La protesta critica la decisión de Medio Ambiente de no pedir una evaluación de impacto
La plataforma ecologista Fracking Ez Araba presentó ayer sus alegaciones contra la decisión adoptada por la Secretaría de Estado de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, de no exigir una evaluación de impacto ambiental para el proyecto de perforación e investigación de un pozo de gas de esquisto en Vitoria. La Secretaría de Estado adoptó la decisión en noviembre con el argumento de que «no es previsible que el proyecto para la exploración de hidrocarburos vaya a producir impactos adversos significativos».
El pozo, de 4.864 metros de profundidad, es el tercero planeado en Vitoria por la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (SHESA), aunque, como adelantó este diario el pasado 5 de enero, el Gobierno vasco asegura que su perforación no se producirá si la investigación sobre los dos primeros pozos previstos arroja «resultados concluyentes».
Fracking Ez Araba entregó ayer en la Subdelegación del Gobierno en Vitoria 653 firmas de apoyo junto con las alegaciones contra el tercer pozo, recurrido también por el Ayuntamiento de la capital alavesa. La plataforma insta al Ministerio a revocar su decisión, al constatar que en el proyecto no se han evaluado las afecciones sobre «tres especies amenazadas en el País Vasco»: el visón europeo, el avión zapador y la nutria.
Según el colectivo, SHESA tampoco ha informado de una «relación completa de los productos químicos que se utilizarán en la perforación». Su principal temor es que pueda contaminar el acuífero de Subijana, la mayor reserva de agua de Álava. El colectivo destaca además la «vulneración» de las normativas vasca y estatal sobre recursos hidráulicos.
La plataforma también cuestiona el estudio de la sociedad promotora de este pozo, al constatar que en su proyecto «aparecen especies que no están presentes en La Llanada Alavesa y faltan otras que son muy importantes».
Por último, Fracking Ez Araba solicita una «evaluación conjunta de los posibles impactos» de los tres pozos autorizados. En el caso de los dos primeros planeados, también en Vitoria, de 5.150 metros y 5.300 metros de profundidad, Medio Ambiente resolvió en marzo de 2010 no pedir la evaluación con el argumento de que «los impactos esperados por la perforación son de poca magnitud y complejidad».
La plataforma insta al Gobierno vasco a que abra un debate sobre la fracturación hidráulica o fracking para obtener gas de esquisto. Esta técnica consiste en la inyección de agua, arena y productos químicos para provocar el flujo de gas. Se empezó a extender en Estados Unidos hace diez años, pero apenas convence en Europa. El Ejecutivo vasco dice mantener una posición «matizada», apoyando la investigación pero aún no la explotación.