Además de la denuncia de la AV del Pasillo Imperial, Ecologistas en Acción ha presentado un recurso de emergencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid para pedir con “medidas cautelarísimas” para la paralización de las obras de la línea 11 de Metro
Es 15 de febrero y el paseo de los plátanos de sombra del parque de la Arganzuela, en el interior de Madrid Río, se encuentra vallado. Eso significa que todos los árboles situados en el interior del perímetro delimitado por los paneles rojos y blancos instalados están amenazados por una tala inminente. Sin embargo, el vecindario, nada más enterarse y ver que comenzaban las obras, ha salido al paso. “Estamos impresionados por la reacción tanto de los vecinos como de las familias y los colegios, hay una contestación brutal”, señala a El Salto, Susana De la Higuera, portavoz de la asociación de vecinos del Pasillo Verde – Imperial.
“He oído al consejero de Transportes —David Pérez— decir que los vecinos estamos encantados. Pues no sé a quiénes se refiere porque por aquí no ha venido a preguntar”, lamenta De la Higuera, denunciando que son estos los primeros afectados por los planes del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. “Pensábamos que el metro iba a ir por un sitio y nos hemos encontrado que va en otro, en medio del parque. Lo van a arrasar, ahí está nuestra queja. Metro sí, pero no así”, continúa la portavoz.
Esta vecina de Arganzuela remarca que desde la asociación de vecinos no se oponen a las obras de ampliación del Metro, sino al coste que conllevará en cuanto a la pérdida de un rico espacio verde en el distrito. Desde la asociación, además, ven una actuación irregular y en la mañana del miércoles han presentado una denuncia ante la Fiscalía y el juzgado de guardia de Plaza Castilla en la que solicitan medidas cautelarísimas ante la inminente tala.
En la asociación entienden que el informe de impacto ambiental del proyecto corresponde al que estaba aprobado anteriormente, de 2019, y que situaba la estación del metro en un emplazamiento cercano, en el paseo de Yeserías, pero fuera del parque. “Dice el consejero que fue por motivos técnicos, pero ayer dijo que ha sido por cuestiones de movilidad, es decir, por no cortar el tráfico de coches cortan los árboles”, afirma De la Higuera e insiste, “pensamos que allí hay una irregularidad porque no han respetado los procedimientos y porque el cambio en el proyecto es sustancial. Nosotros vamos a intentar pararlo y pedimos que recapaciten, que no todo vale”.
Contestación en el barrio
Mientras la vía legal toma su curso, se suceden acciones espontáneas como la del pasado lunes 13 de febrero por la tarde. Convocada con menos de un día de antelación, en ella niños, niñas, padres, madres y mayores rodearon, tomados de la mano, el paseo de los plátanos, colocando en cada árbol un cartel en el que se señalaba el nombre de un vecino con la inscripción “Yo defiendo este árbol”. “Esto nos toca el corazón, yo me ato al árbol, me decía un vecino el otro día”, cuenta De la Higuera.
También se ha convocado a todo el vecindario a concentraciones todos los días de esta semana a las 17.30 horas, a la salida de los colegios “contra esta manía de la motosierra que tienen la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento”, ironiza la portavoz. Asimismo, junto con las AMPAS de varios colegios de la zona, asociaciones de otros barrios afectados y Ecologistas en Acción preparan este sábado 18 de febrero una mani-fiesta-acción en defensa de los espacios infantiles y verdes a partir de las 13 horas, en Madrid Río, frente al barco Pirata, un espacio que cada tarde se llenaba de niños y sus familias y que también va a desaparecer según el plan actual del Ayuntamiento.
Destrozo ambiental
Pero este espacio verde de la Arganzuela no es el único amenazado por el proyecto de ampliación de la línea 11 del Metro. A este hay que sumar el parque de Comillas, en Carabanchel; el parque Darwin, en Moratalaz; parte de la avenida de Barcelona y los jardines de Jimena Quirós, en el distrito de Retiro; la plaza Luca de Tena y su parque infantil, en Arganzuela; así como el paseo de Yeserías. Entre todas las actuaciones el Ayuntamiento pretende talar más de un millar de árboles. “Son muchos los daños colaterales, el destrozo es de calado”, lamenta Fernando Gómez, de la Mesa del Árbol de Carabanchel.
“Entre
Comillas y Madrid Rio son unos 1.430, en el parque de Comillas solo
mantendrían 48 árboles”, describe Gómez de acuerdo a las cifras que
manejan desde la mesa. A la vez, refuta el argumento del Ayuntamiento
de Madrid cuando dice que se van a trasplantar 348 ejemplares.
“Realmente cuando dicen trasplantar, casi los damos por perdidos porque
el porcentaje de éxito de trasplantes de árboles de más de 20 o 30
años es muy bajo. Esos árboles van a morir”, señala Gómez. Argumenta
que son ejemplares consolidados que benefician a la ciudad: ofrecen
sombra, aire y oxígeno, y templan el ambiente, unos importantes valores
ecosistémicos.
