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Entrevista a Francisco Báez Baquet sobre "Amianto: un genocidio impune"

«Desgraciadamente muchas personas jamás han oído hablar del amianto, y menos todavía del peligro que su permanencia representa»

Fuentes: Rebelión

Francisco Báez, ex trabajador de Uralita en Sevilla, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra este industria de la muerte desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 40 años a la investigación sobre el amianto. Paco Puche, otro luchador imprescindible, reseñó su obra (escrito editado en las […]

Francisco Báez, ex trabajador de Uralita en Sevilla, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra este industria de la muerte desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 40 años a la investigación sobre el amianto. Paco Puche, otro luchador imprescindible, reseñó su obra (escrito editado en las páginas de rebelión).

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La última conversación sobre su libro, estamos en los agradecimientos. Antes algunas preguntas sobre las últimas cosas que me han llegado, de usted en todo los casos. Sobre amianto en escuelas: http://sevilla.abc.es/andalucia/malaga/20150618/sevi-csif-pide-junta-retirada-201506171910.html ¿Queda muchos institutos y escuelas por desamientar? ¿Hay que ponerse en ello con urgencia?

No existe en España, que yo sepa, ningún censo al respecto. La urgencia está en función de la vida útil teórica del amianto-cemento, que no debiera de ser agotada, puesto que, de llegar a ello, entraríamos de lleno en la situación de friabilidad de las fibras de amianto presentes en la mencionada composita, y que es lo peligroso, puesto que lo que se está indicando con esa condición, es la disponibilidad de las fibrillas microscópicas que constituyen la «fracción respirable», para acceder libres a la atmósfera, por efecto del viento, de las vibraciones, etc. Se lucha, en diversos municipios, por alcanzar un censo oficial de edificios públicos con presencia de amianto, pero esa meta, en general, no está alcanzada y ni siquiera está en sus comienzos. En Francia, en las ventas de edificaciones de segunda mano, es obligatorio suministrar al comprador un certificado relativo a la presencia de asbesto en el inmueble.

En realidad, el acceso a la condición de friabilidad sobrevenida (es decir, no originaria), es un proceso gradual, que comienza antes del tiempo estimado convencionalmente como vida útil del amianto-cemento. En España, teniendo en cuenta las fechas desde las que se inicia el uso masivo de las «uralitas», ya comenzamos a estar plenamente inmersos en la zona temporal en la que ya es acuciante proceder a un desamiantado generalizado, para minimizar riesgos, pero también para cumplir con la ley española, que autoriza el mantenimiento del uso de los productos con asbesto, sólo hasta el término de su vida útil.

Actualmente, la tecnología disponible permite la teledetección de las cubiertas de amianto-cemento instaladas en un territorio, desde drones, desde satélites artificiales, desde helicópteros, o desde avionetas. El grado de sofisticación alcanzado, permite incluso la teledetección del respectivo grado de obsolescencia de las cubiertas instaladas; precisamente en estos momentos estoy acometiendo la realización de un trabajo de revisión sobre estas cuestiones.

Me habla usted de un enlace al videoreportaje de una entrevista realizada al doctor Alfredo Menéndez Navarro: https://drive.google.com/file/d/0B-D_hfHvc0MFTzJnMmp3U3RWR2s/view?pli=1 Añade: «Ruego la miren con especial interés». ¿Por qué ese especial interés?

Es su contenido una explicación sumamente didáctica e interesante del doctor Alfredo Menéndez Navarro, acerca del amianto y de la situación del tema en nuestro país. El motivo de haberlo recordado en estos momentos, es porque se avecinan en España importantes eventos sobre el asbesto (contabilizo un mínimo de tres, más o menos próximos temporalmente). Es posible que cuando se publique esta entrevista, alguno de ellos ya se haya producido.

Me llega también esta nota: «Paco Puche y yo estamos en contacto con el programa «Salvados» de La Sexta (Jordi Évole). Esta semana se han desplazado a Brasil, y la próxima acometerán el rodaje de la parte correspondiente a España». ¿De verdad? ¿No es una broma? ¿Amianto en «Salvados»?

No, no es broma, y como ya he dicho antes, no es lo único que se nos avecina sobre este tema, que tan merecedor es de que sea abordado en los medios de comunicación y en los actos colectivos de la propia administración pública y de las estructuras de intermediación de la propia sociedad, como son las asociaciones de víctimas, los sindicatos, las asociaciones ecologistas, los expertos, las empresas del desamiantado, etc., etc.

