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El colonialismo secuestra la transición energética

Fuentes: IPS

Los países del Sur Global poseen 70 por ciento de las reservas de minerales necesarios para la transición energética, mientras cerca de 80 por ciento de las inversiones en energías renovables se concentran en el Norte Global y China.

 LONDRES – Individuos, empresas y países ricos están acaparando la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables, reproduciendo patrones coloniales que afianzan las desigualdades y contrarían los derechos humanos, mostró en un informe este miércoles 24 la coalición internacional contra la pobreza Oxfam.

Aunque los países del Sur global poseen aproximadamente 70 % de las reservas de minerales para la transición, la mayoría de las inversiones en energías renovables se concentran en el Norte global (50 %) y China (29 %), y los beneficios quedan en gran medida en manos del uno por ciento más rico de la población mundial.

Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam, afirmó que “los países más ricos y las personas más acaudaladas están llevando la crisis climática a su punto de inflexión actual, consumiendo en exceso el presupuesto de carbono a través de sistemas profundamente desiguales y extractivos”.

“Ahora están tratando de capturar y controlar la transición energética a expensas de los países más pobres y vulnerables al clima, lo que aumenta aún más la desigualdad. Una transición verdaderamente justa comienza con el fin de los patrones de injusticia, mala gobernanza y exceso”, agregó Behar.

En 2024, América Latina recibió tres por ciento de la inversión mundial en energía limpia, y el sudeste asiático, Oriente Medio y África recibieron solo dos por ciento cada uno, a pesar de que África subsahariana alberga a 85 % de la población mundial sin acceso a la electricidad.

América Latina posee casi la mitad del litio del mundo, pero solo obtiene alrededor de 10 % del valor.

“Los países más ricos y las personas más acaudaladas están llevando la crisis climática a su punto de inflexión actual, consumiendo en exceso el presupuesto de carbono a través de sistemas profundamente desiguales y extractivos” (Amitabh Behar)

La energía consumida solo por el uno por ciento más rico sería suficiente para satisfacer siete veces las necesidades energéticas básicas de las personas sin acceso a la electricidad, asienta el informe titulado “Transición injusta: recuperar el futuro energético del colonialismo climático”.

Por ejemplo, Tesla, la empresa propiedad del hombre más rico del mundo, Elon Musk, ganó 5630 millones de dólares con la venta de vehículos eléctricos en 2024.

Por cada vehículo eléctrico la empresa obtuvo beneficios de 3145 dólares, 321 veces más de lo que obtuvo toda la República Democrática del Congo (RDC) por suministrar los tres kilos de cobalto que contiene cada auto.

La RDC solo captura 14 % de la cadena de valor del cobalto, pero si conservara todo el valor podría generar más de 4000 millones de dólares al año, suficientes para proporcionar energía limpia a la mitad de sus casi 110 millones de habitantes.

El informe de Oxfam describe el “saqueo” de minerales como litio, cobalto, níquel y las tierras raras, el acaparamiento de tierras para la bioenergía, los proyectos de eliminación de carbono y la apropiación de recursos a gran escala para la energía hidroeléctrica, eólica y solar.

Esos proyectos “suelen implicar violencia, trabajo forzoso y daño medioambiental, con escaso consentimiento de la población local que vive en estas nuevas ¨zonas de sacrificio¨”, considera la coalición.

Sostiene que, en la actualidad, la minería, los proyectos de energía renovable y el desarrollo industrial vinculados a la transición energética -impulsados en su gran mayoría por el Norte Global y las élites poderosas- amenazan los derechos de los pueblos indígenas en hasta el 60 % de sus tierras reconocidas.

Eso supone 22,7 millones de kilómetros cuadrados, equivalentes aproximadamente al tamaño de Brasil, Estados Unidos y la India juntos, o al doble de la superficie de todo el imperio francés en su apogeo.

Los países ricos y las élites poderosas también dominan la arquitectura financiera internacional, invirtiendo miles de millones en sus propias transiciones mientras sumen a los países del Sur Global en una creciente crisis de deuda y les dejan pocos recursos para financiar su propio desarrollo, según el análisis de Oxfam.

Los países en desarrollo tienen una deuda externa de 11,7 billones (millones de millones) de dólares, más de 30 veces el costo estimado de proporcionar energía limpia universal para 2030.

“Muchos países del Sur se están quedando fuera de la transición por completo a pesar de tener un potencial significativo, 70 % del potencial eólico y solar del mundo”, dijo Behar.

Los gobiernos del Sur Global no pueden aprovechar la caída del costo de las energías renovables debido a la elevada deuda y a las condiciones de préstamo injustas.

“Nuestra investigación muestra que el costo de suministrar energía a la población es casi el doble en los países africanos, en comparación con el precio en las economías avanzadas”, apuntó Behar.

Cuando esos países se comprometen con la inversión extranjera “ésta se centra en la extracción y la búsqueda de beneficios para unos pocos por encima del bien público para la mayoría”, afirmó el responsable.

Oxfam plantea que garantizar una transición justa “también significa abordar la impactante desigualdad actual en el acceso a la energía”.

El 10 % más rico de los ciudadanos consume la mitad de toda la energía mundial, mientras que la mitad más pobre de la humanidad consume solo ocho por ciento.

Behar dijo que “abordar la desigualdad y el colonialismo en la transición ofrece una oportunidad para remodelar radicalmente el panorama energético”.

Afirmó que “los pueblos indígenas, las comunidades, las mujeres, los trabajadores y los gobiernos locales progresistas ya están construyendo nuevos sistemas energéticos basados en el control local, la economía progresista y el cuidado ecológico”.

En esos sistemas “el trabajo digno, las protecciones sociales, los derechos indígenas y el reciclaje profesional ocupan un lugar central. Debemos apoyarlos para que la transición deje de servir a los beneficios y empiece a servir a la vida”.

El informe de Oxfam insta a los responsables políticos a adoptar un nuevo sistema energético descolonizado y descentralizado, que reconozca y repare los daños causados por el desequilibrio de poder histórico y dé prioridad a la cooperación y la solidaridad mundiales.

Para ello se debería adoptar un enfoque de financiación que dé prioridad al sector público para los objetivos climáticos y de desarrollo, y rechazar el modelo en el que se utiliza el dinero público para garantizar los beneficios privados.

Los individuos, empresas y países ricos que contaminan deben reconocer su responsabilidad en la crisis climática y pagar por los daños causados.

Se requiere reformar los modelos internacionales de fiscalidad, comercio y financiación para eliminar las barreras actuales que impiden una transición energética justa en los países del Sur global. Esas herramientas incluyen el valor añadido nacional, la transferencia de tecnología y la soberanía industrial.

También deben cesar las prácticas explotadoras y defender los derechos laborales y humanos en la transición energética, incluido el reconocimiento de los derechos sobre la tierra y la soberanía de los pueblos indígenas, concluye el informe de Oxfam.

A-E/HM

Fuente: https://ipsnoticias.net/2025/09/el-colonialismo-secuestra-la-transicion-energetica/