramo industrial.
Ø Las 10 empresas farmacéuticas más grandes del mundo controlan el 55% del mercado global de medicamentos.
Con el colapso de los sistemas como telón de fondo (ecológico, de alimentación y financiero), el documento ¿De quién es la naturaleza? advierte que, con la ingeniería de organismos vivos en la nano escala (es decir, biología sintética), la industria prepara el escenario para que las corporaciones extiendan sus garras a la totalidad de la naturaleza.
«Aproximadamente una cuarta parte de la biomasa del mundo ya se convirtió en mercancía», explica Pat Mooney del Grupo ETC. «Con la ingeniería genética extrema, vemos nuevas estrategias corporativas para capturar y transformar en mercancía las otras tres cuartas partes de naturaleza que hasta ahora estuvieron al margen de la economía de mercado.»
Los defensores de la biología sintética prometen un futuro post petrolero donde los combustibles, los químicos, los fármacos y otros productos de alto valor se manufacturen en plataformas biológicas alimentadas por azúcares de los vegetales. En este siglo de la llamada «economía del azúcar», la producción industrial se basará en insumos biológicos (cultivos, pastos, residuos forestales, aceites vegetales, algas, etc.), cuyos azúcares serán extraídos, fermentados y convertidos en productos de alto valor. Los microbios sintéticos se transformarán en «fábricas vivas de químicos» que requerirán cantidades masivas de biomasa vegetal. El Grupo ETC advierte que las corporaciones están en la postura de patentar y convertir en mercancía productos y procesos biológicos en cada parte del globo, al costo de destruir la biodiversidad, consumir los suelos y el agua y desplazar comunidades campesinas.
El informe del Grupo ETC enfatiza las similitudes entres las actuales crisis financiera y alimentaria. «El control corporativo de los sistemas alimentarios resultó en una cornucopia de calamidades que nos vuelve más enfermos, más obesos y más vulnerables», afirma Hope Shand, directora de investigación del Grupo ETC. Los actuales escándalos de la contaminación, la obesidad en todo el mundo y las zonas de océanos muertos causados por la contaminación por fertilizantes se encuentran entre los desastres de la cadena alimentaria descritos en ¿De quién es la naturaleza? «Los productos alimentarios nocivos nos recuerdan constantemente que la cadena alimentaria en poder de las corporaciones es totalmente absurda», agrega Hope Shand.
Los gobiernos trabajan de la mano de las compañías para negar las causas profundas de las crisis y evitar verdaderos cambios. «A pesar de las implicaciones para la democracia y los derechos humanos, no existe ningún organismo internacional que siga y califique la actividad de las corporaciones y ninguna agencia de Naciones Unidas tiene la capacidad de monitorear y evaluar las nuevas tecnologías», advierte Kathy Jo Wetter del Grupo ETC. «La emergencia alimentaria global y la implosión de la economía evidencian la necesidad de monitoreo y regulación de las corporaciones, así como de un control social de las poderosas nuevas tecnologías.»
¿De quién es la naturaleza? Informa sobre las agresivas tendencias de la concentración corporativa y la convergencia de tecnologías, pero también señala una realidad que contrasta mucho con el control que ejercen las industrias sobre las ciencias de la vida: aunque una sola empresa -Monsanto- controla casi una cuarta parte de semillas comerciales, tres cuartas partes de los agricultores del mundo conservan rutinariamente la semilla que cosechan y tienen variedades locales. Tal vez Wal-Mart sea el comprador y vendedor de comestibles más grande del mundo pero el 85% de los alimentos del planeta se consumen cerca de donde se producen, es decir, una gran parte está fuera del sistema de marcado.
«Hay una resistencia grande y creciente a la dislocación y la devastación ocasionados por el sistema agroindustrial de producción de alimentos, señala Silvia Ribeiro, del Grupo ETC. «En la lucha global por la Soberanía Alimentaria, el campo de juego no es parejo, pero el alcance de la resistencia es enorme -campesinos, pescadores, pastores y alianzas de movimientos y organizaciones sociales están peleando por sistemas de alimentación y salud controlados locamente y socialmente justos.
Para mayor información, contactar a:
Pat Mooney, [email protected], celular: +1 613 261-0688
Hope Shand, [email protected],
Kathy Jo Wetter, [email protected], +1 919 960-5223
Silvia Ribeiro, [email protected]