Otro de sus correos: «Se trata, evidentemente, de un reconocimiento sumamente tardío, con el paciente con edad ya muy avanzada y, por consiguiente, con corta esperanza de vida. Su diagnóstico podría ser considerado paradigmático de las alteraciones cardiovasculares que sugieren una exposición intensa; alteraciones cardiovasculares, en consonancia con lo que por mi parte se ha publicado en reciente fecha, y que el estamento médico tiene ya reconocido sobradamente; no así, en cambio, a efectos legales indemnizatorios, para los que estos «detalles» suelen desfilar por los tribunales de justicia, sin pena ni gloria, como un rayo de luz que atraviesa un cristal. Suerte y celeridad, con el futuro litigio.» ¿A qué reconocimiento hacía referencia?

Si no a un reconocimiento específico de las patologías cardiovasculares en expuestos a amianto, como enfermedad profesional, sí, al menos, a efectos de ser tomadas en consideración, a la hora de fijar el importe de las indemnizaciones concedidas en los litigios por amianto, resueltos en favor del demandante. Actualmente no detecto ningún indicio de que se esté procediendo así, ni en España ni en ninguna otra nación. Esa es la motivación que subyace en la publicación de mi trabajo:

Francisco Báez Baquet Patologías cardiovasculares en expuestos al asbesto (I) «Rebelión», 15/06/2015 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=199971

Francisco Báez Baquet Patologías cardiovasculares en expuestos al asbesto (II) «Rebelión», 16/06/2015 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=199972

También de usted: «Estimado Sr. Ruiz: Le paso enlace de acceso a un reportaje de «EL PAÍS», el cual constituye un excelente resumen de la situación que sigue vigente en México: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/01/actualidad/1412197454_661881.html Lo dicho ahí, mutatis mutandi, es aplicable a otras muchas naciones en donde no rige la prohibición de uso e importación del asbesto o amianto, en su variedad llamada crisotilo, crisolito o amianto blanco. En algunas de las industrias del asbesto, radicadas en alguno de esos países, como es el caso de México, empresas españolas, que tienen aquí radicada su sede central, participan del capital de las mismas. El retorno de dividendos hacia el lugar de origen de esas financiaciones, «nada sabe» de prohibiciones, para ingresar en las arcas de los beneficiados con esa criminal actividad. La empresa Texsa, mencionada en mi libro, es una de ellas». ¿Qué sucede en México? ¿Lo que practica Texsa ocurre con muchas otras empresas?

La nación hermana ha actuado y sigue actuando como «patio trasero» de los Estados Unidos, hacia donde se externalizan los riesgos, incluido el derivado del uso del amianto blanco o crisotilo. Es en ese contexto en donde se producen esas aportaciones cruzadas de capital, que para nada tienen en consideración las prohibiciones que eventualmente pueda haber en sus respectivos países de origen de esas inversiones. Con posterioridad a la publicación de mi libro, la situación de la filial mexicana de Texsa ha cambiado, en el sentido de que tanto la misma, como otra empresa dedicada al mismo tipo de fabricación, pero radicada en la India, han sido adquiridas por otra empresa suiza.

En general, el levantamiento del velo societario y la identificación de las participaciones mayoritarias en el capital de empresas potencialmente contaminantes, es un asunto vidrioso y difícil de abordar, y en el que siempre subsistirá un déficit de transparencia, a pesar de los esfuerzos que a ello se puedan dedicar, lo cual, a mi modo de ver, constituye un estímulo para que el periodismo de investigación y los expertos interesados se apliquen con tesón a esa necesaria tarea de clarificación y de desenmascaramiento de situaciones de dobles estándares.

