Para el compañero Renán Vega Cantor, un ciudadano colombiano internacionalista que visitó Barcelona y Santa Coloma de Gramenet, honrándonos con su presencia: «El Washington Post ha señalado que Colombia sigue siendo el mayor productor de coca en el mundo, y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito concluyó que entre […]
En ningún lugar es más patente este espíritu de compasión y generosidad que en Lesbos y otras islas griegas, donde sus habitantes han sido nominados colectivamente para el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos humanitarios.
Las acciones desinteresadas de estos esforzados voluntarios deberían recordar al mundo que las personas tenemos una responsabilidad y una inclinación natural a servir a los otros en tiempos de necesidad, con independencia de las diferencias de raza, religión y nacionalidad. En lugar de levantar fronteras militarizadas y hacer caso omiso de los llamamientos populares para una respuesta justa y humanitaria a la crisis de refugiados, los gobiernos deberían tomar la iniciativa de estas personas de buena voluntad y dar prioridad a las necesidades de los más vulnerables del mundo por encima de cualquier otra consideración. Para los dirigentes europeos y responsables políticos de todos los países, esta es la respuesta instintivamente humana ante la crisis de refugiados -basada firmemente en el principio de compartir-, y esa es la clave para hacer frente a todo el espectro de interconectados desafíos sociales, económicos y medioambientales del crítico período que tenemos por delante.
Rajesh Makwana (2016)
La fotografía es de El Viejo Tipo, de su boletín informativo… ¿No están suscritos? ¡Por favor! ¿A qué esperan?
Hace unos 40 años, 39 para ser más preciso, el PCE, el gran partido de la lucha antifascista, fue legalizado. Detrás, donde no debe habitar nunca nuestro olvido, décadas de lucha, asesinados, encarcelados, torturas, represaliados, esperanzas, grandes esperanzas, esforzada organización, riesgos, miedo, tiempo entregado, etc. Amar, luchar, combatir, uno de los lemas de Manuel Sacristán y Francisco Fernández Buey
Tres breves apuntes iniciales, antes de entrar en la Champions de las multinacionales futbolísticas.
De El País-Cataluña, 19 de mazo, un artículo de Joan Capdevila i Esteve -«ex secretario general del GEN, director fundador de Matí Digital y diputado a Cortes por ERC», así se presenta él mismo o así lo presentan-, una nota a propósito del fallecimiento de Ballarín. El compás inicial: «Josep Maria Ballarín y Monset, cura y escritor, autor de la popularísima novela Mossèn Tronxo, falleció la madrugada del viernes en Berga a los 96 años. Había nacido e Barcelona en 1920. Apenas acabó el bachillerato en los Escolapios, estallaba la Guerra Civil: tras vivir la miseria de la retaguardia, fue a filas con la Quinta del Biberón. Los de su cuello tenían que perder la guerra, bien por catalanes, bien por católicos (quizá por ambas cosas) y de ninguna forma lo habrían ganado nunca del todo, y por las mismas razones».
Con el mayor respeto hacia el fallecido: no sigo y no entro en el asunto de los católicos y los que tenían que perder la guerra frente al inmenso y férreo poder del nacional-catolicismo-fascismo y sus grandes apoyos exteriores, imperante, dominante y victorioso. Remarco sólo lo de catalanes y la pérdida de la guerra contra el fascismo por una cosa, por la otra o por ambas a la vez. ¿Los catalanes por ser catalanes perdieron la guerra? ¿Seguimos otra vez con este cuento nacional-sececionista, mil veces repetido e, históricamente, diez mil veces refutado? Una de las mejores falsaciones que conozco. La del mismísimo Laureà (o Lureano) López Rodó, ministro fascista, uno de los siete que formaron aquella neofascista Alianza Popular, uno de los muchos catalanes que ganaron la guerra y tuvieron consciencia muy consciente de su victoria. De un paso de Segunda Memoria de Salvador Pániker: «[…] Le dije a López Rodó. «Cataluña tiene el complejo de haber perdido la guerra civil». Replicó él sin ninguna vacilación. ‘Pues yo soy catalán y tengo la impresión clarísima de haberla ganado.»
La segunda anotación es más breve. Aspiraban -no hablo de la reciente etapa de CiU en el consistorio- a que Barcelona fuera la «millor botiga del món». Casi lo consiguen: Barcelona, según Global Blue, es la décima ciudad del mundo por turismo de compras. Madrid es la undécima. Como dos gotas (mercantiles) de agua
Para la última observación tomo pie en otro excelente artículo informativo de Jessica Mouzo y de nuevo es Boiz Ruiz, el ex de Salud elegido (y posteriormente ratificado) por el hijo político del molt ex honorable, el protagonista: Salud recortó hasta un 70% las partidas de sus empresas públicas. No sólo el ICS (que perdió el 11% de asignación y unos 5 mil empleos) sufrió las tijeras del gobierno neoliberal y nacionalista de la Generalitat. En total, unos 100 millones menos de asignación a una quincena de consorcios. La entidad peor parada fue el CSB, el Consorcio Sanitario de Barcelona. Pasó de recibir 23 millones en 2010 a unos 7 millones en 2015. El decremento señalado del 70%. Podemos,. debemos pensar en sus efectos en la salud y bienestar de la ciudadanía. ¿Y ya está? Pues parece que sí, que ya está.
