Piden seguir los pasos de países como Reino Unido e Irlanda para hacer frente a la gravedad de los efectos del calentamiento global.
Mientras todos los focos estaban puestos en el Congreso de los Diputados con el arranque del nuevo curso político, no muy lejos del hemiciclo, en Sol, se habían reunido cerca de una treintena de colectivos ambientales para «exigir» al próximo Gobierno la «declaración urgente» del estado de ‘emergencia climática‘ frente a la gravedad de los efectos del cambio climático.
Entre los impulsores de esta reivindicación se encuentran Greenpeace, Ecologistas en Acción, Extinction Rebelion, Observatorio de la Sostenibilidad y WWF España, pero también movimientos sociales de reciente creación como Teachers For Future Esapaña, Madres por el Clima y Fridays For Future, entre otros.
«La emergencia climática es innegable». Así de contundente se expresaba Mercedes Ruiz, de Teachers For Future, movimiento de apoyo formado por docentes de toda Europa. «La inacción nos ha matado y nos mata», dijo en referencia a la falta de compromiso y medidas concretas de la clase política. Una afirmación en consonancia con lo defendido por Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción, quien cree que «el mayor problema climático es que no haya cambios».
Para sostener la necesidad de esta emergencia climática, las organizaciones apuntan a dos informes. Por un lado, el reciente estudio sobre el estado de la Biodiversidad elaborado por el IPBES, que cifra en un millón el número de especies animales y vegetales en peligro de extinción. Por otro lado, el conocido Informe especial del IPCC sobre el calentamiento global de 1,5 °C.
Esta petición, han declarado, debe ir aparejada de una serie de objetivos. El primero, que los gobiernos «digan la verdad acerca de lo urgente que es nuestra situación actual». Asimismo, han señalado a los medios de comunicación como parte «fundamental para transmitir esa realidad».
Aunque cada organización apunta a diferentes retos y modos de actuar, pues «cada una es potente en su ámbito», marcan como «línea roja» el «garantizar reducciones de gases de efecto invernadero anuales superiores al 7%, así como detener la pérdida de la biodiversidad». Afirman, además, que deben ser los países ricos, «como los europeos», quienes adquieran «compromisos mayores» para «revertir el hecho de que el 20% de la población mundial absorbe el 80% de los recursos naturales».
Otra de las reivindicaciones lanzada se ha centrado en el abandono de los combustibles fósiles para dar paso a las energías 100% renovables, un punto en el que no están de acuerdo todos los partidos. Estas acciones, han remarcado, solo serán posible si quedan reflejadas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y en el Plan Nacional Integrado de Clima y Energía.
De las grandes huelgas a la emergencia climática
Alentados por la juventud de todo el mundo, que cada viernes toma las calles en defensa del planeta, el Parlamento británico se convirtió a principios de mes en el primer país del mundo en declarar la llamada emergencia climática. Al poco, le siguió Irlanda. En nuestro país, la Generalitat de Cataluña ha sido el primer y único órgano de gobierno en sumarse a esta declaración, siguiendo los pasos de la Universitat Politècnica de Catalunya, pionera en España. A la espera de ver si el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que esta mañana aseguraba en su cuenta personal de Twitter que impulsará una «agenda de progreso» con la transición ecológica como uno de los «ejes claros», se suma a esta declaración de emergencia climática.
Jóvenes de todo el mundo volverán a manifestarse este viernes por el clima. Como ya sucedió el pasado 15 de marzo, la joven Greta Thunberg prepara una nueva huelga mundial para este 24 de mayo, la cual será seguida en España con más de una treintena de convocatorias.