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El gobierno cubano convoca una marcha "contra el terrorismo" frente a la embajada cubana

Documentos desclasificados del FBI y la CIA confirman que el terrorista anticastrista que pide asilo en EEUU era agente suyo y fue autor de la explosión del avión civil cubano

Fuentes: Agencias/Rebelión

Un documento del FBI fechado el 3 de noviembre de 1976 desclasificado hoy informa que Posada estaba en un grupo que discutió «el atentado contra el avión cubano» en una reunión en el bar del Hotel Anauco Hilton en Caracas. Pero hay otros. La agencia de noticias Associated Press informó hoy de la revelación este […]

Un documento del FBI fechado el 3 de noviembre de 1976 desclasificado hoy informa que Posada estaba en un grupo que discutió «el atentado contra el avión cubano» en una reunión en el bar del Hotel Anauco Hilton en Caracas. Pero hay otros.

La agencia de noticias Associated Press informó hoy de la revelación este martes de antiguos documentos secretos de la CIA y el FBI que establecen un vínculo entre el extremista cubano Luis Posada Carriles -quien busca asilo en Estados Unidos- y el sabotaje a un avión cubano de pasajeros en 1976, e indican que Posada estuvo en la nómina de la CIA durante años.

Un documento del FBI fechado el 3 de noviembre de 1976 cita a un informante confidencial que dijo que Posada estaba en un grupo que discutió «el atentado contra el avión cubano», antes de que sucediese el ataque, en una reunión en el bar del Hotel Anauco Hilton en Caracas.

Otros documentos dicen que Posada -quien en aquel entonces era un oficial de los organismos venezolanos de seguridad- era también agente de la CIA en los sesenta y recibió unos 300 dólares de la agencia cuando trabajaba con una alianza de varios grupos basados en la República Dominicana que buscaban derrocar al presidente cubano Fidel Castro.

Otro documento del FBI, que cita a otro refugiado cubano anónimo, dijo que Posada recibió 5.000 dólares en 1965 de manos de Jorge Más Canosa, un prominente exiliado cubano que murió en 1997, para financiar un intento de colocar poderosas minas en barcos cubanos o soviéticos en el puerto mexicano de Veracruz.

Obtenidos del Archivo de Seguridad Nacional

Los documentos fueron dados a conocer por el Archivo de Seguridad Nacional, una organización independiente basada en la Universidad George Washington que reúne documentos del gobierno. La publicación se produce en momentos en que las autoridades norteamericanas lidian con el pedido de asilo político de Posada, quien es considerado por Castro, Venezuela y sectores en Estados Unidos como un terrorista.

«Esa serie de documentos es un historial de la carrera violenta de Luis Posada», dijo Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación sobre Cuba en el Archivo. «En estos tiempos, Estados Unidos no puede lanzar una guerra contra el terrorismo internacional por una parte y por la otra permitir que alguien con ese tipo de récord viva aquí».

El abogado de Posada, Eduardo Soto, ha negado que su cliente haya tenido un papel en el atentado contra el avión cubano en 1976, en el que murieron 73 personas cuando la aeronave se estrelló en Barbados.

Soto dijo el mes pasado que Posada, de 77 años, había ingresado secretamente a Estados Unidos, aunque las autoridades del FBI y de inmigración dicen no saber nada de su paradero.

Por su parte, el presidente de Cuba, Fidel Castro, anunció el martes una marcha de protesta frente a la sede diplomática de Estados Unidos en la isla caribeña de gobierno comunista para exigir «justicia» en el caso del exiliado cubano anticastrista Luis Posada Carriles.

«Tenemos que exigir que se haga justicia. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados (…) y propongo el próximo martes organizar una marcha del pueblo combatiente ante la Oficina de Intereses del gobierno de Estados Unidos…», dijo Castro.

El anuncio forma parte de una fuerte campaña política del gobierno de La Habana para exigir que Posada sea arrestado.

El militante anticastrista está acusado, además, de organizar en 1997 una serie de atentados con bombas en varias instalaciones turísticas en Cuba, en una de las cuales falleció un turista italiano.

En Miami, el abogado de Posada, Eduardo Soto, dijo que había solicitado asilo político para su cliente y explicó que el cubano había ingresado ilegalmente a Estados Unidos desde México.

«Hace casi dos meses que está allí. No podemos quedarnos callados en una batalla contra semejante fechoría: es una protesta contra el terrorismo, es una protesta contra las torturas (…), afirmó Castro en un discurso transmitido por la radio y la televisión estatales de Cuba.

«Es una mentira al mundo, una infamia, una cuestión tan seria como es el terrorismo», dijo Castro y agregó furioso que estas palabras «me salen a mí y a ustedes del alma, del corazón, de las entrañas».

«Hasta cuándo vamos a esperar. Lo estaremos denunciando ante el mundo», afirmó ante miembros del Partido Comunista, militares y familiares de cubanos que -según el gobierno de La Habana- han sido víctimas de atentados terroristas.

Posada, de 77 años, nació en Cuba, pero tiene residencia venezolana y es solicitado por el gobierno de este país, de donde se escapó de una prisión en 1985.

Recientemente, el máximo tribunal de Venezuela declaró procedente que el gobierno del presidente Hugo Chávez solicite a Estados Unidos la extradición del exiliado cubano, quien enfrenta cargos de terrorismo presentados por las autoridades de La Habana y Caracas.

Posada fue indultado en agosto del 2004 por Mireya Moscoso, entonces presidenta de Panamá, donde estuvo detenido junto a otros tres cubanos anticastristas, acusado de conspirar para asesinar a Castro durante la Cumbre Iberoamericana del 2000

Este caso ha puesto al gobierno estadounidense ante el dilema de mantener su dura posición contra los sospechosos de terrorismo tras los atentados de 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, o conservar la simpatía de la amplia comunidad cubana exiliada, un poderoso grupo económico y político dentro del cual algunos ven a Posada Carriles como un héroe.

El gobierno de Cuba ha dicho que 3.478 cubanos han fallecido en los últimos 40 años a causa de atentados atribuidos por La Habana a organizaciones anticastristas radicadas básicamente en el estado de Florida.