Pawełczyk A, Božek F. «Health risk associated with airborne asbestos» Environ Monit Assess. 2015 Jul;187(7):4614. Epub 2015 Jun 13. Su traducción del resumen: «El siguiente artículo presenta una evaluación de riesgos para la salud asociados con el aire contaminado con fibras de asbesto respirables en las ciudades del suroeste de Polonia. El objetivo del trabajo fue determinar si o no las medidas de prevención son necesarias con el fin de reducir el nivel de exposición al contaminante. La evaluación de riesgos se realizó en base a los análisis de aire y los últimos datos sobre la toxicidad del amianto, publicados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), EE.UU. y la Oficina de Evaluación de Riesgos de Salud Ambiental (OEHHA). Se encontró que en algunos sitios, la concentración de las fibras de amianto superó los niveles aceptables, que debe ser una razón de preocupación especial. La mayor concentración de amianto se encuentra en centros de las ciudades durante las horas punta. En tres puntos, el riesgo máximo de salud calculado supera 1E-04 que se considera demasiado alto de acuerdo a las normas adoptadas. Hasta ahora, sin embargo, no ha sido posible encontrar un método razonable de asegurar la reducción del peligro». ¿Es buena su opinión de este trabajo?

Sí, con la salvedad de todos esos límites son sumamente convencionales, si nos referimos preferentemente al mesotelioma; por ejemplo: para el desamiantado, que allí donde hay prohibición de uso, es la única actividad para la que actualmente tiene sentido establecer un límite, éste, en Alemania, es cien veces más riguroso que en España.

Me ha escrito, usted por supuesto, sobre un asunto relacionado con un informe del Parlamento vasco. ¿Nos hace un breve resumen? ¿Es importante? ¿Por qué?

Se trata de una iniciativa demandando la creación de un fondo para indemnizar a las víctimas ocupacionales, evitándoles que tengan que pleitear; por tanto, es importante, obviamente. Eso no obsta para que el informe en el que se basó la iniciativa parlamentaria no pueda eventualmente tener algunas limitaciones, omisiones, etc., acerca de lo cual es mi intención publicar más adelante algún tipo de comentario crítico. La iniciativa no va acompañada de ninguna previsión presupuestaria por parte de la comunidad autónoma vasca, por señalar sólo una breve indicación, fácil de entender sin necesidad de tener que extenderse en muchas explicaciones, que reservo para mi anunciado trabajo próximo.

Importe indemnización de una víctima, de 55 años, que trabajaba en la estación de Renfe de Irún, en Wagons Lists etre 1982 y 1994. Trabajando allí, ¿cómo es que enfermó? ¿Cómo contrajo la contaminación?

Se trata de uno de los sectores industriales clásicos de la exposición ocupacional al amianto: la construcción o reparación de los vagones de ferrocarril, en los que hubo un generoso uso del amianto azul, como ignífugo. Esta cuestión ya la abordamos en nuestra entrevista número quince.

Un nuevo resumen. De esta publicación: Benedetti S, Nuvoli B, Catalani S, Galati R, «Reactive oxygen species a double-edged sword for mesothelioma», Oncotarget. 2015 Jun 10 «cuya aparición se anuncia ahora en PubMed, se incluye lo siguiente: «Actualmente las tasas de mesotelioma están subiendo y las estimaciones indican que la incidencia de mesotelioma alcanzará su punto máximo en los próximos 10 a 15 años en el mundo occidental, mientras que en Japón el pico se prevé que no se producirá hasta los próximos 40 años, contados a partir de ahora». ¿Subiendo? ¿Por qué su punto máximo dentro de 10 o 15 años? ¿Y esa diferencia con Japón?

Todo ello viene derivado, por una parte, del desfase temporal que supone el dilatado tiempo de latencia del mesotelioma, que media entre la exposición y el afloramiento de la citada neoplasia maligna, y que como promedio se puede situar en los 30-40 años, pero que -curva gaussiana-, se extiende desde menos de 15, hasta los 75, aproximadamente. Por otra parte, juega, obviamente, la fecha en la que se haya producido el máximo de consumo, y eso explicaría la singularidad del caso de Japón. En la estimación de Tossavainen, surgiría un mesotelioma por cada 140 Tm anuales de consumo. Tal estimación, no obstante, hace abstracción de las respectivas condiciones higiénicas de cada país, en relación con este tipo de contaminación, tanto ambiental como ocupacional; cuanto peores sean estas, ese tonelaje bastará con que sea proporcionalmente menor; no lo olvidemos.

Entramos en los agradecimientos: ¿alguien que quiera destacar especialmente? ¿Quiere añadir algún nombre más?

