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El borrador de Unión Energética aparca convertirse en Política Energética Común y Sostenible

Fuentes: www.suelosolar.es

El documento de discusión de la Comisión Europea tan sólo incluye el cambio climático y la promoción de las renovables como uno de los elementos de su constitución y no se plantea generar una Política Energética Común. Hoy la Fundación Renovables ha tenido acceso al Documento de Discusión de la Comisión Europea sobre la Unión […]

El documento de discusión de la Comisión Europea tan sólo incluye el cambio climático y la promoción de las renovables como uno de los elementos de su constitución y no se plantea generar una Política Energética Común.

Hoy la Fundación Renovables ha tenido acceso al Documento de Discusión de la Comisión Europea sobre la Unión Energética en el que destacamos como se pierde la oportunidad de plantear como objetivo primero y transversal la total descarbonización del sistema energético de la Unión Europea (UE). Se plantea la lucha contra el Cambio Climático como una de las cuatro patas de la Unión Energética pero resulta indicativo ver como es la menos desarrollada de todas.

La Fundación Renovables ha pedido reiteradamente que la comunitarización que ya hay en las políticas de Cambio Climático se extienda y supere en las energéticas hasta alcanzar una Política Energética Común a través de la Unión Energética. Sin embargo, aunque el borrador filtrado asume que la Unión Energética quiere ser la respuesta al inevitable desafío de descarbonizar la economía, se queda corto a la hora de asumir el reto de crear una política común resiliente y sostenible así como de lanzar la propuesta de verdaderos planes de transición energética y se limita al objetivo de coordinación y de creación de un marco regulatorio armonizado. Sin duda, un objetivo deseable pero no suficiente.

Aunque el borrador contempla un llamamiento a los Estados Miembros (EMs) para que miren «con nuevos ojos la fiscalidad de la energía tanto a nivel nacional como europeo», no ha calendarizado seguir con su propuesta de un sistema fiscal común en materia de energía. Una auténtica pena causada por el enfoque dado a la Unión Europea como mercado común y no como política común.

Un punto interesante es que se calendarizaría un análisis de los costes y precios de la energía (incluidos subsidios e impuestos) lo que podría abrir finalmente la puerta a una de las peticiones históricas de la Fundación Renovables: una auditoría de las empresas energéticas. El objetivo tiene que ser, además, conocer y eliminar todos los subsidios a las fuentes de energía sucias tal y como la misma Comisión ha pedido reiteradamente. Tampoco se aborda en profundidad el tema del empleo verde, otro elemento clave para establecer políticas comunes energéticas. Sí cabe destacar que se menciona la pobreza energética como inadmisible y la necesidad de empoderar a los consumidores ante la energía gracias a la promoción del autoconsumo o con medidas de información, reduciendo los oligopolios del sector, así como mediante la gestión de la demanda energética.

Estas son las consideraciones sobre los diferentes puntos del borrador desde la Fundación Renovables:

1.- El borrador de la Unión Europea no pone en práctica la Hoja de Ruta de descarbonización a 2050 por la que la sostenibilidad ambiental y la decarbonización tienen que ser plasmados en las decisiones energéticas. Al contrario, parece más una recopilación de todo lo que la Unión Europea ha generado en materia de energía en los últimos años que un intento de crear una verdadera Política Energética Común Sostenible.

2.- No se ha atrevido con la imprescindible y oportuna mayor comunitarización de la política energética, con mayores competencias de la UE en el sector energético, para finalmente convertirla en una verdadera Política Energética Común (PEC), con recursos presupuestarios comunitarios suficientes y con políticas orientadas al empleo y la fiscalidad.

3.- Pierde la oportunidad de plantear procesos para ir más allá de los objetivos plateados en el paquete de Energía y Clima 2030 que son sustancialmente insuficientes para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de GEI para salvar el clima. La Fundación Renovables pide una revisión de la Hoja de Ruta 2050 para una Economía Baja en Carbono en la que se acote el Horizonte 2050, que actualmente plantea un margen de reducción de las EGEI entre el 80 y el 95% y que se centra en el objetivo menos ambicioso, para que priorice el del 95% como coherente con las exigencias del informe ultimo del IPCC. Del mismo modo, una revisión en consecuencia de la Hoja de Ruta 2050 para la Energía, con la práctica descarbonización del sector energético implicando por un lado una desenergización más ambiciosa de la economía, para un desacoplamiento absoluto de la energía con reducciones de más del 40% en el consumo de energía final y un sistema de generación eléctrico basado en renovables y renunciando a la nuclear como incompatible con el principio de sostenibilidad.

4.- Se plantea que la UE sea número uno en renovables pero lo único que contempla es cumplir con el paquete de Energía y Clima de 2030. Objetivo muy escaso no sólo en renovables sino también en eficiencia y emisiones de GEI, tal y como la Fundación Renovables ha reiterado en muchas ocasiones.

5.- Tampoco se propone reforzar las medidas en curso para asegurar el cumplimiento por los EMs el paquete 20-20-20 para 2020 y, muy en particular, de los objetivos, con el riesgo de no alcanzarlos, en renovables (recuperación mediante armonización comunitaria de sistemas operativos de incentivación) y eficiencia energética (adopción de medidas de eficiencia en todos los sectores no sólo transporte y edificación).

6.- En materia de Cambio Climático y Renovables no se plantea la necesaria revisión urgente de los objetivos planteados por la CE para el Horizonte 2030, acordes con las nuevas Hojas de Ruta 2050 y que exige incrementar la reducción de EGEI del 40 al 55%, incrementar el peso de las renovables en la energía final del 27 al 45% y que sea vinculante para todos los Estados miembros, como aplicación de la superación del principio de neutralidad tecnológica; además de fijar un objetivo en materia de eficiencia energética para 2030, superior al 40% en línea con la reducción del consumo de energía final exigida para 2030 con respecto a 2005-2006.

7.- No recoge aún el establecimiento de impuestos energéticos comunitarios para financiar la nueva PEC y, en particular, en cuanto al queroseno de aviación y los carburantes en general, las EGEI o el CO2 y la electricidad de fuentes no renovables.

8.- Es de apreciar que la Unión Energética introduzca en su planificación el desarrollo de un marco para el principio de «autoconsumo» y de «balance neto» para favorecer la generación en consumo a todos los niveles, hoy frenado en muchos EMs, incluida España.

9.- Por fin se incorpora una denuncia de la pobreza energética pero, además de lo propuesto por el borrador, entendemos muy oportuno plantear que tras priorizar las viviendas de protección para la financiación de proyectos de rehabilitación energética de edificios, se debería añadir ofrecer micro auditorías energéticas a los hogares en situación de pobreza energética y obligar a las compañías energéticas a informar de la existencia de sistemas, en caso de existir, como el bono social y de sus condiciones.

10.- Es de agradecer que el borrador de Unión Energética contemple la necesidad del empoderamiento de los consumidores vía autoconsumo, TICs, gestión de la demanda. Sin embargo, entendemos que un paso fundamental a dar en este sentido es esclarecer de dónde vienen los precios de la electricidad y por lo tanto la necesidad de una auditoria de los costes de las empresas energéticas.

11.- Desafortunadamente, en materia de producción energética interior, el borrador de Unión Energética sigue insistiendo en considerar como deseable las fuentes de combustibles fósiles no convencionales y la incineración, junto con las renovables, a efectos de disminuir la dependencia energética. Desde el punto de vista la Fundación Renovables no se pueden aceptar más combustibles fósiles en el mix de la Unión Energética. Son inversiones en la dirección incorrecta. La exploración y producción de gas y petróleo no convencional, en particular, mediante la técnica del fracking supone prolongar en el tiempo un modelo energético fallido basado en los combustibles fósiles y que las Hojas de Ruta 2050 proponen sustituir progresivamente. Ante la presión del sector energético y las dificultades de muchos de los EMs para resistirla, como España, proponemos que la Unión Energética promueva una respuesta comunitaria que excluya la exploración y producción de gas y petróleo no convencionales.

12.- En el marco del desarrollo del plan estratégico de interconexiones eléctricas incluido en la Unión Energética para el periodo 2015-2050 pedimos que se diseñe y priorice para permitir la progresiva implantación de un sistema eléctrico 100% renovable y que se descarte la construcción de líneas que den servicio a centrales térmicas de carbón o nucleares, nuevas o existentes.

13.- En materia de diversificación del suministro, la Comisión Europea no menciona apenas el fomento de más renovables para la generación de electricidad en base, más bien al contrario, apunta al gas como respaldo para las renovables de producción más variable como el viento y el sol. Plantea HUBs del gas para el Mediterráneo y varias regiones pero no la posibilidad de HUBs de renovables. Desde la Fundación creemos que es imprescindible incluir en los objetivos de mejora del suministro negociaciones con terceros países, no sólo en materia de gas y petróleo sino también de renovables.

14.- En cuanto a la eficiencia energética, como contribución a la moderación de la demanda energética, el borrador afirma que la Comisión invitará a los EMs a priorizar la eficiencia y establecerá sinergias entre las diferentes políticas de eficiencia energética, de eficiencia en el uso de recursos y de la economía circular. Este punto es especialmente importante para obtener una reducción de la demanda sostenida pero habrá que ver cómo se llega a materializar. Además, no se plantea una mejora de los objetivos del Paquete de Energía y Clima 2030, sustancialmente insuficientes.

15.- Con relación al transporte, aunque incorpora la electrificación de este sector y la mejora continua de los estándares de eficiencia energética de los vehículos como objetivos importantes, falla en proponer medidas para la reducción de la demanda. Es imprescindible aumentar la eficiencia, los cambios modales y la electrificación. Pero no hay que olvidar que, al igual que es clave la rehabilitación de edificios para reducir el consumo energético, la diversificación de los usos del tejido urbano son imprescindibles para la reducción de la demanda de movilidad. Del mismo modo que la CE plantea fondos para la rehabilitación de edificios, podría plantear fondos para rehabilitación de tejidos urbanos con el objetivo de diversificar su uso y reducir las necesidades de movilidad. Por otro lado en cuanto al ferrocarril no menciona la necesidad de electrificarlo como medida de fácil y rápido resultado.

16.- Es positivo el enfoque del sector de la edificación en la rehabilitación eficiente de los edificios y en la facilitación del acceso a financiación para ello.

«Necesitamos nuevas y reforzadas políticas comunitarias en Energía y Cambio Climático y nuevas formas para ejecutarlas que se conformen en base a una verdadera Política Energética Común y Sostenible, con recursos comunitarios propios, incluyendo impuestos comunitarios ya propuestos en su día por la Comisión, como instrumentos ineludibles para alcanzar y superar la Unión Energética Europea que prioriza el Presidente Juncker», ha declarado Domingo Jiménez Beltrán, Presidente de la Fundación Renovables.

Fuente original: http://www.suelosolar.es/newsolares/newsol.asp?id=10663