El transporte es el sector que más ha incrementado sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas invernadero, con un 70,5% desde 1990 hasta 2005 en España, lo que supone multiplicar por 3,7 nuestro compromiso de Kyoto, según datos de la organización. El transporte por carretera representaba en 2005 el 25,5% de las […]
El transporte es el sector que más ha incrementado sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas invernadero, con un 70,5% desde 1990 hasta 2005 en España, lo que supone multiplicar por 3,7 nuestro compromiso de Kyoto, según datos de la organización. El transporte por carretera representaba en 2005 el 25,5% de las emisiones de CO2 en España. De todas estas emisiones, la mitad se producen en los desplazamientos urbanos, «por lo que es claro que contribuir a la reducción del cambio climático pasa, inexorablemente, por cambiar nuestra movilidad urbana».
La organización Ecologistas en Acción criticó ayer, ante el inicio mañana de la Semana Europea de la Movilidad, que las políticas de movilidad urbana «siguen ancladas en conseguir la mayor fluidez del mayor tráfico posible», y no en promover la reducción del uso del vehículo particular.
Según la Unión Europea, 218 ciudades españolas se suman este año a la convocatoria de la Semana Europea de la Movilidad, de un total de 776 en toda Europa. Esta iniciativa se planteó por primera vez el año 2002 como una forma de realizar actividades previas al ‘Día sin Coches’, con el objetivo de informar, concienciar y dar participación a la ciudadanía en la tarea de mejorar la calidad de vida de las ciudades. «Se trataba de reducir el número de coches en circulación y demostrar en la práctica los beneficios que reporta el que los automovilistas dejen el coche en casa», recordó la organización en un comunicado.
Los ecologistas lamentan que «año tras año esta iniciativa se ha ido saldando con una sensación de fracaso cada vez mayor», ya que «los ayuntamientos han renunciado a cortar el tráfico de vehículos privados y a organizar la movilidad urbana basándose en el transporte público y en los medios alternativos».
Este año la convocatoria reviste una particular importancia, ya que el tema central es el cambio climático. Según expertos científicos, el cambio climático es el problema ambiental y social más importante al que se enfrenta la humanidad y, además, España es uno de los países europeos en los que se piensa que las consecuencias del cambio climático serán más dramáticas.
El transporte es el sector que más ha incrementado sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas invernadero, con un 70,5% desde 1990 hasta 2005 en España, lo que supone multiplicar por 3,7 nuestro compromiso de Kyoto, según datos de la organización. El transporte por carretera representaba en 2005 el 25,5% de las emisiones de CO2 en España. De todas estas emisiones, la mitad se producen en los desplazamientos urbanos, «por lo que es claro que contribuir a la reducción del cambio climático pasa, inexorablemente, por cambiar nuestra movilidad urbana».
Por ello, Ecologistas en Acción destacó la importancia de elaborar planes de movilidad sostenible en las ciudades españolas y áreas metropolitanas, realizados con participación ciudadana, que actúen limitando el estacionamiento y circulación de automóviles, reforzando y mejorando los transportes públicos y favoreciendo el transporte a pie y en bicicleta.