El empresario gallego recuperará por la vía de las desgravaciones fiscales, y durante varios años, más de un tercio del dinero que las comunidades tienen que adelantar para comprar los aparatos de diagnóstico y tratamiento del cáncer que luego abona su fundación. ¿La donación de aparatos para diagnosticar y tratar el cáncer que el hombre […]
El empresario gallego recuperará por la vía de las desgravaciones fiscales, y durante varios años, más de un tercio del dinero que las comunidades tienen que adelantar para comprar los aparatos de diagnóstico y tratamiento del cáncer que luego abona su fundación.
¿La donación de aparatos para diagnosticar y tratar el cáncer que el hombre más rico de España está haciendo a las comunidades autónomas a través de su fundación, cuya polémica se ha situado como uno de los ejes de la campaña electoral, es consecuencia del altruismo («diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio»), supone un episodio de caridad) («limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados») o deriva en realidad del pragmatismo («preferencia por lo práctico o útil») de quien lo impulsa? Puede que en la iniciativa de Amancio Ortega, dueño de Inditex (Zara), haya un poco de todo y nada al completo. Aquí explicamos las claves del asunto:
¿En qué consisten las donaciones?
La Fundación Amancio Ortega cerró en 2017 con 15 comunidades autónomas y con el Ministerio de Sanidad (por Ceuta y Melilla) acuerdos similares a los alcanzados en los dos años anteriores con Galicia y con Andalucía por los que ofrece donar 309 millones de euros para adquirir los equipamientos médicos que esos ejecutivos consideren prioritarios. La mayoría se ha inclinado por hacerse con mamógrafos digitales (nuevos en unos casos, con actualizaciones del software en otros) para el diagnóstico del cáncer de mama y con aceleradores lineales para el tratamiento de tumores con radioterapia, aunque algunas también han optado por escáner tipo TAC para realizar resonancias. El acuerdo alcanza al Centro Nacional de Dosimetría.
¿Cómo se compran esos aparatos?
Los adquiere cada comunidad mediante procesos de licitación pública. Una vez recibidos e instalados, cuando entran en funcionamiento, la fundación, que no interviene en la selección de los proveedores de los más de 400 equipos que contempla el programa, asume su coste y trasfiere a las autonomías como donación el dinero que estas han tenido que adelantar. «La fundación paga contra factura», explican fuentes del Gobierno de Aragón, el cual ha licitado el acelerador que financiará este programa junto con dos propios de la Consejería de Sanidad.
¿Están ya funcionando?
La mayoría de los mamógrafos y de los aparatos de menor entidad están instalados y operativos y ya han sido pagados por la fundación. El ritmo es más lento con los aceleradores, que suponen el grueso de la inversión al situarse su precio entre los tres y los cinco millones de euros. Se construyen a demanda, lo que retrasa su entrega, y su instalación requiere habilitar los búnkers en los que se ubican y formar al personal que los maneja, además de necesitar el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Fuentes de la fundación estiman que «más de la mitad» de los equipos ya está funcionando.
¿Cómo se distribuye ese dinero?
Madrid y Catalunya son las comunidades con los convenios más cuantiosos, de 47 millones de euros en ambos casos, seguidas por Andalucía con 40 y la Comunitat Valenciana con 29, según una recopilación de ElConfidencial. Tras ellas se sitúan Castilla y León (18), Galicia y Canarias (17) y Euskadi y Castilla-La Mancha (15), todas ellas con mayores cuantías que Extremadura (13), Murcia (12) y Argón (10). Por debajo de la decena aparecen Asturias (7), Baleares, Navarra y La Rioja (5) y, por último, Cantabria (3).
¿Sacan algo Amancio Ortega e Inditex con esta donación?
Obtienen un beneficio fiscal de entre 108 y 123 millones de euros, ya que la normativa tributaria permite desgravar en el IRPF y el Impuesto de Sociedades, respectivamente, el 35% de las aportaciones empresariales y el 40% de las societarias a las fundaciones que realizan donaciones de este tipo. En ambos casos, con un límite en el 10% de la cuota anual pero con la posibilidad de distribuir el exceso en los diez ejercicios siguientes. «Una buena parte de ese dinero lo pone la Administración a través del beneficio fiscal», explica Carlos Cruzado, presidente de Gestha, el sindicato de los técnicos de Hacienda, para quien «el beneficio fiscal no deja de ser un gasto público». Cruzado admite que esta operativa, con la que Ortega y las empresas que dirige recuperarán más de un tercio del coste del programa vía desgravaciones, tiene «un punto de perversión. Cuando hablamos de la donación no solemos pensar en que conlleva beneficios fiscales». Los descuentos en la tributación se irán aplicando en declaraciones sucesivas, conforme se vayan ejecutando los pagos.
¿Cómo surge la polémica?
