La segunda reunión de la Mesa de Diálogo sobre la energía nuclear tratará sobre uno de los temas más conflictivos de dicha energía: los residuos de alta actividad. Por otra parte, el representante de Ecologistas en Acción manifiesta que la composición de la mesa es claramente pronuclear y la postura de esta asociación ecologista va […]
La segunda reunión de la Mesa de Diálogo sobre la energía nuclear tratará sobre uno de los temas más conflictivos de dicha energía: los residuos de alta actividad. Por otra parte, el representante de Ecologistas en Acción manifiesta que la composición de la mesa es claramente pronuclear y la postura de esta asociación ecologista va a ser claramente defensiva, en el sentido de intentar que las conclusiones reflejen al menos todas las posturas.
El miércoles 18 de enero, a las 16:00 horas, tendrá lugar la segunda reunión de la llamada «Mesa de Diálogo sobre la Evolución de la Energía Nuclear en España», con el tema monográfico de los residuos de alta actividad. Es éste uno de los problemas sin resolver de la energía nuclear y así lo pondrá de manifiesto el representante de Ecologistas en Acción mediante una ponencia.
La composición de la mesa y su filosofía no es la que los grupos ecologistas participantes en ella esperaban. Tal y como la mesa funciona actualmente, no se trata de buscar la mejor forma técnica de cerrar las nucleares de forma escalonada, aumentando la contribución de las renovables y fomentando el ahorro y la eficiencia energética, sino de reabrir el debate sobre esta fuente de energía. Además, el número de miembros pronucleares es más numeroso que el de los antinucleares en la mesa. En esta situación, los grupos ecologistas participantes en la mesa, Greenpeace y Ecologistas en Acción, han decidido poner en práctica una estrategia defensiva para que sus voces tengan, al menos, el mismo peso que las de los componentes más pronucleares.
En esta primera intervención de las organizaciones ecologistas se pondrá de manifiesto la locura que significa seguir produciendo los residuos de alta actividad al mantener las nucleares en funcionamiento.
En efecto, aún no existe ninguna solución técnica satisfactoria para tal tipo de sustancias que permanecerán tóxicas durante cientos de miles de años. Se trata de un peligroso legado que dejamos a las generaciones futuras a cambio sólo de la obtención de una pequeña fracción de la energía que consumimos en el mundo. La energía nuclear solo representa en la actualidad el 6% de toda la energía consumida, una magra aportación si la comparamos con los graves problemas que genera.
Lo más sensato es, por tanto, proceder al cierre escalonado de estas peligrosas generadoras de sustancias tóxicas que son las centrales nucleares.
Más información: Francisco Castejón 639104233