Los bomberos luchan por controlar las llamas en California, uno de los estados más afectados por incendios forestales en Estados Unidos (AFP) El cambio climático está haciendo el planeta más caliente y seco, y ha casi duplicado el área quemada por los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos en las últimas tres […]
Los bomberos luchan por controlar las llamas en California, uno de los estados más afectados por incendios forestales en Estados Unidos (AFP)
El cambio climático está haciendo el planeta más caliente y seco, y ha casi duplicado el área quemada por los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos en las últimas tres décadas.
En un estudio publicado en Actas de la Academia Nacional de Ciencias, los investigadores hallaron que desde 1984, condiciones más secas y temperaturas más altas han hecho que los incendios abarcaran 41.500 kilómetros cuadrados más, unas 30 veces el tamaño de Los Ángeles.
«Esto duplicó aproximadamente el área de incendios forestales previsibles en el oeste de Estados Unidos a causa de la sola variabilidad natural del clima durante 1984-2015», señaló el estudio.
Los autores advirtieron además que pueden esperarse más incendios forestales en los próximos años. «No importa cuánto nos esforcemos, los incendios van a seguir y serán cada vez más grandes, y la razón es muy clara», dijo uno de ellos, Park Williams, del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty, de la Universidad de Columbia.
Los incendios forestales han ido en aumento desde la década de 1980.
En lo que va de este año, cerca de 1,2 millones de hectáreas de bosques se han quemado en el oeste de Estados Unidos. Aunque aún no es un año récord, las condiciones más peligrosas podrían darse en los próximos dos meses.
El año pasado, 4,08 millones de hectáreas se quemaron en Estados Unidos, una cifra récord desde que la Interagencia Nacional de Lucha contra Incendios (NIFC) comenzó a documentar el área de incendios forestales en 1983, según el estudio.
«Muchas personas vinculan cada vez más el cambio climático y los incendios; en particular, el año pasado los jefes de bomberos y el gobernador de California comenzaron a llamar a ese fenómeno ‘la nueva normalidad'», dijo el autor principal del estudio, John Abatzoglou, profesor de geografía en la Universidad de Idaho.
Los investigadores llegaron a estas cifras tras estudiar ocho sistemas diferentes para calificar la aridez de los bosques, incluyendo el Índice de Severidad de Sequía Palmer, el Índice de Peligro de Incendios Forestales MacArthur y el Sistema Canadiense de Calificación de Peligro de Incendios Forestales.
No evaluaron otros factores como el impacto de millones de árboles muertos por las plagas de escarabajos, los cambios en la humedad del suelo debido a un deshielo prematuro o la posibilidad de mayor frecuencia de rayos -tal como se espera en un mundo más caliente- para desatar incendios.