Comenzó el viernes, cuando Isabel Serra, candidata de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, sostuvo durante una intervención en «La Ventana» de la Cadena Ser sostuvo que «la sanidad pública no debería aceptar donaciones de Amancio Ortega» y abogó por «garantizar que la sanidad pública tenga presupuesto propio y no se privatice». A partir de ahí, su tweet viral y las palabras de Pablo Iglesias en un mitin al día siguiente en Palma, donde dijo que «una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios», situaron la polémica en el centro de la campaña electoral.
¿Qué opinan en el mundo de la sanidad?
La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública tiene pocas dudas. «El sistema sanitario público no debe depender para su funcionamiento de donaciones más o menos altruistas, sino que los recursos deben salir de los impuestos», señala su portavoz, Marciano Sánchez Baile. «Si alguien quiere dar dinero al sistema público, debería hacérselo llegar a los responsables de administrarlo para que ellos lo gestionen en función de criterios de salud pública, pero no condicionándolo a una enfermedad concreta», añade, ya que «no puede ser que alguien ajeno al sistema decida cuánto y dónde se invierte». En este sentido, y en relación con las desgravaciones, anota que «hay una parte de ese dinero que al final pagamos los ciudadanos y que se invierte donde decide alguien ajeno al sistema». Coincide con Cruzado, para quien «se condiciona el destino de ese dinero público» mediante el mecanismo del beneficio fiscal.
¿Cuánto supone la donación de Ortega para los presupuestos de las comunidades?
Apenas un 26% de lo que las comunidades autónomas presupuestan en un año en infraestructuras y equipamientos, según recoge el documento «(Infra)Presupuestando«, en el que CCOO analiza la gestión de la sanidad en las 17 comunidades autónomas entre 2010 y 2017. La media anual de ese capítulo suma 1.161 millones de euros, con una reducción del 37% en la primera mitad de la serie y un aumento del 35% a partir de 2015, tras las últimas elecciones autonómicas, para volver a superar los mil millones de euros en 2017. De haberse materializado las donaciones ese mismo año, los recursos iniciales habrían crecido un 29,6%. Sin embargo, su desembolso se prolongará durante un mínimo de cuatro años, lo que sitúa esa proporción por debajo del 7% anual.
¿Cuánto ganan al año Ortega e Inditex?
Inditex, la matriz de marcas de ropa como Zara, Stradivarius, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka y Oysho, entre otras, cerró el ejercicio de 2018 con un beneficio neto de 3.444 millones de euros, según datos de la propia compañía. Eso significa que el programa de aparatos médicos vendría a suponer en torno a la décima parte de las ganancias de un ejercicio. Ortega, cuyos 44.000 millones de patrimonio le sitúan como la tercera persona más rica del mundo, solo por detrás de Carlos Slim y Bil Gates, tiene previsto ingresar este año 1.626 millones de euros solo en dividendos por la propiedad de sus acciones en Inditex. El empresario, que tiene cargos en otras cuatro sociedades (Pontegadea Inversiones, Partler 2006, Lipasa Cartera y Grisle), opera en un amplio abanico de sectores entre los que destaca el inmobiliario, donde los alquileres le reportan unos ingresos de más de cien millones de euros anuales. Es el dueño de edificios como las torres Cepsa y Picasso, el Madrid-París en la Gran Vía madrileña, la antigua sede de Banesto en Barcelona, y, además de una parte de los locales que utilizan como inquilinos las tiendas de sus marcas, parte de la sede de Amazon en Seattle (EEUU).
¿Cuánto pagan en impuestos?
Inditex lo señala con claridad en su memoria: 980 millones de euros el año pasado y 979 el anterior. Es decir, algo más del triple de lo presupuestado para las donaciones. Calcular la factura fiscal resulta más que complejo en el caso de Ortega, ya que parte de los ingresos tienen carácter personal mientras otros los canaliza a través de las empresas patrimoniales que figuran como tenedoras de esas participaciones. No obstante, sí se sabe que 1.626 millones en dividendos generan una factura de más de 370 millones (tributan el 23% a partir de los primeros 50.000 euros) y que una renta de cien millones de euros devenga otra de 45.
¿Pagan todo lo que deberían?
Según el grupo de Los Verdes / Alianza Libre Europea en el Parlamento Europeo, el emporio empresarial de Ortega eludió el pago de 585 millones de euros en impuestos en varios países europeos, 218 de ellos en España, mediante técnicas de elusión fiscal; es decir, aprovechando los recovecos que la legislación ofrece para reducir las facturas tributarias, principalmente mediante operaciones entre sociedades de un mismo grupo.
¿Qué trato fiscal dan otros países a las donaciones?
Depende de cada país, aunque las desgravaciones suelen ser atractivas para las fortunas en toda Europa. El incendio de la catedral de Notre Dame de París desató entre los grandes empresarios una alocada competición de anuncios de donativos millonarios en la que algo tendrá que ver el hecho de que vayan a recuperar el 60% de esas cantidades vía desgravaciones. Un mes después del siniestro, no obstante, siguen sin llegar.
Fuente: http://www.publico.es/economia/amancio-ortega-doce-claves-ocultas-donacion-amancio-ortega.html