Paso al asunto Champions.
Viernes 18 de marzo. Se acaban de conocer los emparejamiento de los cuartos de final. Barça-Atlético es uno de ellos. Al Madrid le ha tocado un equipo alemán que no está en lo que suelen llamar «la élite» del fútbol europeo.
Comentarios en un programa de la Cadena Ser de tarde que se emite de 15:10 a 16 en catalán, «La gradería» si no recuerdo mal el nombre (admito, no ignoro, que los hay peores pero no es este el punto). Tema: fútbol, fútbol, fútbol. Quien dice fútbol, fútbol, fútbol, aquí, en .Cat, dice Barça, Barça, Barça y, sobre todo y como complemento necesario, el Madrid es una m., bien grande y pestilente (de los alrededores del equipo y la entidad, en general, lo mismo.
Uno de los periodistas defiende una teoría que presenta casi como una demostración, como un «resultado geométrico consolidado», algo así como el teorema de Pitágoras versión 2.10. Al Madrid -nunca al Barça por supuesto- le favorecen siempre en los sorteos de cuartos, siempre «le tocan» equipos fáciles. No digo que no pueda ser y no digo, desde luego, que no pueda haber apaños. Estamos en un ámbito de multinacionales con mucho dinero en juego, que apuestan a seguro. Pero el tema es aquí cómo se dice lo que se dice, qué lenguaje se usa y qué se suele olvidar. Nada, por ejemplo, del nombre de equipos que también han tocado al Barça en cuartos en otros momentos: Panathinaikos, Schalke, Shaktar o Benfica. Por si fuera necesario, sesuda reflexión de un ex directivo que (salvo error por mi parte) fue candidato a la presidencia del Barça: «Al Madrid no le ha tocado el Charleroi porque no estaba en el bombo.» Toni Freixa dixit. Ninguna ironía, eso sí, sobre los 16 penaltis pitados a favor del Barça esta temporada.
Luego se pasa a hablar en el programa de la gran cadena del SER del intocable Barça-Qatar. Algunos comentarios sobre el Atlético de uno de los periodistas de la tertulia: sólo saben dar patadas y, sobre todo, el más destacado: con los cuartos de final uno aspira a viajar a Europa y no a Madrid, que está muy cerca de África. Son casi africanos.
Sobre el estúpido, bárbaro, eurocentrista y racista comentario, risas, risas y más risas. Quin riure, quin riure! Ni un solo «te has pasado un quintal métrico» por ejemplo. Ya está bien, pero qué dices. Nada. Todo risas, todo de buen rollito. Somos culés y ya nos entendemos.
Sé que existe o existía Intereconomía y programas similares, especialmente en el mundo del fútbol. Sabemos cómo calificarnos; apenas engañan a nadie más allá de los convencidos incorregibles. Pero los otros, los de .Cat, la Gradería es uno de los ejemplos, que transitan básicamente por el mismo camino desde perspectiva complementaria, son aquí, en .Cat, suele decirse así, otra cosa, tienen incluso prestigio, No obtienen ni de lejos las mismas calificaciones. Son divertidos y del Barça. No son fachosos ni españolistas; nada que ver con la caverna. Son un pelín exagerados, se dice a veces… pero hacen bromas. ¿Sólo un pelín? Escuchen, por ejemplo, con atención crítica, las retransmisiones de otro intocable de gran prestigio, de un catalán del año, de Joaquim Maria Puyal, los programas que dirige y presenta para la obra social de Caixabnak, l’ànima de la Caixa. ¡Puro nacionalismo adornado, aquí y allá, de supuestos detalles culturales y de mucha historia idealizada del Barça!
Pero, mirado como hay que mirar, todo lo anterior no es otra cosa. Es bazofia deportivo-cultural muy o bastante similar a la otra. El Barça es intocable, estamos orgullosos del club de nuestros amores cuyo Museo es el más visitado de la ciudad, y los de Madrid son unos cafres y España les ampara. Cambien Barça por Madrid y España por Cataluña y obtendrá el otro mensaje, el lema complementario.
Dirán que exagero… pero no exagero. Pensarán que no tiene importancia… pero la tiene. El «mensaje» permanente, o ininterrumpido como prefieran, tal si fuera una gota malaya, va haciendo su trabajo, va dejando huella, y nadie es capaz de enfrentarse críticamente, nadie es capaz de decir cuatro verdades sobre una multinacional divinizada de la que se suele hablar de 10 o 15 minutos en cualquier informativo de TV3 y afines. Se hace país con ello, mucho país.