El
miembro de la Mesa el Árbol lamenta que se vayan a perder los plátanos
de sombra del Paseo Imperial, que fueron plantados después de las obras
de enterramiento de la M-30 y la creación de Madrid Río, en la época
de Gallardón. “Por más que digan que los van a reponer, esa obra civil
va a significar que se esté agujereado por debajo. El conseguir que
vayamos a tener el mismo paseo, yo lo doy por perdido”. Compensaría,
dice Gómez, que no los quitasen y apunta: “Van a desmantelar Madrid,
medioambientalmente hablando’.
Gómez coincide con Susana De la Higuera en que el cambio de proyecto fue inesperado, sin información pública y sin consultar a la ciudadanía. Además, una de las implicaciones de esta obra de ampliación del metro es el montaje de la tuneladora, que ahora se hará en Comillas. “Por no montarla en la avenida se cargan un parque que lleva 50 años dando servicio a la gente”, lamenta.
Árboles asfixiados
“Nos están dejando claro que a ellos, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, el medio ambiente y los vecinos no les importan nada. Tenemos que decir basta porque están desviando demasiada obra civil y demasiado dinero a estas obras”, afirma contundente el integrante de la mesa del árbol de Carabanchel, quien califica las últimas remodelaciones de plazas públicas como “cada vez más duras y sin arbolado, todo asfalto y pavimento”.
La mesa del árbol viene documentando la infinidad de alcorques clausurados en la ciudad de Madrid en los últimos meses, una preocupación que mantienen al día en sus publicaciones en redes sociales. “Lo que están haciendo con los alcorques es de juzgado de guardia”, señala Gómez. El Ayuntamiento se defiende argumentando que utilizan adoquines y pavimento drenantes, a lo que Gómez responde: “Estos materiales solo drenan un 5%, es decir, del agua que entra allí solo se queda un 5%, el resto se pierde. Al árbol le está quitando agua, aire, oxígeno y debajo de todo esto se ponen láminas de hormigón, con lo que debajo no hay terreno donde el agua pueda llegar más abajo y que las raíces puedan beber y consumir sustancias”.
Achaca a las autoridades el querer quedar bien diciendo que utilizan materiales adecuados, pero opina que hay que decir la verdad: “Con drenar un 5% el árbol no puede ni vivir”. Agrega que además están plantando ejemplares de diámetro muy pequeños, baratos; es decir, que no son plantas de calidad. “Realmente esos árboles no se van a consolidar. Pasarán años y los vas a ver siempre igual”.
Así, el estado en parques y zonas verdes de Madrid registra una importante pérdida de masa arbórea en los últimos cuatro años, como resume muy bien este hilo de twitter de Nación Rotonda, a partir del análisis de datos de 2022 publicados
por el mismo ayuntamiento de Madrid, con un registro en negativo en
todos los distritos. En total, 77.000 árboles maduros perdidos, es
decir, un 23 por ciento menos con respecto a 2019.
Durante los días 15, 16 y 17 de febrero, el consistorio que dirige Martínez Almeida actúa como anfitrión del 49 Congreso nacional de Parques y Jardines públicos. El mismo alcalde inauguró el congreso presumiendo de algunas cifras: más de 3.800 zonas verdes y 310.00 árboles para disfrute de todos los ciudadanos. Lo que parece no haber explicado es cuáles han sido las pérdidas en detrimento del medio ambiente de Madrid y la salud física y mental de sus habitantes.
Las máquinas ya han empezado
a trabajar en las zona vallada de Madrid Río, y como un mal chiste,
como parte del congreso en la mañana del 16 de febrero se ha realizado
una visita técnica a Madrid Río en la que se plantó un árbol
conmemorativo, a propósito de los 50 años de la Asociación española de parques y jardines públicos, organizadora del evento. Las vecinas y vecinos estuvieron allí para afearles el acto.
Además de la denuncia presentada, las organizaciones vecinales han lanzado una recogida de firmas, que ya ha superado las 50,000.
Ecologistas en Acción presenta denuncia
Además de la denuncia de la AV del Pasillo Imperial, Ecologistas en Acción ha presentado
a primera hora del viernes un recurso de emergencia ante el Tribunal
Superior de Justicia de Madrid para pedir con “medidas cautelarísimas”
para la paralización de las obras de la línea 11 de Metro.
Ya en el mes de noviembre pasado informaba sobre la cantidad de árboles que se llevaría por delante la ampliación del Metro. La organización ecologista ve incumplimiento del trámite de información pública tras las importantes modificaciones respecto al proyecto original. Coinciden con los y las vecinas en que la decisión de del cambio de las nuevas estaciones del Metro se ha tomado para facilitar la gestión de las obras y afectar lo mínimo posible al tráfico, alejando los trabajos de construcción de la vía pública.
En
palabras del abogado de Ecologistas en Acción, Jaime Doreste,
consideran que “en un contexto de crisis ecológica como en el que nos
encontramos, es intolerable que se valore no cortar el tráfico por
encima de preservar nuestros parques públicos arbolados”. Con su
denuncia exhortan a los tribunales a tomar “una decisión valiente y
comprometida el medio ambiente urbano y se posicionen del lado de la
ciudadanía”.