Cuando el libro se editó, mis agradecimientos estaban dirigidos, principal o exclusivamente, a quienes, a través de toda mi trayectoria vital, me habían ayudado de alguna manera en el desarrollo de una actividad cuya culminación, de momento, consistía precisamente en la publicación de ese libro. Una vez salido a la luz pública, evidentemente mi lista de agradecimientos se tiene que ampliar, por fortuna, a muchas otras personas, incluyéndole a usted mismo y a mi editor y amigo Paco Puche, pero también a otros muchos, tales como, por ejemplo, la abogada Andrea Peiró, y en general, todo el bufete «Oria, Pajares y Asociados«, la asociación «AVIDA«, de víctimas del amianto, en especial sus miembros de la directiva, Antonio Delgado y José Menor, el sindicato «CGT«, la empresa de desamiantado «Arizón y Gracia«, la Universidad Pompeu Fabra, el portal de Internet «COMBATE RACISMO AMBIENTAL«, a Francisco Jiménez Ortega, a los periodistas de diversos medios, etc., etc. Todos ellos me han ayudado, con una eficacia que quizás en su momento yo no he sabido apreciar debidamente o no se lo he reconocido a todos ellos, como habría sido procedente. Pido disculpas, si tal ha sido su respectivo caso de cada cual de los antes mencionados, o de los que involuntariamente ahora pueda volver a estar dejando en aparente olvido.

En lo que respecta a mi no hay nada que agradecer pero es un honor, un gran honor. Gracias. ¿Quién fue Luis Muñoz Vázquez? Fue compañero suyo me parece…

Fue un cargo sindical por CC.OO., de la fábrica en Sevilla de la empresa «URALITA». Junto con Francisco Jiménez Ortega, fue mi más estrecho colaborador en la lucha contra el amianto, en general, y en la ingente tarea de reunir toda la documentación que sobre asbesto logramos reunir. El compañero Luís, muchos años después, terminaría por sucumbir, víctima del mesotelioma, al igual que ha ocurrido con tantos otros, como el técnico Juan Aguirre, el jefe del laboratorio central de la empresa, Domingo Naval, uno de los directores de la fábrica de Alcázar de San Juan, el sindicalista y político Fernando Soto (el del llamado «proceso 1001»), etc.

Habla usted de Barry Castleman, Alan Dalton, Henry Pezerat, Irwin J. Seiikoff, Nancy Tait,… ¿quiénes son?

De Barry Castleman -el único vivo, de entre los mencionados-, ya nos hemos ocupado anteriormente, en nuestras entrevistas número 3, 5, 19 y 32. Por tanto, a ello me remito.

¡Otra vez me coge usted! ¡Qué memoria la suya!

Otro tanto cabe decir respecto del doctor Selikoff, a quien ya citamos en nuestras entrevistas número 1, 2, 4, 5, 8, 9, 23, 28, 31 y 36. De Nancy Tait ya dimos una breve reseña en nuestra entrevista número once, y que ahora vuelvo a reproducir aquí: «mi amiga corresponsal, ya fallecida, Nancy Tait, viuda de un trabajador del amianto, muerto de mesotelioma, y fundadora de una famosa asociación británica». Estas palabras mías, en modo alguno vienen a dar cuenta de su importancia, para glosar la cual, precisaríamos de bastante más espacio del que razonablemente debemos usar aquí.

Henri Pezerat fue un toxicólogo fundador del «Collectif Jussieu» e incansable activista en favor de las víctimas del amianto, y en favor también de la prohibición del amianto en Francia. Con él me unió una buena amistad epistolar, que iba bastante más allá de nuestro común interés por el tema «amianto».

En cuanto al que resta, el fallecido Alan Dalton, con quien también tuve el honor de mantener una afectuosa amistad epistolar, fue el autor del libro titulado » Asbestos Killer Dust: A Worker/Community Guide: How to Fight the Hazards of Asbestos and Its Substitutes», como culminación de su actividad contra el amianto.

¿Guarda usted la correspondencia que ha mantenido durante estos años?

Está habitualmente depositada en el Archivo Histórico de Comisiones Obreras de Andalucía, en Sevilla, y transitoriamente, desde hace ya varios años, en Granada, y para su estudio, bajo custodia por parte del historiador de la medicina ocupacional, el doctor Alfredo Menéndez Navarro. Hay un reparto entre ambos lugares, aunque en su mayor parte se encuentra en Granada. Todo ello constituye el llamado «legado Báez Baquet», formado por varias decenas de cajas de dimensiones amplias, llenas de documentos tales como separatas de artículos científicos, cartas, programas de mano de eventos, libros, actas de congresos científicos, informes, etc. Las cartas corresponden tanto a corresponsales a título individual, como a las procedentes de organismos tales como O.I.T., O.M.S., I.A.R.C., E.P.A., Comunidad Económica Europea…

Hay material en el archivo histórico de CC.OO. en Andalucía. ¿Se puede consultar sin problemas?

