Para Ecologistas en Acción, la aprobación del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética es una buena noticia por lo que supone de avance respecto a anteriores planes, pero lo considera incompleto ya que no incluye todas las medidas necesarias para frenar el aumento del consumo energético y ha carecido de participación social. El interés general […]
Para Ecologistas en Acción, la aprobación del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética es una buena noticia por lo que supone de avance respecto a anteriores planes, pero lo considera incompleto ya que no incluye todas las medidas necesarias para frenar el aumento del consumo energético y ha carecido de participación social.
El interés general de reducción del consumo de energía ha empujado al Gobierno a realizar un Plan de Ahorro y Eficiencia Energética. Aunque supone un avance respecto al anterior plan del Gobierno del PP, adolece aun de medidas eficaces tendentes a lograr un consumo energético respetuoso con el medio ambiente.
La subida de las tarifas que aparece en el Plan es claramente insuficiente si el objetivo que persigue es evitar el derroche, ya que es evidente que no actúa como elemento disuasorio. Por otra parte, el sector industrial, que supone un 45% del consumo energético estatal, no se ve se ve afectado suficientemente por las limitaciones del presente Plan. Parece que este sector cuenta todavía con algunos privilegios, cosa que alenta el derroche y la ausencia de innovación en procesos más eficientes energéticamente.
Ecologistas en Acción lamenta que la elaboración de este Plan de Ahorro no haya contado con participación de las organizaciones ecologistas y las distintas organizaciones sociales implicadas en el asunto. Concretamente Ecologistas en Acción presentó un «Plan de Ahorro y Eficiencia en el Consumo Eléctrico» en él se exponían diversas medidas que contribuirían a conseguir un uso más racional de los recursos energéticos, pero sin afectar a nuestra forma y calidad de vida. Con la adopción de las medidas propuestas, para lo que sería necesario un periodo de diez años, podría conseguirse una reducción del consumo eléctrico de al menos un 35%, lo que constituiría, sin lugar a dudas, la medida ambiental más positiva de las que se ha adoptado en nuestro país en las últimas décadas.
Para ello sería necesario aplicar al sector industrial (45% del consumo energético) una subida de las tarifas (29%) hasta llegar al nivel de un país similar al nuestro como Portugal. Además debería constituirse una política de precios por bloques para penalizar la ineficiencia y el derroche en la producción. Sería muy importante prestar especial atención a las industrias más consumidoras de energía.
En cuanto al consumo doméstico las medidas propuestas van encaminadas a conseguir una alta eficiencia energética y a penalizar el derroche. Para ello se propone un sistema de precios de bloques y la aplicación de incentivos a la sustitución de los electrodomésticos ineficientes por otros de máxima eficiencia.