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Entrevista a Toni Soler, director ejecutivo del programa de TV3 Polònia

«Dos poderes que se suponían independientes, prensa y justicia, se atrincheran por la unidad de España»

Fuentes: El Salto

Periodista, escritor, actor, humorista, showman. El director ejecutivo de Polònia, recibe a El Salto en su despacho de su productora, Minoría Absoluta. «La unidad de España pasa a estar por encima del bien, del mal y de la verdad», asegura.

En el episodio de la semana pasada de Polònia, programa de sátira política de TV3, las dirigentes de PDeCat, ERC y CUP, Marta Pascal, Marta Rovira y Anna Gabriel, respectivamente, discutían, en un museo, sobre el significado de un cuadro en blanco, que simbolizaba la República Catalana. En otro sketch, unos alumnos preguntaban a su profesor de la escuela pública catalana sobre lo ocurrido el 1-O. El profesor se niega a hablarles del tema, se resiste, teme represalias, pero ante la insistencia de la clase afirma que hubo brutalidad policial. Dos agentes entran en el aula y se lo llevan detenido. Los alumnos celebran que la clase ha terminado: «Les classesseransemprenostres».

El mismo día que Piolín abandonaba el puerto de Barcelona, hace una semana, Susanna Griso, en su programa de Antena 3, sacaba una noticia de que la prostitución de lujo había disminuido. La mofa por la relación de ambas noticias no tardó, Toni Soler (Figueres, Girona, 1955) en el programa Està Passant, el cual dirige también en la tele pública catalana, unía las dos noticias dando lugar a la carcajada. Este periodista, escritor, actor, humorista y director ejecutivo de Polònia recibe a El Salto en su despacho de su productora, Minoria Absoluta. Hablamos de la situación catalana.

«Se están manipulando conceptos básicos como la libertad de expresión utilizando el delito de odio como excusa». Durante la entrevista se muestra dicharachero e insolente con la actualidad, como buen humorista, pero a ratos grave, pues los momentos por los que atraviesa Catalunya son críticos. Medio Govern en el exilio, el otro, en prisión. En la Generalitat manda el PP, que no tiene ni el 9% de los votos en Catalunya. «La actuación de la policía aquí el 1-O ha dejado una ruptura emocional con respecto al Estado español que va a ser muy difícil de cicatrizar y, además, entre las generaciones más jóvenes se ha instaurado una desafección a la democracia que puede ser peligrosa, se pierde la fe en el poder popular a través del voto para cambiar las cosas».

Soler permanecía con su hija adolescente en un colegio el primero de octubre, era una fiesta, las personas mayores votaban con orgullo y recibían los aplausos de los que en las puertas del recinto resistían, por si llegaban los nacionales o los guardias civiles, Piolín. Pero no llegaron a ese colegio presencialmente, aunque sí por las imágenes de la violencia desatada en otros. El 1-O fue un momento catárquico para Soler: «El independentismo no se ha recuperado de aquello, por eso ha pasado todo lo de después».

Más allá de la violencia policial del 1-O, lo más surrealista que ha ocurrido durante estas intensas semanas catalanas para el comunicador fue «la apertura del año judicial, pues el presidente del Supremo dijo que la unidad de España es fuente de derecho, lo dijo ante el Rey, eso es muy fuerte porque se tambalea todo lo que entiendes por garantías ante ley». «La unidad de España pasa a estar por encima del bien, del mal y de la verdad, y dos millones de catalanes se sitúan fuera de las garantías jurídicas», prosigue este showman catalán, añadiendo: «Dos poderes que se presumían independientes, prensa y justicia, se atrincheran por la unidad de España frente a la verdad y los derechos».

Y es que Soler se muestra crítico con cómo los medios españoles cubren el conflicto catalán. «Uno de los daños colaterales de lo que pasa en Catalunya es el papel de la prensa, se ha visto la debilidad de la prensa convencional y su enorme dependencia financiera de las administraciones públicas». También critica»el entusiasmo ideológico de muchos compañeros y propietarios de medios que han puesto su valor de la unidad de España por encima de criterios periodísticos». «Se ha normalizado la mentira en la prensa con respecto a Catalunya».

La actualidad cambiante catalana de los últimos tiempos hizo que, en una ocasión, el programa Polònia no se emitiera, lo que se tradujo en críticas en la prensa madrileña de derechas y en «ese diario progresista que es El País». Ese día, Oriol Junqueras y otros consellers del Govern entraban en prisión. «Había un sketch de Oriol Junqueras haciendo un musical, pero estaba entrando en prisión, no nos parecía apropiado», recuerda. «Con presos políticos es difícil ser ecuánime en las críticas».

