Diez años después de que las autoridades brasileñas hicieran pública una grabación inédita que demostraba la existencia del pueblo indígena amazónico no contactado Kawahiva, su territorio sigue sin estar plenamente protegido, y los madereros y acaparadores de tierras los rodean, convirtiendo a los kawahivas en uno de los pueblos más vulnerables del planeta.
En 2013, el Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil (FUNAI) difundió un vídeo que grabó durante un encuentro fortuito con el Pueblo Kawahiva en las profundidades de la Amazonia, en el estado de Mato Grosso.
Más tarde, Survival International lanzó una campaña mundial junto a indígenas, con un cortometraje narrado por el actor ganador de un Oscar, Mark Rylance. Con ella consiguió que las autoridades actuaran. En 2018 se expulsó a los agroganaderos y madereros que ocupaban el Territorio Kawahiva.
Pero desde entonces el proceso de protección territorial se ha estancado, los madereros y acaparadores de tierras cercan el Territorio Kawahiva y hasta se ha construido una carretera ilegal a tan solo 2 km de distancia.
Un equipo de la FUNAI siguió trabajando en las inmediaciones para mantener alejados a estos invasores, a pesar de los peligros: su puesto de protección ha sido, de hecho, atacado varias veces.
Las masacres y las enfermedades ya han matado a muchos kawahivas: para los supervivientes la única esperanza es la demarcación de su territorio (es decir, el reconocimiento legal y protección efectivas, y que sea delimitado legalmente).
El Gobierno ya ha recibido dos ultimátums para concluir el proceso: en 2013, año en el que se difundió el vídeo inédito de kawahivas no contactados por primera vez, un tribunal brasileño ordenó la finalización de la demarcación. Diez años después esto aún no ha sucedido, y el pasado mes de agosto el Tribunal Supremo de Brasil dio a la FUNAI 60 días para finalizar un plan para la demarcación definitiva del territorio.
Eliane Xunakalo, presidenta de la organización indígena FEPOIMT (Federación de Pueblos y Organizaciones Indígenas de Mato Grosso), ha declarado hoy: “Es extremadamente importante retomar la demarcación para nuestros parientes no contactados. El territorio de ‘Kawahiva do Rio Pardo’ codiciado por los no indígenas es extremadamente violento para los empleados de la FUNAI que trabajan en el puesto de protección, y solo podremos garantizar la supervivencia de nuestros parientes no contactados si se demarca el territorio.”
“Depende de nosotros proteger a nuestros parientes, proteger su modo de vida, porque ellos son la resistencia y la resiliencia en medio de todas estas amenazas y desafíos que existen aquí en Mato Grosso”, añadió.
La directora de Survival Brasil, Sarah Shenker, ha declarado hoy: “Este es uno de los casos más críticos entre los pueblos indígenas no contactados en todo Brasil. Los kawahivas son supervivientes de innumerables ataques genocidas que han acabado con muchos de ellos. El proceso de demarcación de la tierra está paralizado, y los invasores ven el territorio como tierra para explotar económicamente. Sabemos que han invadido la selva de los kawahivas, y cualquier encuentro entre los kawahivas y estos foráneos, que suelen ir armados, podría ser mortal para los indígenas no contactados. Las autoridades deben actuar inmediatamente para finalizar la demarcación de la Tierra Indígena Kawahiva de una vez por todas, para que los kawahiva puedan sobrevivir, prosperar y seguir siendo los mejores guardianes de su selva única.”
Notas para periodistas:
A través de una campaña mundial de Survival International junto a indígenas, desarrollada hace unos años, se logró presionar a las autoridades para que actuaran. En 2016 el ministro de Justicia firmó un decreto para que la tierra fuera demarcada como Territorio Indígena y en 2018 se expulsó a los agroganaderos y madereros que habían ocupado el Territorio Kawahiva. Pero el proceso de demarcación nunca se ha completado.