En entrevista con LA RED21, Nario citó un estudio que publicó la revista científica Science Advances en el cual se indica que «el 90% del agua que se toma a nivel global contiene microplástico», y remarcó que aún es difícil determinar sus efectos en la salud de los seres humanos. «Estamos hablando de agua mineral […]
En entrevista con LA RED21, Nario citó un estudio que publicó la revista científica Science Advances en el cual se indica que «el 90% del agua que se toma a nivel global contiene microplástico», y remarcó que aún es difícil determinar sus efectos en la salud de los seres humanos. «Estamos hablando de agua mineral y también de agua potable, porque el problema se encuentra en la fuente».
Nario recordó que en su momento al plomo se le reconocían muchas virtudes hasta que se descubrió la plombemia. Con el plástico ocurre un proceso similar, era una salida maravillosa para sustituir al vidrio, porque es liviano y moldeable, pero luego se descubrieron todos los problemas que conlleva.
Por otro lado, destacó que la idea de cobrar las bolsas plásticas fue seguir el ejemplo europeo que dio buenos resultados. En Irlanda disminuyó en un 90% su uso y en otros países la disminución se ubicó entre un 50 y un 70%.
Destacó que lo recaudado por la venta de las bolsas plásticas quedará para los comerciantes.
¿Cuáles son los puntos principales del proyecto de ley de bolsas plásticas que fue aprobada en el Parlamento?
-Habilita el cobro de las bolsas que el Poder Ejecutivo definirá, se le pondrá un precio. Es una decisión que el gobierno estudió y se entendió que era un mecanismo efectivo. Otra posibilidad era ir por el lado de la prohibición directa pero tenía inconvenientes, uno de ellos es que era muy difícil de controlar, hablábamos de controlar a todos los comercios del país. Además, creemos que a la industria nacional del plástico hay que darle tiempo para que se reconvierta y se adapte, hablamos de miles de puestos de trabajo, no podemos de un día para el otro que la gente quede sin trabajo. Además, en los países europeos, los mecanismos han sido bastante eficientes. En Irlanda por ejemplo, bajó en un 90% el uso de bolsas plásticas, en otros países bajó entre un 50 y un 70% en los primeros años. Nos encontramos con que la estrategia que siguió la Unión Europea fue muy razonable. Además el material, ya en el Senado se había incorporado que fuera compostable biodegradable. Las normas europeas van en ese sentido. Ya es ley en Francia. Otros países plantean que el material debe ser biodegradable al 2020.
¿De qué material se trata?
-Es un material que pasa una norma de biodegradabilidad compostabilidad, que lo que hace es que en vez de estar cientos de años en el medio ambiente pueda sufrir procesos de compostación. En caso que no haya un compostaje industrial lo que te garantiza es que se descompone en mucho menos tiempo. Son materiales que podrían ser reincorporados a nivel biológico. Es algo que varía de acuerdo a las condiciones, la humedad, la temperatura, la exposición al sol, las condiciones naturales varían el tiempo de descomposición. Lo que es seguro que no estará cientos de años dando vueltas. Decimos que una bolsa que hubiera usado «José Artigas» todavía está dando vueltas en el medio ambiente. Este ejemplo es para darle una escala temporal. Por un lado la disminución y por otro lado que el material que se utilice sea de calidad y por último que haya una norma certificada por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). Para nosotros el LATU es un organismo idóneo, tiene capacidad para elaborar los mecanismos de control, tiene un laboratorio de «plástico» muy bueno, a la vez tiene la tecnología necesaria para analizar los «polímeros».
Está también una norma para establecer la capacidad, para que las bolsas no sean esas «finitas» que hay hoy día en el mercado, sino que tenga una capacidad mínima. En esa línea venimos trabajando.
¿Qué sucederá con la recaudación de las bolsas?
-Nosotros habíamos definido junto con el Ministerio de Economía, incorporar un «IMESI» que hacía que el sobreprecio que se cobre, según el costo de la bolsa y el precio de la misma lo cobre el Estado. Los senadores no estuvieron de acuerdo con esa visión y para unificar criterios y que la ley saliera, se acordó que el «sobreprecio» se lo quedarán los comerciantes que vendan las bolsas.
¿Cómo define este proceso desde que se presentó el proyecto en 2016?
-Esto surgió a partir de dos iniciativas, una pertenecía al senador colorado Pedro Bordaberry y por otro lado nosotros (DINAMA) junto a las Intendencias de Montevideo y Canelones, entendimos que no tenía sentido ir por caminos paralelos y que valía la pena unificar los proyectos. Trabajamos en la Comisión del Senado donde participaba el Senador Bordaberry y creo que logramos un buen proyecto. Después, a nivel de diputados, nos «juntamos» con todos los «actores», la Cámara de Industria Plástica, el LATU, CAMBADU, los representantes de las grandes superficies, avanzamos en la reglamentación y se propusieron algunas modificaciones, por eso el proyecto tiene que volver al Senado. Es un buen proyecto, que nos da herramientas para disminuir el consumo de plástico en el país.
¿El 80% de las bolsas se importan y el 20% se producen en el país cómo impactará esta ley?
-Veremos cómo se acomoda el mercado. Mi foco es ambiental obviamente, nos preocupaba que la industria nacional no se «desplomara» y se nos transmitió que con este cambio no habrá novedades significativas. Es un proyecto balanceado y lo apoya la sociedad. Cuando estuvimos en la Explanada de la Intendencia (Montevideo) se acercaron más de 5.000 personas para cambiar la bolsa de plástico por la «chismosa» creemos que la sociedad uruguaya está pronta para el cambio.