La cosmovisión ideológica en la que se enmarca el secesionismo, descubro un viejo Mediterráneo, también se alimenta de todo lo señalado y sigue las mismas directrices: los demás son una caquita que nos oprime, explota y esclaviza y nosotros somos el mejor club del mundo con diferencia. De los asuntos Neymar, Mascherano, Messi y algunos otros ni se habla. Un jugador como Piqué se convierte en un gran pensador-filósofo citado por el mismísimo president de la Generalitat en sede parlamentaria. ¡Todo un referente político-cultural! No debemos olvidar que una de las grandes figuras «fichadas» por la lista secesionista y neoliberal de Junts pel sí fue Josep Guardiola, otro de los personajes absolutamente destacados de la sociedad catalana, un referente mundial de los nuevos tiempos, alguien muy de la casa y cuyas palabras eran citadas en institutos y universidades y sus «reflexiones filosóficas» y prácticas eran estudiadas -y siguen siendo estudiadas si ando errado- en centros de negocios.
No hace falta que les diga, pero hay que decirlo porque si no se te achaca la enfermedad del madridismo-españolismo, que la multinacional Madrid-Emirates tampoco es santo de mi devoción. Desde luego que no. Muy lejos de mi ese cáliz florentino.
No debo ocultarles que, a pesar de lo dicho, sigo siendo culé. Está en mis memes. Mis tíos cenetistas me llevaban al campo de pequeño. No solía cenar cuando el Barça perdía (frecuentemente en aquellos años). Una tristeza inconsolable me acompañaba durante días y días. No he logrado desengancharme del todo.. ¡Y a mi edad! Grito pocas veces pero alguna vez lo he hecho cuando Messi, Iniesta o algunos de sus compañeros han marcado «alguna gol decisivo» en uno «los partidos del año o del siglo». Mi compañera, con toda razón y delicadeza, suele decirme: «Pero Salva… a ti te pasa algo. ¿Cómo puedes estar interesado en todo esto? No hay por donde cogerlo». Y tiene razón. A mí me pasa algo. Espero y deseo que no sea su caso. Que este discurso nada inocente no les tenga atrapados en sus redes, en sus intereses, en su simbología y en sus cálculos.
Cierro sorprendido, muy sorprendido por una reflexión.
No he leído el libro de Joan Serra publicado en Ara Llibres: Ada Colau, la rebelión democrática. Me baso en lo que ha aparecido en la prensa y que presupongo no deformado o mal trascrito (sin duda y sin entrar en ello, es más que probable que forme parte de una campaña periodística para intentar desestabilizar o herrir un poco más a Podemos, uno de los objetivos de PRISA y de su entorno en estos momentos).
El paso al que quiero referirme es el siguiente. Es la alcaldesa Colau quien habla (insisto según la prensa): «Hay un cierto estilo de Pablo y del núcleo impulsor de Podemos con el que no conectamos. Me hacen sentir más catalana que nunca. Es una diferencia de estilo, personal y político. Barcelona en comú no es Podemos. No lo ha sido nunca… Quizá en la arrogancia, en la forma de expresarse» [en énfasis es mío]
Más allá de que Podemos forma parte, de hecho, de Barcelona en comú (BCN no es sólo Podemos pero también es Podemos et alii). Más allá de otras consideraciones sobre la forma de expresarse de la que no es fácil hacer un concurso de lanzamiento de primeras piedras.
Más allá de eso decía, el estilo supuestamente arrogante de Pablo Iglesias, si ése es el caso, su diferencia en este punto con él, justa sin duda en este supuesto, ¿es lo que hace que la alcaldesa barcelonesa se sienta más catalana que nunca? ¡Más catalana que nunca! ¿Y eso que querrá decir? ¿Qué significará eso de «sentirse más catalana que nunca»? ¿Algo así como sentirse muy español pero en .Cat y con otra identidad marcada? Por lo demás, ¿no hay políticos arrogantes-muy-arrogantes en el panorama político catalán? ¿La arrogancia de Mas, por ejemplo, le hace sentirse a Ada Colau más española que nunca… o más catalana, tanto como Mas, político profesional?
Ante situaciones así, si la diferencia se situaba en ese punto, alguien hubiera dicho probablemente en los viejos tiempos que sentía más ajeno al poder que nunca, más comprometido que nunca con las clases populares y el valor de la modestia, más socialista o comunista libertaria que antes, más distante de toda hybris que en otras ocasiones de su vida donde ya se estaba alejado, etc etc. Ahora no, los tiempos han cambiado o parecen haber cambiado. Ahora ante situaciones así, nos sentimos ¡más catalanes que nunca!
¡Válgame Dios! El procés y la ideología y cosmovisión en el que se enmarca tienen consecuencias inesperadas… ¿O eran esperables?
Me olvidaba: ¡bravo por Alberto Garzón, IU-UP y la querella contra Mariano Rajoy y la criminal política europea, por él ratificada, contra los refugiados! ¡Bravo, bravísimo!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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