El líder de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, tuvo que abandonar el miércoles protegido por la policía un acto al que el empresario había acudido a explicar su gestión en CEOE, increpado por una treintena de trabajadores de Air Comet, que le recriminaron su actuación como empresario por el cierre de la aerolínea. Tras intervenir […]
El líder de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, tuvo que abandonar el miércoles protegido por la policía un acto al que el empresario había acudido a explicar su gestión en CEOE, increpado por una treintena de trabajadores de Air Comet, que le recriminaron su actuación como empresario por el cierre de la aerolínea.
Tras intervenir en el Foro de Nueva Economía, Díaz Ferrán tuvo que abandonar el hotel Ritz de Madrid, donde se había realizado el acto, protegido por la policía y por la puerta de atrás, lo que no logró evitar las iras de sus trabajadores que le increparon en el camino hasta el coche oficial con gritos de «ladrón, ladrón». Aunque el empresario salió indemne, el coche oficial recibió el ataque de uno de los participantes en la protesta, y que luego fue perseguido por la policía.
Una treintena de trabajadores se concentraron a las puertas del hotel Ritz al término de la conferencia en la que Díaz Ferrán repasó su situación personal como empresario, después del cierre de Air Comet; así como la posición de CEOE cuando se acerca el momento de reiniciar el diálogo social tripartito con el Gobierno.
Díaz Ferrán eludió en su intervención algunos de los aspectos más conflictivos de las propuestas de CEOE, como ya hiciera hace días el presidente del comité de economía de la patronal José Luis Feito, en el transcurso de unas jornadas sobre el mercado laboral. En concreto, Ferrán dijo sobre el coste del despido que «no es ese el tema principal de la reforma laboral», aunque señaló que es «imprescindible» llevar a cabo esta reforma.
La gestión en Air Comet protagonizó buena parte de las preguntas de los informadores convocados al acto, hasta el punto de que la sala estalló en carcajadas cuando Díaz Ferrán preguntó «¿ya?» tras recibir una segunda batería de preguntas relacionadas con el cierre de la aerolínea.
En este sentido, el empresario insistió en la defensa de su gestión en Air Comet y repitió que no ha cometido «ninguna ilegalidad». Además, rechazó que el Gobierno le haya negado financiación para salvar la aerolínea, a través de sus líneas ICO. «No lo creo. Y no voy a hacer más comentarios al respecto», zanjó.
Mientras en la calle los trabajadores le increpaban con gritos de «cobarde» -que tuvieron también que recibir otros dirigentes empresariales, como José María Lacasa y Arturo Fernández-; en el interior, Díaz Ferrán insistió en que la compañía «ya estaba vendida» cuando la orden del juez británico paralizó su actividad el pasado 18 de diciembre. Aun así, «hemos dado la cara», dijo.
Respecto al gobierno, Díaz Ferrán confío en que las medidas del Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero den «un giro» y se reorienten hacia políticas «de oferta» y no de demanda, como hasta ahora. «Se precisan reformas de calado», aseveró, tras señalar como asuntos prioritarios el marcado de trabajo, la reducción del gasto público y la bajada de las cuotas a la Seguridad Social.
En cuanto a la «protección social», el empresario pidió que las prestaciones por desempleo sean «adecuadas». Por otro lado, se mostró «de acuerdo» con las medidas laborales anunciadas por el Gobierno para el próximo 5 de febrero. «Se quedan cortas», matizó
Entre otras medidas, el empresario pidió más flexibilidad para la empresas a la hora de fijar turnos y horarios, y justificó su petición en que «son los clientes» y no «el capricho de los empresarios» quienes exigen esos cambios en la normativa laboral.
Por otro lado, Díaz Ferrán pidió que se retrase la edad de jubilación más allá de los 65 años actuales -«yo tengo dos más y sigo trabajando», dijo- , aunque estimó que será también necesario limitar las jubilaciones anticipadas
«Nuestra unidad es más fuerte que nunca», explicó sobre la situación actual en el seno de la empresarial. «Mantenerla debe seguir siendo nuestro objetivo esencial». «No vamos a rendirnos», insistió. «Sigo estando muy orgulloso de ser empresario», explicó antes de enfilar hacia la calle donde los trabajadores le estaban esperando.
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