«Asturianos de braveza, / vascos de piedra blindada, / valencianos de alegría / y castellanos de alma, / labrados como la tierra / y airosos como las alas; / andaluces de relámpago, / nacidos entre guitarras / y forjados en los yunques / torrenciales de las lágrimas; extremeños de centeno, / gallegos de lluvia y […]
«Vientos del pueblo». Miguel Hernández
De todas las tierras de España o del estado español, el 22 M vienen las manos trabajadoras para cambiar la realidad. Los enemigos del pueblo trabajador se callan, quieren que no se hable del día 22, de las causas de la mayor movilización que se ha conocido en muchos años, que no se diga quienes son los culpables de tanta desgracia social, que no se aireé que además de haber incumplido sistemáticamente la Constitución han cambiado con nocturnidad y alevosía el artículo 135, por el que han dispuesto la entrega de la soberanía a los banqueros del mundo. La legalidad, también se han hecho ricos en leyes, son suyas, la han convertido en un escudo antisocial, y con el arremeten contra el pueblo descuartizándolo. Ellos son las fuerzas de la injusticia, ellos son las fuerzas de la violencia. La existencia de la injusticia es la vida misma de la violencia. Al resto nos queda denunciar, frenar y encerrar a quienes promueven la violencia enriqueciéndose con la injusticia.
Son centenares, miles las organizaciones de carácter social y de clase las que se disponen en unidad y organizadamente a la tarea de cambiar el mundo que nos han creado los ppsoe y sus colaboradores.
Todo lo que hacemos, aunque no veamos su incidencia en lo inmediato, todo repercute; la más pequeña muestra de movilización social es una señal de rebeldía contra la imposición dictatorial correspondiente. El 22 M ya no es una movilización aislada de un sector aislado, el 22 M es el resultado de la mayor unidad popular que se ha dado en muchos muchos años, lleva en su interior la conciencia de cambio. El 22 M va a ser el paso a un mundo recién hecho, como una casa recién hecha, como un hospital donde nos cuidan, como un colegio en el que nos enseñan, todo recién hecho, hasta el negarnos a pagar la deuda de los banqueros. Eso nos lo ofrecerá la unidad conseguida si la hacemos perdurar. Entonces los del pueblo será del pueblo antes, y recién hecho.
La unidad del 22 M es el certificado de denominación de origen del cambio, el principio de esa revolución que redistribuya, que de trabajo, techo, comida, derechos y libertad. Así puede ser el mundo si lo hacemos nacer del 22 M, que nace a su vez en la raíz de las preocupaciones causadas por la intolerable injusticia social. El 22 M tendrá su proceso, pero ha nacido para detener a quienes con las protestas aisladas no se les ha detenido.
Ahora vivimos en un tiempo sin tiempo, vivimos en el vacío del abismo, vivimos para ser consumidos, y vivimos para ser deshechados.
El 22 M es el 22 de Masas. Masas que vienen andando, en autocares, en tren, en moto, a Madrid. Ahora, todos los medios de comunicación del régimen, incomunican a la población con sus muros coronados por concertinas, para que no salte una sola noticia sobre lo que se esta haciendo: no quieren que se conozca la gran oportunidad de los pueblos, que se propague, pero circula bajo la superficie de sus noticias, saben ellos, sabemos todos que la Marcha de la Dignidad, que los pueblos unidos vienen a Madrid. Callan, deseando que el 22 M no resulte el motor del cambio. Calla el ppsoe, y calla pensando que si llega a Madrid la Marcha de la Dignidad, ojalá surja algo que en el último momento impida su éxito, o lo rebaje, o desde el mismo interior del 22 M surja algún acto que lo desvirtúe. Y es que los enemigos de que cambie el curso económico, social y político, los enemigos de la justicia social, están al acecho, se les ve en su parálisis de palabras.
Ese mundo a punto de nacer tendría que ser rico en resistencia a los agresores.
Si la unidad del 22 M cambia a las personas explotadas, a las desahuciadas, a las que no tienen trabajo, … si el 22 M es poder popular, es que apunta en la buena dirección. El pode popular cambia, frena y empieza lo nuestro, entonces es que ha prendido la revolución democrática y social. En ese caso, oiremos, leeremos por todas partes el por qué han tenido los bienes de la sociedad en sus manos por generaciones, incluidos los derechos y libertades, el por qué siempre han luchado contra la gran mayoría. Será el momento para preguntarles por nuestros derechos, que son Derechos Humanos, y libertades; debemos haber aprendido que no hay medio derecho ni media libertad, así estaremos en disposición de entender su bajeza moral y ética.
Los creadores del caos, los nefastos administradores, los que desafiantes mandan legislar y legislan contra la mayoría, tienen que ver que el 22 M no se acaba en si mismo, tienen que ver que lo que se acaba es la pasividad, la resignación y el silencio, que se terminan las pequeñas rebeliones separadas unas de otras.
Un proyecto transformador en marcha tiene como punto de partida la unidad de los pueblos de España o del estado español, sobre reivindicaciones sociales de la mayoría; ¿habrá empezado con la Marcha de la Dignidad?.
Vente a Madrid con la Marcha de la Dignidad el 22 de Marzo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis», lo encuentras en Libros libres de rebelion.org, y es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», edita Fundación Domingo Malagón.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.