Un gobierno desaparecido tras la independencia A Soler le duele que tras el día 27 de octubre, cuando en el Parlament se proclamó la independencia, el Govern desapareciera sin dar explicaciones durante todo un fin de semana. Días después, algunos estaban en Bruselas. «Creo que el independentismo fracasó y que en las próximas elecciones tiene que ser sincero. No puede hacer promesas que luego no vaya a intentar cumplir», considera. Un fracaso, el del independentismo que para este humorista no estaba basado en la mentira. «Es mentira que no hubiera nada preparado por el Govern para después de la declaración de independencia, yo conocía la cantidad de decretos y normativas que tenían preparadas para el momento en el que debía empezar una eventual negociación con el Gobierno».

Sobre esto, añade: «Es absurdo pensar que la proclamación de la república era el final del proceso, todo lo contrario, era el inicio de un proceso muy largo, incluso de diez años», valora Soler, prosiguiendo: «Para lo que no estaba preparada Catalunya era para combatir al poder real a tiros. Lo prefiero. Yo no quería ver a los Mossos a tiros con la Guardia Civil, ni ver a la gente expuesta a la violencia policial otra vez».

Sobre las polémicas palabras de la dirigente de ERC, Marta Pascal, en las que se refiere a que tenían informaciones de que el Gobierno español podría estar dispuesto a que hubieran muertos en las calles en caso de que se siguiera adelante con la independencia, Soler relata: «Me lo creo porque son unos cafres, lo demostraron el 1-O. Si el 1-O se demostró aquella violencia con gente mayor y de todas las edades, cómo no lo iban a hacer con una proclamación. Me alegro de que Marta Rovira lo haya dicho aunque fuera tarde».

La catalanofobia También muestra su preocupación por la catalanofobia que el proceso independentista ha reavivado en algunos sectores de la población del resto del Estado. «La distancia entre Catalunya y España ha aumentado, el comportamiento entre sociedades está más lejos, aunque el PP se empeñe en recentralizarlo todo», asegura. Frente a ello: «Tenemos que hablar porque somos vecinos, la geografía es inmutable. La separación no puede ser real, no lo puede ser ni a nivel geográfico ni humano. La gente que habla de corazones rotos como Arrimadas o de que mi primo de Cuenca va a necesitar pasaporte para visitarme es temeraria», advierte.

«Vamos a ver, un 70% de la población catalana tiene abuelos del resto del Estado, ¿a qué vienen tantas tonterías?». Pero Soler considera que la catalanofobia viene de más lejos. «Quevedo ya decía unas cosas que tiran mucho para atrás, esto puede ver con el hecho de que en España se expulsara a los judíos, que los tópicos que en otros países se ha achacado a los judíos injustamente aquí se ha hecho con los catalanes». También hay enfrentamiento entre partidarios y detractores catalanes. Menos de lo que se muestra en algunos medios de comunicación, la convivencia en Catalunya es normal. Para Soler, esta división está azuzada desde algunos sectores políticos.

Frente a estas actitudes y comportamientos sociales, el humor, sin duda, es un buen remedio. Y Pòlonia es el máximo exponente del humor televisivo en Catalunya. «Hace un año y medio, cuando el programa cumplió 10 años, dirigentes políticos de todos los partidos brindaron juntos por la salud del programa», recuerda orgulloso. «Esta foto hoy sería imposible de conseguir», añade.

Soler se muestra indignado con aquellos que critican el sistema educativo y inmersión lingüística en Catalunya. «El Estado español tendría que pagar muchos millones a la Generalitat en concepto de reparación por la represión que ha sufrido el catalán a lo largo de los siglos, lo que ha motivado que la escuela catalana haga un esfuerzo en inmersión para que todos los catalanes aprendan catalán», considera. Y también carga contra los que critican TV3: «Quieren eliminar esta cadena porque es la única que emite en catalán y desde Catalunya, dicen que por esto estamos abducidos cuando la oferta de canales es amplísima y la mayoría son en castellano y emiten desde Madrid».

