A veces nos parece que el mundo en el que vivimos es el de la mayoría, pero no es así. Les invito a acompañarme en un ejercicio teórico para ponernos en la piel de los 3.000 millones de personas de este mundo que dedican el 80% de sus ingresos a comprar comida.Por ejemplo, si mi […]
A veces nos parece que el mundo en el que vivimos es el de la mayoría, pero no es así. Les invito a acompañarme en un ejercicio teórico para ponernos en la piel de los 3.000 millones de personas de este mundo que dedican el 80% de sus ingresos a comprar comida.Por ejemplo, si mi salario en Barcelona fuera de mileurista, me quedarían unos 200 euros al mes para otras necesidades (vivienda, transporte, ropa, colegios…), por lo que tendría que ser realmente ingenioso para llegar a fin de mes. Si cobrase el doble, me quedarían 400 euros, que está mejor, pero es aún difícil. Solo a partir de salarios de 4.000 o 5.000 euros empezarían a salir las cuentas. Pero al ejercicio le falta otro dato, y es que los 3.000 millones de personas cuya situación estamos intentando entender, y que suponen casi la mitad de la humanidad, disponen de 2 euros al día. Es decir, supervivientes con unos 60 euros al mes, de los que 48 son para llenar la canasta y quedan 12 para todo lo demás. Ahora, ¿se hacen una idea de lo que supone una escalada del 30% en el precio de los alimentos?