El fenómeno de El Niño es un evento climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial. Se manifiesta de cada 2 a 7 años. Su nombre se origina en que siempre ocurre cercano al día de Navidad. Los científicos también le llaman Corriente del El Niño-Oscilación del Sur (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus […]
El fenómeno de El Niño es un evento climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial. Se manifiesta de cada 2 a 7 años. Su nombre se origina en que siempre ocurre cercano al día de Navidad. Los científicos también le llaman Corriente del El Niño-Oscilación del Sur (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés), donde la fase de enfriamiento recibe el nombre de La Niña . Se ha observado que ciertas señales sugieren que el incremento térmico de la Tierra inducido por el efecto invernadero a causa de las actividades humanas, podría provocar la ocurrencia de episodios El Niño más extremos y frecuentes, con las consecuentes repercusiones hidrológicas para diferentes latitudes de la Tierra (YESID et al., 1997).
El calentamiento global está intensificando el clima de El Niño . Las investigaciones científicas evidencias sugieren la existencia de una relación de causa-efecto entre El Niño y el cambio climático: el cambio climático incrementa las probabilidades de que se produzca un «súper» El Niño. Este fenómeno, a su vez, exacerba los efectos del cambio climático al liberar gran cantidad de calor en el Océano Pacífico. Se estima que cuanto más suba la temperatura de los océanos por los efectos del cambio climático, las posibilidades de que se produzca un «súper» El Niño se duplican.
Se estima que este año decenas de millones de personas podrían padecer escasez de agua, hambre y enfermedades como consecuencia de El Niño. Sus efectos ya se han sentido en gran parte de África y en algunas zonas de América Central y el Caribe, así como en Asia y el área del Pacífico.
En América del Sur El Niño / Oscilación del Sur (ENOS) es la fuente más importante de variabilidad y ha causado grandes pérdidas económicas e impactos sociales. Los huracanes han incrementado su intensidad en el Norte de América del Sur y el Caribe, afectando severamente a las regiones de México, el Caribe y Centroamérica. Los fuertes eventos ENOS han modificado las condiciones climáticas e impactado severamente, particularmente a la agricultura.
Un estudio realizado por las Naciones Unidas pronostica una disminución moderada del potencial de captura de Chile y Perú para 2050, «ya que el cambio climático puede reducir significativamente el éxito de desove de los pequeños peces pelágicos que captura el sector industrial»(ONU, 2018).
Un estudio científico demostró u na intensificación de los impactos de El Niño y La Niña en un clima más cálido, especialmente para las regiones terrestres de América del Norte y Australia. Los cambios entre El Niño y La Niña en áreas, como América del Sur, fueron menos claros. La intensificación del clima fue más frecuente en las regiones terrestres.
En California, El Niño es la causa de temperaturas frescas con lluvias. La Niña produce calor y clima seco. El futuro El Niño hará que las inundaciones sean más probables, mientras que en el futuro la Niñas traerán más sequías e intensificarán las temporadas de incendios forestales.
Carlos Pérez Morales, geógrafo e historiador
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