La secretaria ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa, expone su opinión en una mesa redonda de las conversaciones climáticas preparatorias de la COP24 en Bonn. Crédito: Cortesía Friday Phiri. BONN, 16 may 2018 (IPS) – «Los recursos económicos son clave para cumplir el Acuerdo de París», subrayó el representante de los Países Menos Adelantados, Gebru […]
La secretaria ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa, expone su opinión en una mesa redonda de las conversaciones climáticas preparatorias de la COP24 en Bonn. Crédito: Cortesía Friday Phiri.
BONN, 16 may 2018 (IPS) – «Los recursos económicos son clave para cumplir el Acuerdo de París», subrayó el representante de los Países Menos Adelantados, Gebru Jember Endalew, en otra ronda de conversaciones preparatoria de la 24 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
«Con el cambio climático, los países pobres y vulnerables tienen que hacer frente a pérdidas y daños y adaptarse a la variabilidad climática, a la vez que esforzarse por sacar a su gente de la pobreza sin repetir los errores de la economía construida sobre la base de los combustibles fósiles», añadió.
«Eso es imposible sin un apoyo previsible y sostenible», alertó.
Sin recursos económicos, no servirán de mucho las pautas de implementación del Acuerdo de París, debatidas en las conversaciones climáticas realizadas en la ciudad alemana de Bonn, del 30 de abril al 10 de mayo, con el fin de adoptarlas en la conferencia climática que se realizará a fin de año en la ciudad polaca de Katowice.
Las pautas son fundamentales para determinar si disminuyen las emisiones de gases invernadero con la suficiente rapidez como para evitar que la temperatura global aumente más de dos grados centígrados con respecto a la era preindustrial, y en lo posible que no supere 1,5 grados.
Diálogo sobre fondos para el clima
Para evitar el aumento perjudicial de la temperatura global se requieren recursos. Por ejemplo, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional de los países en desarrollo requieren de unos 4,3 billones (millón de billones) de dólares para concretarse.
«Los fondos son vitales para nosotros», coincidió Ephraim Mwepya Shitima, líder de la delegación de Zambia y enlace CMNUCC.
La sociedad civil no quedó contenta con el resultado de las conversaciones sobre recursos económico.
«El silencio total en materia de dinero instaló el miedo entre los países pobres de que sus contrapartes más ricos no se tomen en serio sus promesas», observó Mohamed Adow, delegado sobre Clima Internacional de Christian Aid.
«Estamos consternados con el cambio de objetivos de nuestros socios, quienes pretenden demorar la concreción de la financiación del costo total de la adaptación en África», expresó Mithika Mwenda, de la Alianza Panafricana para la Justicia Climática (PACJA), molesta por la falta de compromisos concretos.
Activistas de la sociedad civil protestan contra los grandes contaminantes en una mesa de negociaciones en Bonn, en mayo de 2018. Crédito: Cortesía de Friday Phiri.
Sin embargo, Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la CMNUCC tiene otra opinión: «Estoy satisfecha de los avances de Bonn», comentó.
«Pero mucha gente subraya la urgencia de avanzar más rápido para terminar con las pautas operativas. El paquete que se negocia es altamente técnico y complejo. Necesitamos ponerlo en marcha para que el mundo supervise el avance de la acción climática», añadió.
Los funcionarios que presiden los tres órganos de trabajo coordinaron las discusiones sobre varios asuntos en el marco del Programa de Trabajo del Acuerdo de París, y las delegaciones les encargaron redactar una «nota de reflexión» para ayudar a los gobiernos a prepararse para la próxima ronda de conversaciones, indicó Espinosa.
También recordó que las conversaciones preparatorias para la próxima COP24)de la CMNUCC, que se realizará en Polonia en diciembre, continuarán en Bangkok del 3 al 8 de septiembre, cuando se considerarán las opiniones de los gobiernos registradas en varios documentos preparados en Bonn.
El diálogo de Talanoa
Siguiendo una tradición de la región del Pacífico, el objetivo de un «talanoa» es compartir historias para encontrar soluciones por un bien común.
