Cual campaña publicitaria de unos grandes almacenes, llega puntual a su cita anual la puesta de largo navideña del Ayuntamiento, invitando al despilfarro y a la irresponsabilidad con la instalación de dos millones de microlámparas en más de ochenta calles y plazas de la ciudad. Ecologistas en Acción quiere denunciar el despilfarro que supone y […]
Cual campaña publicitaria de unos grandes almacenes, llega puntual a su cita anual la puesta de largo navideña del Ayuntamiento, invitando al despilfarro y a la irresponsabilidad con la instalación de dos millones de microlámparas en más de ochenta calles y plazas de la ciudad. Ecologistas en Acción quiere denunciar el despilfarro que supone y el impacto ambiental que conlleva la iluminación navideña madrileña.
La concejalía de Medio Ambiente y Servicios a la Comunidad, encargada de engalanar nuestras calles, ha puesto todo su empeño en conseguir una iluminación más homogénea con el empleo de microlámparas de color blanco montadas sobre estructuras de mimbre rústico con diferentes formas geométricas haciendo caso omiso de las posibilidades existentes para, al menos, reducir el número de elementos lumínicos. Simplemente regulando los horarios y el calendario de encendido se logrará ahorrar un 10 % respecto al gasto del pasado año.
Sorprende, de entrada, lo temprano de las fechas en que se ha encendido la iluminación navideña y la gran cantidad de horas que ésta va a funcionar. Además, seguirá coincidiendo la hora de encendido -las seis de la tarde- con la de vuelta del trabajo a casa de gran parte de la población, justo cuando se produce el encendido masivo de aparatos electrodomésticos y calefacciones, lo que aumentará la potencia demanda por la red, con el consiguiente impacto sobre la red de distribución madrileña. La iluminación se apaga a las 10 de la noche desde el 28 de noviembre al 4 de Diciembre. Los días festivos entre el 24 y el 6 de enero la iluminación permanecerá encendida entre las 6 de la tarde y las 12 de la noche. Finalmente, los días 25 y 31 de diciembre y los días 1 y 5 de enero, las microlámparas permanecerán iluminadas todas las noches, hasta las 7 de la mañana.
Esto supone que durante estos días el consumo eléctrico se dispare con un gasto extra de 3.618.000 KWh, y para cuya obtención debe recurrirse normalmente a las centrales térmicas de carbón, que generan en el proceso más de 3.800 toneladas de CO2 (algo más de un kg por kWh producido), con el consiguiente aumento de «la cesta de emisiones» española de gases invernadero, lo que nos, aleja aún más del cumplimiento del Protocolo de Kioto. Además de los otros impactos ambientales que supone la generación de electricidad: residuos radiactivos, si procede de centrales nucleares y emisión de gases que provocarán las lluvias ácidas.
Pero esto no es sólo un problema navideño. Según datos del IDAE referidos a todo el estado, el alumbrado público consume alrededor de 4.700 GWh de energía, con una generación de algo más de 4 millones de toneladas de CO2. Una campaña que incidiera en medidas encaminadas a la sustitución de los sistemas de iluminación actuales por mecanismos de bajo consumo y mayor eficiencia, sobre todo en lo que se refiere a la gran cantidad de intensidad lumínica que se pierde en los cielos de nuestras ciudades y a la organización del alumbrado, reduciría considerablemente nuestra factura económica y medioambiental.
El municipio explicó que para fomentar esta iniciativa entre los responsables de los establecimientos, se ha ofrecido a abonar la factura del consumo eléctrico. Este hecho hace que se fomente el derroche de energía con cargo al erario público, lo que resulta inadmisible para Ecologistas en Acción.