La Conselleria de Educación sorprendió a los representantes de la escuela pública cuando el pasado día 11 publicó la orden que da luz verde a concertar el Bachillerato con aquellos centros privados que lo soliciten. La fecha elegida no es casual. Los responsables de Educación hacía semanas que habían comunicado a la patronal de los […]
La Conselleria de Educación sorprendió a los representantes de la escuela pública cuando el pasado día 11 publicó la orden que da luz verde a concertar el Bachillerato con aquellos centros privados que lo soliciten. La fecha elegida no es casual. Los responsables de Educación hacía semanas que habían comunicado a la patronal de los colegios privados que el acuerdo sobre conciertos firmado en 2004 iba a hacerse efectivo en breve en lo tocante a la enseñanza postobligatoria. Sin embargo, la orden no llegó hasta tres días después de sellar el acuerdo con la mayoría de sindicatos para la subida salarial del profesorado. De haberse promulgado antes lo que algunos han llamado ya el conciertazo , el pacto retributivo hubiera corrido serios riesgos y el Consell quería tener esa carta en sus manos antes de iniciar la partida electoral, afirman expertas voces sindicales.
La extensión de los conciertos al Bachillerato (hasta 72 centros privados podrán beneficiarse: 8 en Castelló, 18 en Alicante y 46 en Valencia; con 23 en la capital) consolida la doble red de la enseñanza en la C. Valenciana. Por un lado, la pública, que agrupa a la gran mayoría del alumnado con dificultades, acoge al 95% de las líneas en valenciano, padece los retrasos burocráticos en la sustitución de las bajas de profesores, registra carencias notables en las instalaciones (según un estudio de la federación de padres y madres de alumnos, hay en funcionamiento un millar de barracones) y ha tenido problemas hasta hace un año incluso para pagar el agua y la luz de los centros.
Frente a ello, la enseñanza privada ve ahora cómo podrá ofrecer educación casi gratuita en todos los tramos (obligatorios y no), el porcentaje de alumnos inmigrantes en sus aulas no supera el 20% y goza del privilegio de otorgar un punto extra en los procesos de admisión de alumnos. Esta posibilidad que le concede la Generalitat -también lo hacen otras autonomías del PP- ha sido fuertemente criticada hace sólo unos días por la confederación estatal de padres de alumnos (Ceapa). La escuela pública, tras las disputas sindicales de la negociación de salarios, ha tardado unos días en reaccionar, pero la semana que viene -en plena campaña electoral- intentará demostrar su fuerza. Su argumento principal es la existencia suficiente de plazas públicas de Bachillerato. Precisamente, los directores de institutos de Secundaria (IES) han denunciado que la medida contrasta con el ajuste de unidades practicado en los últimos años en la pública. Según afirman, los responsables educativos manifestaron hace un tiempo que sobraban cien grupos. El conseller, Alejandro Font de Mora, no ha hablado sobre el asunto, pero sus subordinados en la casa de Campanar han enarbolado como justificación la idea fuerza de su política educativa: la libertad de elección de los padres, que sale reforzada, dicen. En la misma línea, los padres católicos (Concapa) afirman que este «hito» implica «la igualdad de oportunidades para los alumnos que inician el Bachillerato» .
Concentraciones
La escuela pública plantea a partir de hoy un calendario conjunto de respuesta al «conciertazo» del Bachillerato. Todos los sindicatos (STEPV, CC OO, UGT, ANPE y CSI-CSIF), la federación de padres y madres de alumnos (FAPA) y la organización principal de estudiantes no universitarios (Faavem) han llamado a los profesores a acudir a las concentraciones ante los servicios territoriales de Educación de Valencia, Castelló y Alicante.
Además, los representantes de la comunidad educativa han impulsado la colocación de pancartas en los centros publicos con el lema «Ací hi ha places de Batxillerat públiques i gratuïtes. No a la concertació de Batxillerats». El objetivo, afirman, es la paralización de la aplicación de la normativa. La movilización continuará el jueves con concentraciones de cinco minutos a la hora del descanso en todos los institutos de secundaria (IES) con un brazalete negro. Al tiempo, esperan obtener explicaciones en las reuniones que han pedido.