Por eso, al margen de las negociaciones formales, se realizó el Diálogo de Talanoa, encabezado por Fiyi, el que contó con 250 participantes, que aportaron historias, ideas y una renovada determinación ambiciosa.
«Es hora de comprometerse a tomar las decisiones que el mundo debe tomar. Debemos completar la implementación de las pautas del Acuerdo de París a tiempo. Y tenemos que asegurar que el Diálogo de Talanoa despierte una mayor ambición para nuestros planes de acción climática», señaló el primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, y presidente de la COP23.
El diálogo hizo historia cuando países y otros actores no partes, como ciudades, empresas, inversionistas y regiones, se embarcaron por primera vez a contar historias de forma interactiva.
«Es hora de avanzar de la fase preparatoria del diálogo a la fase política, que ocurrirá en la COP24», subrayó el presidente de la próxima conferencia, el polaco Michał Kurtyka.
Todos los aportes realizados al 29 de octubre de 2018 entrarán en el segundo Diálogo de Talanoa, una fase más política de la COP24.
El Programa de Koronovia sobre Agricultura
Los agricultores son muy vulnerables a la variabilidad climática y la actividad es una gran fuente de emisiones contaminantes, pero a pesar de su importancia, no se había tratado su especificidad y solo se había debatido un apéndice en la mesa de negociaciones climáticas de las Naciones Unidas hasta noviembre de 2017, cuando se incluyó como un programa de trabajo.
Pero la conferencia de Bonn logró un avance significativo en el «Trabajo Conjunto de Koronivia sobre Agricultura», al adoptar una hoja de ruta para los próximos dos años y medio.
«Desde la perspectiva de Zambia, nuestro interés se ajusta al del grupo africano, que busca proteger a los pequeños productores, que son la mayoría de los que sufren las consecuencias negativas del cambio climático», señaló Morton Mwanza, enlace del ministro de Agricultura en materia de agricultura climáticamente inteligente.
La hoja de ruta derivada de las conversaciones en Bonn responde a las necesidades de la comunidad agrícola de más de 1.000 millones de personas y de las 800 millones que sufren la inseguridad alimentaria, principalmente en las naciones en desarrollo.
Trata varios asuntos, pero la cuestión clave es, sin duda, los medios para implementarla, la financiación y la tecnología. Los países más ricos se comprometieron en 2009 a dar a las naciones en desarrollo 100.000 millones de dólares al año para 2020 para la acción climática.
Pero el retiro de 2.000 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos cuando su presidente, Donald Trump, se retirsalió del Acuerdo de París, plantea un nuevo problema.
Influencia de los grandes contaminantes
La investigación «Revolving doors and the fossil fuel industry» (Idas y vueltas con la industria de combustibles fósiles), realizada en 13 países europeos, señala que el fracaso de la Unión Europea al atender los conflictos de interés se debe a sus estrechas relaciones de años con el sector de combustibles fósiles.
«La política tiene un vínculo de ida y vuelta con el lobby de los combustibles fósiles en toda Europa», indicó Max Andersson, miembro del Parlamento Europeo, en las conversaciones climáticas de Bonn.
«No se trata solo de un puñado de casos, es sistemático. La industria de combustibles fósiles tiene un enorme interés económico en demorar la acción climática, y las idas y vueltas entre la política y el lobby constituye una grave causa de alarma», añadió.
Según Andersson, para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados es necesario frenar los conflictos de interés e impedir que el carbón, el gas y el petróleo dejen su «huella sucia en nuestra política climática».
Pero hubo buenas noticias para los que abogan por sacar a los grandes contaminantes. «No habrá ninguna obstrucción de Estados Unidos ni de sus aliados los grandes contaminantes que les impida avanzar», observó Jesse Bragg, de Corporate Accountability.
Así, todo depende de resolver la cuestión de los recursos económicos. Hasta entonces, la implementación del Acuerdo de París dentro de dos años pende de un hilo.
Traducción: Verónica Firme
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2018/05/acuerdo-paris-sin-fondos-no-avanza/