Efectivamente, la Estrategia de Calidad del aire que presentó ayer el Gobierno municipal prevé unas inversiones de 501 millones de euros, mientras que la ampliación de la M-30, que permitirá que 250.000 tubos de escape adicionales circulen cada día por la capital, costará 5.000 millones de euros. El Ayuntamiento ha presentado su estrategia de reducción […]
Efectivamente, la Estrategia de Calidad del aire que presentó ayer el Gobierno municipal prevé unas inversiones de 501 millones de euros, mientras que la ampliación de la M-30, que permitirá que 250.000 tubos de escape adicionales circulen cada día por la capital, costará 5.000 millones de euros.
El Ayuntamiento ha presentado su estrategia de reducción de la contaminación con mucho retraso con respecto a su obligación legal de hacerlo. Efectivamente, ya hace años que superamos los límites de protección a la salud para varios contaminantes. Esta obligación de corregir esta contaminación cuando se superan ciertos niveles está establecida en el Real Decreto 1073/2002 que traspuso, también con retraso, varias Directivas europeas de obligado cumplimiento.
La tabla siguiente es muy clarificadora de la situación para el dióxido de nitrógeno, NO2, uno de los contaminantes más problemáticos en la capital. Recoge los valores medios en la red de medición de Madrid para esta sustancia:
Año | Valor límite legal | Valor medio en la Red |
2001 |
58 |
63 |
2002 |
56 |
62 |
2003 |
54 |
59 |
2004 |
52 |
61 |
2005 |
50 |
62 |
Datos en microgramos de NO2 por metro cúbico de aire
Este retraso de varios años en la puesta en marcha de un plan de reducción de la contaminación no es baladí, pues tiene unas dramáticas repercusiones sobre nuestra salud. Hay que recordar que numerosos estudios epidemiológicos demuestran que la contaminación del aire de una ciudad como Madrid está suponiendo una merma en la esperanza de vida de los madrileños de entre 3 meses y 2 años, por lo que la demora y la resistencia del Ayuntamiento para tomar medidas que atajen esta situación son de una gravedad extrema.
Pero es que, además, lo que se ha conocido hasta la fecha de la estrategia municipal para limpiar el aire es muy desalentador. Parece más bien un plan concebido por los fabricantes de coches para obligar a los madrileños a comprar coches nuevos. Ecologistas en Acción se pregunta, por ejemplo, porqué el Ayuntamiento no se plantea restricciones a los vehículos todo-terreno, que llegan a emitir más de 3 veces la cantidad de contaminantes que modelos de tipo utilitario, aunque éstos sean más antiguos. Además, no se entiende que con la gravedad de la situación actual se espere hasta 2008 para poner alguna limitación al coche.
Pero, sobre todo, no cabe en la cabeza de nadie cómo el Ayuntamiento acomete una ampliación tan brutal de la M-30 -sólo por debajo del Puente de Toledo pasarán 15 carriles de vehículos, 7 hacia el norte, 8 hacia el sur- que hará que un cuarto de millón de coches más circulen cada día por la capital. ¿Qué restricciones de tráfico son éstas? ¿Dónde está la preocupación por la salud de los madrileños?
Ecologistas en Acción vuelve a exigir al Alcalde que, en lugar de dar prioridad a los intereses de las empresas constructoras y del sector del automóvil, se preocupe por la salud de las personas. Hasta ahora, como bien muestran los presupuestos, las primeras ganan 10 a 1.
Más información: Paco Segura 619891996 Juan García Vicente 654143471