El estudio defiende que, para conseguir una transformación social real, es imprescindible realizar una transformación de la tecnología que se utiliza en la actualidad. Además, incluye un listado que pretende estimular la creación de multitud de conjuntos de técnicas humildes adaptadas a los distintos territorios. La publicación del informe tiene como finalidad última estimular el debate sobre la técnica y la tecnología en el seno del movimiento ecologista y de la sociedad.
Técnicas humildes para el decrecimiento es el nuevo informe de Ecologistas en Acción, que parte de la situación de crisis múltiple que vive actualmente el sistema socioeconómico mundial, causado por el sobrepasamiento de los límites de la biosfera por las actividades del ser humano (asunto desarrollado ampliamente en uno de los anteriores informes de la organización ecologista: Caminar sobre el abismo de los límites).
Sus páginas analizan técnicas de distintos sectores: generación eléctrica, aprovechamiento mecánico directo, construcción, regulación térmica, producción, procesado y conservación de alimentos, acceso y gestión del agua, movilidad y transporte de personas y mercancías, e industria ligera. Sin embargo, tal y como explican sus autores, el estudio no es ni pretende ser un conjunto exhaustivo, cerrado ni aplicable de manera general.
“Lo que se busca es estimular la creación de las técnicas propias adaptadas a cada territorio y comunidad. Pretende incitar a la recuperación de técnicas antiguas que aprovechen, junto con tecnología actual, catalizar las transformaciones sociales”, afirman.
El estudio desarrolla un sistema de indicadores que pueda servir para valorar la idoneidad de las técnicas para una comunidad, basándose en el análisis de la intensidad en uso de materiales y energía, el tipo y la procedencia de los mismos, el nivel de complejidad en cuanto a especialización requerida, la jerarquía implícita en su diseño, y el uso y potencial democrático. También se tienen en cuenta la circularidad, reparabilidad y el rendimiento de la técnica.
Cambiar de tecnología para transformar el sistema de producción
El estudio de Ecologistas en Acción ofrece un listado de técnicas humildes: se trata de aquellas que no se basan en combustibles fósiles y que conllevan un uso circular de materiales, que pueden funcionar de manera descentralizada (sin exigir grandes concentraciones de recursos) y que son más apropiables por las comunidades productivas.
Dichas tecnologías no tienen la misma productividad y prestaciones que las actuales tecnologías basadas en fuentes fósiles, por lo que el informe cuestiona, no solo la necesidad de cambiar de técnicas, sino de transformar el actual sistema insostenible de producción.
Con el estudio, Ecologistas en Acción apunta a la relación directa existente entre “la técnica actual (tecnología) y los metabolismos fósiles y destructivos, las tecnologías imperiales basadas en una desigualdad colonial y las tecnologías diseñadas para concentrar la riqueza, así como dominar y subyugar la naturaleza”.
La organización ecologista explica cómo, debido a lo que se considera la “fe irracional y ciega en la tecnología”, no es solo que no se vean los problemas que surgen de las mismas, sino que “se pretende salir del atolladero en el que nos han metido gracias a la tecnología. Se espera conseguir esquivar el colapso civilizatorio mediante algún invento milagroso surgido de las fértiles aguas del mercado y la tecnociencia”.
El informe Técnicas humildes para el decrecimiento nombra como ejemplo paradigmático de esta situación a las tecnologías digitales (lo digital) y los captadores no renovables de energía renovable (lo verde). En palabras de Jesús Garrido, portavoz de Ecologistas en Acción, “son en gran medida extensiones de la actual sociedad capitalista y son en lo que gran parte de nuestra sociedad tiene puesta todas las esperanzas en la lucha contra el cambio climático y el resto de problemas”.
Con la publicación hoy de su estudio, Ecologistas en Acción busca estimular el debate sobre la tecnología en el seno del movimiento ecologista y de la sociedad. En palabras de Garrido, “se trata de un debate abierto, que no pretendemos cerrar con esta publicación, sino abrirlo más y seguir debatiendo para avanzar hacia una transición ecosocial sostenible y justa”.