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Amnistía InternacionaI México presenta informe Stonewall

Discriminación y abuso de autoridad, denuncian lesbianas

Fuentes: Cimac

A pesar de ser «invisibilizadas» por la sociedad y los medios de comunicación, las mujeres lesbianas y bisexuales en México también son víctimas de la discriminación, la violencia y el abuso de autoridad, flagelos que se agravan con la inequidad de género que padecen.   Así lo advirtió el investigador Ernesto Jaloma, integrante de la […]

A pesar de ser «invisibilizadas» por la sociedad y los medios de comunicación, las mujeres lesbianas y bisexuales en México también son víctimas de la discriminación, la violencia y el abuso de autoridad, flagelos que se agravan con la inequidad de género que padecen.

 

Así lo advirtió el investigador Ernesto Jaloma, integrante de la organización civil de mujeres lesbianas Musas de Metal, y quien apuntó que ese grupo poblacional «es muy poco atendido» en lo que se refiere a la violencia que de manera cotidiana sufre en México, debido a su diferente orientación sexual.

 

En conferencia de prensa en la que Amnistía Internacional (AI), sección México, presentó el informe «Stonewall», sobre abusos policiales contra lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero en Estados Unidos, Jaloma observó que los casos sobre discriminación y abusos contra homosexuales son más difundidos que aquellos en los que las mujeres también padecen violencia por su preferencia sexual distinta.

 

Sin minimizar la gravedad de los casos de homofobia reportados en México, el integrante de Musas de Metal criticó el «amarillismo» de los medios de comunicación cuando informan sobre los crímenes cometidos contra los gays, y porque -remarcó- no reportan la violencia contra las lesbianas y las bisexuales.

 

Ernesto Jaloma dijo que en la discriminación y exclusión que padecen las mujeres lesbianas intervienen también «cuestiones de género», toda vez que por la menor educación que reciben las mujeres con respecto a los varones, ellas no denuncian ese fenómeno y por el contrario lo consideran una situación «normal».

 

En México, «ser mujer es difícil, pero ser mujer lesbiana o bisexual es doblemente difícil», afirmó el activista. Adelantó que Musas de Metal ya realiza una investigación -mediante entrevistas a mujeres agredidas-, sobre los casos de abuso policial y discriminación de las autoridades hacia lesbianas en el Distrito Federal, Hidalgo y el Estado de México.

 

Jaloma leyó el testimonio de una chica de nombre Verónica, quien fue acosada por elementos policíacos en la colonia San Pedro de los Pinos en esta capital, por estar con su pareja Gaby en su automóvil «con la luz apagada». Detalló que los policías la cuestionaron de manera insistente sobre el tipo de relación que tenía con Gaby, y la acusaron de cometer «adulterio».

 

«Para la autoridad incurrimos en una actitud negativa», dijo Verónica en su testimonio, y criticó el «tortuguismo» y la burocracia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y de la Contraloría de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, instancias ante las que ella y su compañera presentaron denuncias por el abuso policial.

 

«Ser lesbianas empeora las cosas», lamentó Verónica en el texto leído por Jaloma. Gaby, quien estuvo presente en la conferencia de prensa, dijo que se siente «insegura» en su colonia luego de la violencia de los policías, y manifestó su temor de que ambas puedan ser agredidas.

 

En la presentación de «Stonewall», la representante de AI-México, Magally Piña; el abogado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, Eduardo Reyes; y el investigador de la Universidad Autónoma de Puebla, Mauricio List, criticaron la discriminación y violencia que padecen homosexuales y lesbianas por parte de las autoridades tanto en México como en Estados Unidos.

 

Demandaron reformas legales contra la discriminación hacia la población homosexual, lesbiana, bisexual y transgénero, y modificaciones sustanciales al marco jurídico federal y en los estados para tipificar como delito la detención arbitraria.

 

Entre otras propuestas, indicaron que como en San Salvador Atenco, la violencia sexual contra las mujeres es una manifestación «misógina» del poder.