«Bouziane ya es libre». Ésta es la frase más repetida entre los malagueños que celebraron ayer por la tarde en la plaza Capuchinos la puesta en libertad de Sid Hamed Bouziane. El joven argelino de 28 años, que se encontraba recluido en el CIE de Málaga, iba a ser deportado a pesar de que denunciaba […]
«Bouziane ya es libre». Ésta es la frase más repetida entre los malagueños que celebraron ayer por la tarde en la plaza Capuchinos la puesta en libertad de Sid Hamed Bouziane. El joven argelino de 28 años, que se encontraba recluido en el CIE de Málaga, iba a ser deportado a pesar de que denunciaba estar amenazado de muerte en su país.
A las 19:30 horas, su abogado, José Cosín, anunció que el argelino ya estaba en la calle. «La liberación de Bouziane es el comienzo de la lucha por la libertad de las personas que vinieron a España con la esperanza de una vida mejor», escribía Cosín en su cuenta de Twitter.
La resolución de la Subdelegación del Gobierno de Sevilla ha suspendido «la ejecución de la resolución de expulsión con el fin de que se «ultimen las gestiones relativas al matrimonio en cuestión». Es decir, Bouziane ha sido puesto en libertad para que pueda ratificar su matrimonio, celebrado dentro del CIE el pasado 13 de agosto con la cordobesa Candela, en el registro civil.
Una vez que el matrimonio tenga efectos civiles, Bouziane será considerado como familiar de un ciudadano de la Unión Europea y por tanto tendrá la residencia temporal. Hasta que no cumpla los dos años de matrimonio no obtendrá la residencia permanente pero lo cierto es que el joven ha ganado la batalla legal de manera definitiva para quedarse en España.
Cosín agradece el apoyo que el 15-M y la ciudadanía en general le ha dado al argelino durante los últimos días. «La movilización ha salvado la vida de Bouziane», sentencia Cosín. Tras conocer la noticia, más de un centenar de personas ha celebrado la liberación del joven en la plaza de Capuchinos, justo en frente del CIE, donde se ha mantenido la acampada del 15-M malagueño. «Victoria«, han gritado una y otra vez entre abrazos.