Campaña electoral Y llega la campaña electoral. Tiene ganas. «Tenemos ganas de este fuego cruzado. El tumulto nos favorece, así es más fácil trabajar. Para nosotros una campaña electoral es un festival». Aunque en esta ocasión, bromea con que la intervención del autogobierno catalán por parte del Gobierno del PP a través de la aplicación del artículo 155 de la Constitución se deje notar en la tele pública catalana durante la campaña. «Estamos pendientes de que el señor Enric Millo -delegado del Gobierno en Catalunya– diga qué espera de nosotros. Lo he dicho en broma, pero no del todo, Fernando Martínez Maíllo, del PP, dijo que iban a estar muy vigilantes de lo que TV3 hacía». Con motivo de la proximidad de las elecciones del 21-D, solicitamos a Soler una definición de cada una de las principales candidaturas:

JxCat: Enésimo tuneado de Convergència. Puigdemont de jefe de lista es la mejor opción que tiene el PDeCat para escapar de un posible declive. Esto no aplaza la necesidad de reformarse como partido, porque la antigua Convergència representa un espacio que existe en Catalunya y tienen que intentar ocuparlo, pero hasta que todo lo que tiene que ver con Pujol y el Palau no desaparezca,y eso implica a Artur Mas, la recomposición de este partido está complicada.

ERC: ERC es un partido que está en el punto exacto para ser fuerza hegemónica. Un espacio vagamente socialdemócrata pero que combina prácticamente con todo. Tiene tradición, es un partido centenario, pero sin apenas casos conocidos de corrupción. Arrastra la fama de ser un partido que no destaca por su gestión. Que Junqueras fuera vicepresident económico y que hubiera consellers de ERC ayuda a cambiar esta percepción. Por otro lado, ahora manda la fotografía de la fase final del proceso, creo que tienen a Marta Rovira, que está llamada a tener un gran protagonismo, es una persona muy respetada, joven, mujer… Sobre ERC pivotarán las cosas en el próximo mandato.

CUP: Es una cosa muy extraña. Un fenómeno inédito en Europa Occidental. Sale del municipalismo. Enric Juliana, de La Vanguardia, los llama franciscanos. Tienen algo de franciscanos, esa cosa asamblearia, que no pueden repetir mandatos… Hicieron a David Fernández mediático y para casa, lo mismo hicieron con Anna Gabriel. Están en un extremo político y esto les marca un techo. Es un fenómeno interesante, es muy capilar, empezó con asambleas y concejales. Un fenómeno muy catalán, tiene su valor. Son muy parodiables y dan juego para el humor.

Catalunya En ComúPodem: No creo que Colau obtenga escaño (bromea, va la última en la lista). Son un enigma. No mienten cuando dicen que su votante es muy heterogéneo. En algunos barrios de Barcelona hay gente que votó a Ada Colau y luego a Albert Rivera. Son los aliados de Pablo Iglesias y, si no despunta Podemos en España, tienen un techo también en Catalunya. Colau convenció de que el cambio en España era más posible que en Catalunya en el punto álgido de Podemos, ahí ganó las elecciones Doménech. Ahora, el cambio en España parece más lejano que nunca. Hay muchas ganas de colaborar entre los comunes con el ámbito de ERC y viceversa,pues, en este momento, el independentismo a secas no tiene fuerzas para imponerse.

PSC: Si al PSOE le va bien, al PSC le va bien. Era un partido importantísimo. El que más se parecía a Catalunya. Unía toda la diversidad de Catalunya y todo esto se ha perdido. Iceta se ha fortificado para no perder sus bastiones y no dejan ninguna ambigüedad con la independencia para que sus votos no se vayan a Ciudadanos. Dudo que, salvo que el PSOE viva un florecimiento enorme, vuelva a tener opciones de gobierno. El PSC es un pálido recuerdo de lo que fue.

PP: No cuenta en Catalunya. Tienen un voto de gente mayor, un voto marginal, radical. No está en ninguna quiniela. Representa el pasado. Tienen un energúmeno como jefe de lista, lo que demuestra que Catalunya no es importante para ellos, es un detonante para conseguir votos fuera, no dentro.

Ciudadanos: Surgen cuando Maragall intenta que el PSC se vuelva más catalanista. Tienen un líder muy hábil, Albert Rivera, y luego apoyos mediáticos y económicos muy bestias. Aprovechan muy bien cada minuto de televisión. Es un partido que juega permanentemente con fuego, como con la escuela o el idioma en Catalunya. Es un partido que en el tema de Catalunya es más radical que el PP en españolidad. Desde este punto de vista, son herederos de Alejandro Lerroux, que se hizo célebre por azuzar el anticatalanismo en los barrios inmigrantes de Barcelona hace un siglo. Hay que convivir con este fenómeno en Catalunya, como en Francia se convive con el Frente Nacional. Es muy importante que Ciudadanos y el PP no consigan superar cierto umbral, pues se rompería el consenso catalán de los últimos 30 años.

Fuente: http://elsaltodiario.com/medios/toni-soler-catalunya-independencia-dos-poderes-prensa-justicia-se-atrincheran-por-la-unidad-de-espana