Hay que concertarlo previamente, acomodándose a sus disponibilidades, dado que habitualmente siempre suelen haber varios investigadores haciendo consultas. Tengamos presente que allí se conservan catalogados muchos otros documentos y libros, que poco o nada tienen que ver con el amianto, ni con mi contribución pretérita al tema.

Ya está, no le molesto más. Cuatro cosas más para finalizar aunque no le aseguro que no le dé la lata de cuando en cuando el próximo curso. ¿Están las nuevas generaciones de nuestro país de países suficientemente concienciadas sobre el tema?

Considero que no, en absoluto, y eso es un grave problema. Hay muchas personas que jamás han oído hablar del amianto, y menos todavía del peligro que su permanencia, instalado en edificaciones y en buques, sistemas de riego y de conducción de agua, etcétera, representa. Pensemos, por ejemplo, en las sucesivas promociones de alumnos de las escuelas de enseñanza de aquellos oficios, como albañiles, fontaneros, electricistas, etc. Su formación y concienciación frente a la amenaza de ese siniestro riesgo, es una labor que no debiera decaer, al menos mientras dure el problema. Permítaseme que dude de que todo ello esté sucediendo efectivamente así.

Diez, doce, quince líneas, no le permito más: ¿nos puede dar un argumento decisivo, el más importante, para que sigamos estando alertas sobre la cuestión?

El amianto es prácticamente indestructible, eterno, pero al propio tiempo y de forma espontánea, no cesa de tender a disgregarse en sus micro-fibrillas elementales, con un poder de dispersión enorme (se las ha llegado a detectar incluso en la Antártida). Por lo que respecta al mortal e incurable cáncer llamado mesotelioma, está evidenciado que bastan dosis mínimas o exposiciones muy breves, incluso únicas y puntuales, para poder desencadenarlo al cabo de varias décadas después de haberlo inhalado. Los estudios epidemiológicos evidencian su influencia en las tasas locales de mesotelioma, incluso en un radio de varios kilómetros, y en relación también con la dirección predominante de los vientos. Una circunstancia que, aparte del dilatado tiempo de latencia, despista mucho respecto de la verdadera entidad del peligro, es el hecho de que afortunadamente sólo llega a afectar a una minoría de los expuestos. Eso es menos negativo, pero contribuye a que la población sujeta al riesgo baje la guardia.

Quince, las he contado. Si pudiese rectificar algo de su libro imprescindible, ¿qué rectificaría?, ¿lo dejaría tal cual?

Trataría de hacerlo más breve. Quise dejar demostrado de forma exhaustiva, haciendo uso de un único artículo científico, hasta qué punto puede quedar contaminada la necesaria imparcialidad científica, cuando el autor es un experto que por sus actividades profesionales cuenta con intereses económicos que impiden o dificultan esa imparcialidad. Con el ejemplo elegido -el del señor Price y su artículo sobre la contaminación natural del talco con impurezas de amianto-, cuando comencé a indagar, empecé a encontrar abundantes motivos de colisión entre intereses -y eso era favorable a mi tesis-, pero al propio tiempo, y hasta que no hube rematado la tarea, no fui plenamente consciente de las dimensiones que había alcanzado mi demostración, que, si seguía siendo coherente con mi propósito inicial de exhaustividad, tenía que seguir manteniendo tal cual quedaba, y así lo hice, aunque siempre fui consciente de que proporcionalmente a la dimensión de todo el conjunto del libro, todo ello venía resultar excesivo, y que por consiguiente quizás hubiera sido preferible buscar otro enfoque más sintético (¿y didáctico?) alternativo.

La cuarta y última. No se asuste de entrada (ni de salida): ¿y si invertimos los papeles? Le he estado entrevistando durante un año y pico. No recuerdo ya ni el número de cuestionarios que le he enviado. Inversión hegeliana o cómo quiera usted llamarlo: ¿por qué no me entrevista usted a mí? Sobre lo que quiera… relacionado con lo que hemos estado comentando. ¿Qué le parece?

De acuerdo. Así lo haremos. Le enviaré un cuestionario.

Gracias. Será un honor responderle.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes