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El calentamiento global impone redoblar esfuerzos a favor de biodiversidad

Fuentes: Xinhua

Preservar la biodiversidad es una de las maneras de contrarrestar las consecuencias del calentamiento global, y de no tomar acciones concretas sería el extermino de la humanidad, alertó el antropólogo estadounidense James Callaghan. «Es una situación urgente», dijo en declaraciones a Xinhua el responsable del proyecto privado Reserva Biocultural Kaxil Kiuic, situado en la península […]

Preservar la biodiversidad es una de las maneras de contrarrestar las consecuencias del calentamiento global, y de no tomar acciones concretas sería el extermino de la humanidad, alertó el antropólogo estadounidense James Callaghan.

«Es una situación urgente», dijo en declaraciones a Xinhua el responsable del proyecto privado Reserva Biocultural Kaxil Kiuic, situado en la península de Yucatán, en el sureste de México.

«La naturaleza no nos necesita. Nosotros la necesitamos a ella; pensamos solo en los beneficios económicos y se olvida lo esencial, el cuidado del agua, pensar en el oxígeno. Somos parte de la biodiversidad y el no pensar que es parte de nuestra vida sería nuestra exterminación», enfatizó durante un recorrido por la citada reserva antes de la 13ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP13), que acogerá Cancún desde el domingo.

En su opinión, se requieren procesos de diálogo en todos los niveles, que involucren a la sociedad «para buscar respuestas funcionales para la productividad y el bienestar». Por ello, reclamó la implicación tanto de los Gobiernos como de las organizaciones civiles y la sociedad.

RESERVA BIOCULTURAL KAXIL KIUIC

La Reserva Biocultural Kaxil Kiuic, surgida hace poco más de una década, se encuentra en la parte septentrional de la península de Yucatán, a unos 100 kilómetros al sur de la ciudad de Mérida. Con 1.462 hectáreas de selva mediana subcaducifolia, se trata de unas de las reservas de propiedad privada mayores de América Latina.

El predio, comprado a una familia nativa a la que le perteneció desde el siglo XVIII, ahora es llevada por la organización civil mexicana denominada Kaxil Kiuic (que significa la selva en torno al palacio en maya-yucateco), en conjunto con Millsaps College, una institución de educación superior del estado de Mississippi, en Estados Unidos.

Académicos e investigadores, así como habitantes del lugar, trabajan con el fin de proteger los recursos naturales y culturales del predio. Hasta ahora se ha verificado la presencia de 238 especies animales: 11 anfibios, 36 reptiles, 151 aves y 40 mamíferos, entre ellos los jaguares, uno de los animales más apreciados en la cultura maya y que se encuentra en peligro de extinción.

Los animales se monitorean a través de cámaras cazadoras las 24 horas del día durante todo el año, lo que, dijo el antropólogo, permite mantener un inventario de la actividad de estas especies.

Los usos y costumbres, la parte agrícola, la deforestación, la cacería, la ganadería descontrolada han modificado la selva y con ello el tipo de alimento de los felinos, en especial del jaguar.

«Es importante mantener la cadena pues de nada sirve cuidar solo una especie de flora o fauna», expuso Callaghan, quien destacó la participación del Centro de Investigación Científica de Yucatán.

El antropólogo expresó su preocupación por las condiciones actuales y apuntó que en los últimos tres años se han detectado seis individuos de jaguar.

«Estamos estudiando que este mamífero pudiera utilizar la región ubicada en la península de Yucatán solo de tránsito al carecer de alimento, al contrario que el puma, que es más resiliente a las condiciones que se presentan en el área de Kaxil Kiuic», acotó.

Para el investigador, uno de los problemas de esta especie es la caza, por lo que para apuntalar su preservación es precisa la educación en materia ambiental desde nivel básico.

LABORATORIO DE MEDICION DE CARBONO

Con el apoyo del Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) se han hecho estudios de impacto ambiental que han permitido el desarrollo del «Plan de Manejo» para la zona, en la que ahora se monitorean las emisiones de dióxido de carbono, explicó el especialista.

Callaghan destacó que Yucatán se consolida como líder al contar con un sitio de medición e investigación sobre carbono forestal.

El proyecto mide los flujos de carbono existentes entre la atmósfera y la vegetación mediana subcaducifolia, a fin de establecer un modelo de cálculo que pueda extrapolarse a otras selvas similares, que son las menos estudiadas y las más amenazadas por el cambio de uso de suelo.

«La conciencia profunda sobre el valor de una reserva biocultural como esta, y no solo el conocimiento, es lo que puede impulsar una verdadera cultura de la sustentabilidad y cuidado de la biodiversidad», apuntó.

A su juicio, uno de los principales problemas que enfrentan esta y muchas otras áreas es la falta de conciencia sobre lo que pasa con los ecosistemas, así como los efectos que pueden generar simples acciones como tirar la basura fuera de su lugar, cazar y deforestar. Por ello, una de las labores a las que se ha enfocado este centro de investigación es difundir la conciencia sobre esta reserva tanto en las comunidades locales como en las escuelas técnicas de la región.

«No podemos conservar lo que no conocemos (…) De poco o nada sirve saber la situación que guarda la sabana o el Polo Norte cuando a nivel regional tenemos retos que enfrentar», enfatizó.

La reserva cuenta con un invernadero con plantas medicinales y árboles para rescatar la cosmovisión cultural de los ancestros del Mayab (Yucatán en idioma maya) en relación con su medio ambiente.

También se inició un plan de apoyo a la implementación de un programa de conservación con el Instituto Nacional de Antropología y Historia (INAH) de la zona arqueológica de Kiuic.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2016-12/02/c_135876061.htm#