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- DEMANDA RECONOCIMIENTO DE ENFERMEDAD PROFESIONAL DEL CANCER PULMONAR QUE CAUSO LA MUERTE DE TRABAJADOR DE LA FUNDICIÓN DE FORJAS ALAVESAS-ACENOR Y SIDENOR.
- El incumplimiento de las empresas en notificar la exposición a cancerígenos y la negativa de los profesionales sanitarios a “Comunicar sospecha” es la causa de la ocultación del cáncer profesional que afecta a trabajadores de la industria.
El pasado miércoles, a las 10,15, en el Juzgado de lo Social Nº 3 de Vitoria-Gasteiz, se juzgó la demanda por el reconocimiento de cáncer profesional, contra él INSS, COFIVACASA y SIDENOR del adenocarcinoma pulmonar que causo la muerte de F.F.C. en 2019, albañil y gruista que trabajo en ACENOR (Forjas Alavesas) en contacto con amianto y otros tóxicos en la fundición, desde mayo de 1983, continuando hasta el 2013 en SIDENOR que se jubiló.
Durante los años que trabajó FFC en ACENOR y SIDENOR, inicialmente estuvo en el desmoldeo, pasando más tarde a gruista de acería. En el desmoldeo, realizo tareas de albañilería, limpiando las “Placas” de hierro donde se colocaban las lingoteras para verter el caldo de acero, donde previamente colocaban planchas de amianto de 1 metro cuadrado, retirándolas posteriormente, estando degradadas y liberando cantidad de fibras cancerígenas al ambiente de trabajo. Igualmente, el trabajador acudía los fines de semana a realizar tareas de limpieza en la depuradora de humos del sistema de aspiración de los hornos de acería. Dichos Hornos eléctricos de Acería tenían el cableado y el sistema de refrigeración aislado o recubierto con vendas de amianto para no deteriorarse por las altas temperaturas,
Durante la etapa de gruista de acería, se encargaba de llenar la cesta de chatarra y cargar el horno. Los propios gruistas realizaban la limpieza de las grúas, donde se depositaban grandes cantidades de polvo. Por otro lado, los mecanismos de frenado de las grúas contenían amianto, asimismo, el amianto recubría el cableado y otros dispositivos. Para colmo, el sistema de limpieza, se realizaba mediante chorro de aire a presión, sistema que contribuía a la dispersión de fibras de amianto y otros tóxicos al ambiente de trabajo, siendo inhalado por él personal.
Según consta en el informe de exitus del Hospital de Txagorritxu de 9-05-19, el juicio clínico fue el siguiente: “Dolor mal controlado en relación a metástasis óseas conocidas, Pte inicio ANTIÁLGICA. ADENOCARCINOMA DE PULMÓN PATRÓN LEPÍDO ESTADIO IV (AFECTACIÓN PLEUROPULMONAR BILATERAL GANGLIONAR MÚLTIPLE Y OSEA) PDLA-1 ALTA EXPRESIÓN 80%EGF-R NO MUTADO, NO TRASLOCACIÓN ROS ALK. TEP ANTICOAGULADO CON HBPM. HEMOPTISIS AUTOLIMITADA, POSIBLE FIEBRE TUMORAL EXITUS”.
Existen datos en OSALAN, como en la Inspección de Trabajo que acreditan, como en ACENOR (y antes en FORJAS ALAVESAS) se usaba el amianto en las mangueras de los hornos, en las bóvedas, cubilotes y cucharas o protegiendo los mecanismos hidráulicos de las altas temperaturas, para lo cual, utilizaban tanto cordón, como cinta o planchas de amianto. Asimismo, el amianto era uno de los componentes de las zapatas de freno de motores. Por esta razón, se reclama el reconocimiento de las prestaciones de muerte y supervivencia derivadas de enfermedad profesional.
ASVIAMIE Asociación Vasca de Victimas del Amianto, manifiesta, que el histórico incumplimiento empresarial de registrarse en el RERA y notificar a la Autoridad laboral el uso del amianto y personal expuesto, unido a la resistencia de los profesionales sanitarios de OSAKIDETZA y Servicios de Prevención para cumplir el R.D. 1299/2006, comunicando “Sospecha sobre el origen laboral de la enfermedad” que diagnostican, se está convirtiendo en un terrible fraude y principal causa de la ocultación del origen laboral de la epidemia de cáncer en vías respiratorias, que afecta a los trabajadores de la industria vasca.
El año 2022, el CEPROSS, registro del Ministerio, recogía 107 canceres profesionales, de ellos 76 por amianto, con la particularidad que más del 52% de estas, eran en Euskadi, aunque todavía muy lejos de las cifras registradas en el entorno europeo. Por tanto, insistimos con nuestro llamamiento a los profesionales sanitarios a cumplir el RD 1299/2006, dado que la ocultación del origen profesional de la enfermedad, se convierte en un terrible fraude a la prevención en el puesto de trabajo.
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