En nuestro país, ¿qué daño está haciendo el plástico?
-Primero a nivel de las ciudades, los drenajes se tapan, y esto causa un montón de problemas, luego llegan a los cursos de agua. Además, cuando ocurren las inundaciones y cuando el agua baja, están los árboles tapados por bolsas de plástico, eso iba en esos «cursos», estamos hablando del Río Negro, del Río San José, todos aquellos que tienen «valle» de inundación bastante importante y cuando el agua baja, queda tapado de bolsas. Y después en nuestros propios océanos y mares, toda jornada de limpieza de costa lo primero que se saca por «lejos» es el plástico.
-La Organización No Gubernamental (ONG) Karumbé denunció «alta mortandad de tortugas marinas» producto de haber comido plástico, esos «microorganismos» que se encontraron en el cuerpo de las tortugas, también han aparecido en el cuerpo humano ¿Es así?
-Hoy día, la ciencia avanzó y podemos decir que el plástico es una «pandemia global», ya se descubrió que el «microplástico» aquel que se descompone, aparecen microorganismos que demuestran que el plástico se incorporó en su proceso, qué efectos genera es lo que se está estudiando actualmente, estamos en la frontera del conocimiento. Se está estudiando qué efectos genera el plástico que se está encontrando en el cuerpo humano. Un estudio que apareció publicado en la Revista científica «Science Advances» indicó que «el 90% del agua que se toma a nivel global contiene microplástico» y que nos genera en nuestro cuerpo, aún es difícil determinarlo. La ciencia está invirtiendo para saber eso. El hecho de que exista, ya es algo que no nos hace nada de «gracia», estamos hablando de agua mineral pero también del agua potable, el problema es que viene en la fuente. La ciencia avanza y seguirá descubriendo. Ya nos pasó con el plomo, se le reconocían muchas virtudes hasta que se descubrió la «plombemia». Con el plástico ocurrió un proceso similar, era una salida «maravillosa» para sustituir al vidrio, era liviano, moldeable y luego se le descubrieron todos los problemas que conlleva.
Las aguas es un tema de debate. El agua en envase de plástico cobró prestigio y el agua de la «canilla» se supo que tenía problemas de potabilidad. En el imaginario colectivo está que el agua embotellada da más garantías. A la vez ahora sabemos que el agua contiene los «microorganismos» del plástico ¿Es así?
-No queremos generar alarma, los microorganismos están presentes en las dos fuentes: el agua embotellada y también en el agua potable, se está empezando a detectar y aún no hay contraindicaciones pero sabemos que está presente. Nosotros somos defensores del agua de OSE y es la que tomamos.. En términos de calidad no hay diferencias.
-En Europa se está avanzando para eliminar otros plásticos no solo las bolsas que ya están prácticamente eliminadas, sino también el plástico de las botellas, las «pajillas», los «cotonetes», entre otros. Ese es un proceso que no se detiene.
-El mundo está en un combate contra el plástico, la ONU salió con una fuerte campaña cuestionando el uso de ciertos plásticos por ejemplo se pregunta: ¿por qué tenés que usar pajitas? Se plantea que nos cuestionemos en nuestra propia vida porque usamos determinados implementos que usas y tirás. Las «pajitas» que usamos una vez después queda dando vueltas en el ambiente. Cambiemos esos hábitos porque el plástico es un problema. Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, enviamos un proyecto de ley de residuos, es una ley general que abarca desde la planificación nacional y también la departamental. Prevé un fondo para apoyar a las Intendencias del interior para que puedan desarrollar capacidades para gestionar todo lo que refiere a los residuos. Un fondo para promover la «economía circular» que le permita a las empresas uruguayas que puedan usar los materiales que se recuperan ya que hoy la gran mayoría se venden al exterior y que permita generar puestos de trabajo y una economía formal en el Uruguay. Es una ley que contempla a los clasificadores, que premia en los contratos que se hagan a aquellas empresas que tengan en su plantilla más cantidad de clasificadores, como una forma de ingresarlos al mercado formal que tiene el concepto de «el que contamina paga», porque cual es el problema de las plantas de clasificación de hoy, básicamente se sustentan en la venta del material, el problema es que el material a veces vale y a veces no vale, sin embargo, el medio ambiente se contamina igual. Si sos una empresa y fruto de tu actividad comercial deshechas envases porque no te sirven, los vas a tener que levantar, te tendrás que hacer cargo de eso, no importa si vale o no vale, porque para el ambiente siempre es negativo. Entonces las botellas que tirás las tendrás que levantar, porque ese es un problema que tenemos hoy. Hay una empresa que en Libertad (San José) que invirtió más de 10 millones de dólares para reciclar el PET (tereftalato de polietileno) y no le está llegando el material. Por qué no le llega, porque el material no vale lo suficiente como para que la gente lo recoja. Entonces tenemos una industria instalada para recuperar el PET pero no le llegan los materiales. Es un problema.
¿Habrá un sistema nacional para el manejo de residuos?
-Nosotros no nos metemos en la autonomía departamental pero en el proyecto de ley, estimulamos el asociacionismo. La idea es que haya soluciones regionales, pero no será obligatorio.
Ana María Mizrahi, periodista en LARED21 y presentadora del programa de televisión INFOTNU
Fuente: http://www.lr21.com.uy/ecologia/1370829-alejandro-nario-medio-ambiente-plastico-agua