Me voy del tema. Es un breve preámbulo, vuelvo en seguida. ¿Se acuerdan de aquel primer ministro que se conprometió en no fallar a los jóvenes, el mismo que, servicialmente, se puso a los pies de los dictados y caballos salvajes de la troika dominante? Se le preguntó el pasado martes, en el global imperial, […]
Me voy del tema. Es un breve preámbulo, vuelvo en seguida. ¿Se acuerdan de aquel primer ministro que se conprometió en no fallar a los jóvenes, el mismo que, servicialmente, se puso a los pies de los dictados y caballos salvajes de la troika dominante? Se le preguntó el pasado martes, en el global imperial, por el supuesto heredero y por el ex Rey, el político de derecha extrema que ha sacado jugo y partido de mil oscuros entramados (basta pensar en sus «amistades» más conocidas), el mismo que soltó al presidente Chávez aquello del «por qué no te callas». Del Rey, les ahorro la segunda parte, respondió don Zapatero, «si tuviera que elegir señalaría su cercanía. Ha sido un rey con una enorme capacidad de estar cerca de lo que el país sentía».
Para las hemerotecas, en lugar destacado.
Hay más desde luego. Se le pregunta también por la reclamación del referéndum sobre Monarquía o República de las juventudes de su propio partido. Su respuesta: «Debemos cumplir la Constitución y la Constitución es muy clara en lo que significa el funcionamiento de la institución de la Jefatura del Estado, la institución monárquica. Debemos respetar todas las posiciones pero la del PSOE es muy clara: mirar a la Constitución. Somos una democracia consolidada. Con necesidad de reformas, por supuesto, pero debemos hacerlas desde los valores, la letra y el espíritu de la Constitución. Eso es una posición responsable de un partido de gobierno como el PSOE. Seguramente nadie esperaría otra cosa.»
Efectivamente, casi nadie esperaría otra cosa de un partido de gobierno como el «PSOE».
Pero no es don Zapatero el actor principal. Comparado con don Felipe, no el VI, sino el de Gas Natural, manda poco. Este último es teniente general y sigue con plaza. Nadie le tose. El partido es él.
Está en la cocina de todas las movidas. Se le pregunta también en el global por la situación: ¿Está sorprendido por lo sucedido? Debo confesar, y confiesa, que no. «Algo sabía. Lo suficiente de cómo podía pasar y cuando.» Estaba en la cúpula de las decisiones, allí permanece. ¿Aconsejaría el día y la hora? En cuanto al balance, ya pueden imaginárselo. «Extraordinariamente positivo. En los últimos 300 años de historia de España nunca ha habido una época en la que un rey asume la totalidad de las responsabilidades, renuncia a esa totalidad desde el día que nombra a Adolfo Suárez, delega el poder ejecutivo en el Gobierno antes incluso de someterse al dictado de la Constitución y nos da por primera vez en 300 años un período de estabilidad democrática y de convivencia en libertad.» Una vergüenza, un insulto político. Ni una sola referencia a las Repúblicas españolas.
Este mismo político institucional-empresario corporativo fue entrevistado por la gran cadena del SER en la mañana del martes. Ha largado durante más de media hora. Si tienen tiempo y advirtiendo que no es apta la conversación para menores ni para almas sensibles, no se la pierden. El panegírico a la Monarquía borbónica en la figura del ex Rey de España, el heredero de Franco, no tiene parangón. Ni una sola crítica, ni una sola. Ni una coma, nada. Hombre de Estado, servidor de la ciudadanía, gran demócrata, gran personaje en las relaciones internacionales (ha contado con detalle un supuesto encuentro entre ellos dos, Bush y Gorbachov ensalzando ad nauseam la figura borbónica), gran servidor de la nación y de la causas más nobles. Lo que diría cualquier servil cortesano dicho por alguien que es mucho más que un ex secretario general de un partido que dice ser socialista, obrero y, además, republicano. Mucho más: un hombre piquito de oro del Régimen. Lo que fue y lo que es. Una vergüenza indescriptible si tuviéramos que avergonzarnos con él.
Cuando habló, cuando se vuelve a hablar de un gobierno de concentración bipartidista nacional, de la gran coalición del monopartido PSOE, ¿estarán pensando, estará pensando él mismo, en don Felipe Gas Natural para presidirlo? ¿Se lo imaginan? ¿Se imagian un gobierno gran coalición con don Felipe GN de primer espada y don José María AA (Azores-Aznar) como vicepresidente… o a la inversa si así lo estiman? ¿Habrá pensado alguien en un escenario de estas características? ¿Alguien abonará ese sendero de perdición.
Definitivamente como comentó en su día José María Valverde: el Ser se dice de muchas maneras. Como sustancia, como lugar, como atributo… Y la peor de ellas: como la cadena encadenada del SER en palabras de un ejecutivo corporativo al servicio de las peores causas.
Eso sí, nosotros a lo nuestro: ¡viva la III República (que debemos dotar de contenidos como ha señalado Julio Anguita)! ¡Exijamos un referéndum sobre Monarquía o República! ¡No permitamos la imposición autoritaria de la supuesta primera «autoridad» del Estado! ¡Dret a decidir sobre nuestra forma de estado! Y la calle, a pasearnos a cuerpo. Anunciamos algo nuevo.
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